Plantas mediterráneas que florecen en invierno

A pesar de la tendencia a creer que las plantas solo florecen en primavera, durante las épocas más frías se pueden ver como existen especies vivaces capaces de resistir al frío. Este tipo de especies vegetales son capaces de florecer cuando el termómetro marca las temperaturas más bajas.

Algunas de éstas son de carácter perenne, ya que se mantienen igual durante todo el año sin perder las hojas e incluso dando flor. Mientras que existen otras plantas, las cuales, durante los meses de invierno vuelven a nacer y llenan de vida los jardines.

Elegir plantas resistentes al frío a la hora de crear composiciones dentro de nuestros espacios verdes es siempre una gran opción. Ya que creamos una composición viva durante todos los meses del año.

Pero estas especies requieren unos cuidados especiales ya que, a pesar de ser resistentes al frío, las bajas temperaturas pueden causar estragos en su desarrollo. En caso de condiciones climáticas extremas como nieve o heladas, debemos cubrir las plantas para protegerlas o en algunos casos trasladarlas al interior donde puedan mantener una temperatura adecuada. Las especies invernales, no necesitan ser regadas con tanta frecuencia ya que ante la falta de sol las plantas consiguen aguantar más tiempo sin agua. Si la planta es de interior, se debe colocar cerca de ventanas o entradas de luz, debido a la ausencia de luz puede provocar daños en su crecimiento y sano desarrollo.

Pero ¿qué plantas florecen en invierno y son capaces de resistir bajas temperaturas?

El Ciclamen es una de las plantas vivaces resistente al frío, la cual florece en invierno. Esta planta aporta color en los días más oscuros de la temporada y no se necesitan unos cuidados extremos para mantenerla. El Ciclamen se debe plantar en sombra, ya que el sol directo es perjudicial para su crecimiento. No necesita mucha agua, y se debe tener especial cuidado con el agua estancada ya que es perjudicial para sus raíces.

La especie vegetal más famosa por florecer en invierno es la Lavanda, por ser a su vez una planta aromática. Esta planta cuenta con unas raíces capaces de soportar hasta 15 grados bajo cero. La Lavanda no es solo una especie rústica, sino que es un arbusto silvestre con altas capacidades de adaptación. Para poder cultivarla, el suelo debe contar con un pH alto, aireado y con buen drenaje. Esta especie vegetal necesita luz directa para sobrevivir.

El Durillo, es una especie rústica capaz de resistir a la temporada de bajas temperaturas. Esta especie florece entre los meses de febrero y marzo, un anticipo floral a la primavera. Como su propio nombre indica es una planta dura, la cual necesita pocos cuidados para sobrevivir. Hay que tener especial cuidado con el drenaje del suelo, ya que el exceso de agua puede afectar a su desarrollo.

De origen mediterráneo la Hiedra es una especie vivacea adaptativa a todo tipo de climas. Comúnmente conocida como planta trepadora y de crecimiento rápido. Sin necesidad de cuidados extremos, la Hiedra necesita ser plantada en un emplazamiento con luz no directa, un suelo con pH neutro o ligeramente ácido y con riegos poco frecuentes tanto en invierno como en temporadas más calurosas.