El paisajista Fernando Pozuelo crea un nuevo concepto aplicado al mundo de la decoración interior: fuentes flotantes
Feng Shui significa “vientos suaves que absorbe aguas calmadas”, en cierto sentido “viento” se refiere a la influencia invisible que el entorno ejerce sobre cada uno de nosotros, mientras que “agua” alude a su capacidad para sostener la vida. Sobre este concepto, Fernando Pozuelo ha sido capaz de desarrollar una nueva metodología de trabajo con la que consigue crear un espacio armónico en el interior de la casa.
En este caso concreto, las fuentes flotantes surgen como concepto a partir de la relación que existe entre el propietario del espacio y su interés por el Feng Shui, que le lleva a solicitar a Fernando Pozuelo un estudio completo de esta parte del recinto, en convergencia con el propio estudio ya hecho, para detallar y concretar las necesidades del cambio en el interior del hogar. La finalidad:
conseguir abundancia y bienestar. Este nuevo concepto, se manifiesta con la creación de una especie de gong oriental o bi jade cuyo punto focal es un “umbo – ombligo”. Los discos que se encuentran en la parte frontal de la pared están recubiertos en los extremos por una chapa de color óxido que ayudan a focalizar este centro como eje mediador de todo el espacio. En su interior, se esconde un complejo sistema hidráulico totalmente oculto, que permite emitir agua y recogerla en la pieza metálica curvada inferior para que desde allí, y de forma “invisible”, retorne a la cuba ubicada en el suelo donde se encuentra la bomba. Además, cada fuente esta elaborada en pizarra, un material de cierta fragilidad, y difícil de manipular en estas dimensiones tan asombrosas: 120 centímetros de diámetro.
Junto a este elemento central, el conjunto se completa en la parte inferior con una serie de rocas de pizarra que han sido seleccionadas específicamente una a una en Galicia, en las que se ha tenido en cuenta una altura y ubicación determinada para guardar la armonía que ha inspirado el proyecto, el Feng Shui. Por otra parte, el suelo donde se ubica es de bolo de mármol y la pared se ha pintado de color gris antracita para resolver de forma armónica el espacio. Por último, la vegetación se alberga en maceteros de auto-riego de madera con forma orgánica, y donde también se ha optado por una palmeras de dos metros de altura denominada Kentia para rematar el encuadre del conjunto. En este sentido, otros elementos que se han utilizado son plantas hidrófilas como el Culatrillo de pozo o helechos del tipo Asplenium, así como especies tapizantes tales como la Parietaria.
Esta solución estética también se ha llevado a otras áreas del local, como la base de una escalera, cuyo hueco estaba totalmente desaprovechado y en el que se ha implantado un busto pétreo de buda y helechos, así como con rocas de pizarra y bolo de mármol; siguiendo así el estilo marcado por las fuentes flotantes.
En palabras de Fernando Pozuelo “este proyecto, aunque resuelve un espacio pequeño, ha sido uno de los retos más singulares a los que nos hemos enfrentado en el estudio. Ha sido un trabajo que ha exigido una planificación milimétrica tanto en el concepto mismo como en el empleo de los materiales, seleccionados exclusivamente para definir este espacio. Sin embargo, nuestra mayor satisfacción ha sido conseguir el reconocimiento y éxito del cliente además de haber aportado al mundo del interiorismo una nueva línea de diseño que se sale de lo normalmente establecido. Además, este nuevo concepto es exclusivo y pionero, formando parte de una colección limitada que solo se puede encontrar en este interior”.
Por tanto, el concepto fuentes flotantes es capaz de aplicar los conceptos Feng Shui y armonizar una estructura convirtiéndola en el centro de la casa. Así, se ha conseguido que la energía positiva que circula en el ambiente lo haga de forma potenciada en esta parte del estudio, permitiendo que las personas que residen en este ambiente se beneficien de esto y experimenten un sentimiento de bienestar, que se refleja en su salud y prosperidad.
