Entrevista con Miriam Carretero, responsable de Comunicación de Grupo Projar

Grupo Projar inició su actividad hace casi cinco décadas para especializarse en el área de la extracción y comercialización de turba para sustratos. El crecimiento de la compañía ha sido constante y, en la actualidad, cuenta con fábricas y centros logísticos ubicados en España, Portugal, Italia, Marruecos, México y Canadá. Además, Projar adquirió hace unos años la empresa de paisajismo Paimed, optimizando su oferta de servicios. Al frente del Departamento de comunicación se encuentra Miriam Carretero, una experimentada conocedora de la casa, cuya trayectoria profesional resulta un claro ejemplo del desarrollo que la empresa predica y practica. En definitiva, una profesional del sector cuya opinión es siempre merecedora de atención.
Con más de 230 empleados, una facturación superior a 33 millones de euros en 2017 y una miríada de desafíos y proyectos en infraestructuras, así como soluciones y productos innovadores, la empresa puede sacar “pecho” de su background e inteligente estrategia que no ha dejado de marcar desde su fundación líneas maestras en beneficio del sector verde y del medio ambiente.

¿Cuál es la filosofía de trabajo de Projar?
Nuestra filosofía es trabajar de la mano del viverista o el jardinero para entender bien cuáles son sus necesidades y poder proporcionar soluciones a medida que van más allá del producto.
De este modo, y en el caso particular de los sustratos, nosotros vamos elaborando “recetas” con el conocimiento de nuestros ingenieros agrónomos, en base a lo que necesita el propietario del vivero o la explotación, según las particularidades del cultivo y sin pasar por alto el nivel de tecnología de las instalaciones. Conocemos muy bien las materias primas y conocemos bien el comportamiento de los sustratos resultantes. Llevamos muchos años trabajando en origen tanto la fibra de coco como la turba y controlando los procesos de producción, algo clave para disponer de la mejor materia prima y conseguir así los mejores sustratos para cultivo. Así, no sólo disponemos de numerosas recetas de sustratos especiales, sino que, además, si no tenemos lo que el viverista necesita, lo diseñamos a medida. Más allá del producto, incluso ponemos al servicio de nuestros clientes nuestro equipo de marketing para el diseño de envases, diseño web y captación digital de clientes. Lo mismo ocurre con todos los productos de alto valor innovador para jardinería, nos adelantamos a las demandas del mercado final como pasó con los pavimentos permeables para la gestión sostenible del Drenaje Urbano o las cubiertas ajardinadas.

Grupo Projar ha formado un equipo de trabajo en digitalización para detectar puntos de mejora en los procesos e idear óptimas sistemáticas. ¿Cuál es el objetivo? ¿Podemos hablar ya de resultados?
El objetivo del proyecto de digitalización es mejorar nuestra competitividad basándonos en los múltiples beneficios que proporciona el acertado diseño y buen uso de diferentes herramientas digitales. Para todo ello, nos basamos en dos pilares, el cliente y las personas en la organización. Por un lado, procesos más sencillos permiten dar respuestas más rápidas. Estamos trabajando en acortar el ciclo de atención al cliente. Además, hemos implantado software que nos permite gestionar la cartera de clientes mucho mejor, de modo que cada cliente tiene una propia identidad y sabemos mejor lo que necesita. Por otro lado, estamos empleando herramientas de trabajo colaborativo para aumentar nuestra eficiencia y productividad. Todavía estamos trabajando en este proyecto, los avances son favorables pero es pronto para hablar de resultados.

Projar ha apostado por la creación de una tienda online, ¿cuál está siendo su evolución?
La venta online ha permitido que podamos dar servicio a compradores que se sienten cómodos en el entorno digital y les gusta la agilidad de la atención online. La evolución es muy positiva y esperamos que, en el futuro, este canal de ventas se extienda a todo tipo de clientes.

Tras la adquisición de Paimed por Grupo Projar para dedicarse a proyectos y servicios paisajísticos completos, ¿qué balance nos puedes hacer?
La trayectoria de este camino juntos ha sido muy positiva. Paimed se ha especializado en soluciones paisajísticas avanzadas gracias a su conocimiento paisajístico y al apoyo tecnológico de Projar. Las alianzas de Projar con los principales proveedores de sistemas para cubiertas, o su capacidad de desarrollo de soluciones como Tecroc, han permitido a esta empresa una especialización muy reconocida en el sector. A Projar le permite conocer de primera mano las necesidades en el segmento de jardinería para el desarrollo de nuevos productos y poder ofrecer una solución integral a aquellos clientes que lo necesiten.

¿Qué proyección internacional tiene hoy en día Projar?
Projar actualmente exporta alrededor del 40 % de su facturación, principalmente en el área de Hortofruticultura. Desde hace unos años es el área que está experimentando mayores crecimientos.
Projar siempre ha tenido una vocación internacional, importando productos de diferentes continentes al mercado español desde los inicios de la empresa. Ese contacto internacional provocó hace ya años una apuesta por la internacionalización, primero de nuestra fabricación y segundo de las ventas. Esto nos benefició en momentos de crisis, pues ya estábamos creciendo en diferentes países.

¿Qué puede destacar del catálogo de Projar y cuáles son las gamas de producto más demandadas?
Los productos más demandados, sin ninguna duda, son los sustratos y la fibra de coco porque somos fabricantes y una empresa de reconocida reputación. Las estacas de madera y las cañas de bambú para entutorado también son otros de los productos que más demandan los clientes: por nuestra capacidad de servicio y por la garantía de calidad que ofrecemos.
Los productos más innovadores son todos los desarrollados para el cultivo sin suelo de berries, técnica muy novedosa en ese sector; todos los productos para optimización del agua en agricultura y para entornos forestales, como Stockosorb y Fruitponic y, por supuesto, los sistemas de drenaje urbano sostenible (SUDS) como las cubiertas vegetales, y los sistemas de estabilización y recubrimiento vegetal de superficies verticales Tecroc.

¿Ante la tendencia de nuestra sociedad a buscar productos más ecológicos, sostenibles y de proximidad, cómo viene respondiendo el sector?
Venimos de años complicados en nuestro país y es difícil que ese tipo de productos despeguen en esas condiciones. Sin embargo, ya hemos notado que la demanda crece. Se nota esa mayor concienciación social e, incluso, nuestros clientes, al menos, siempre tienen en cuenta esas opciones. Actualmente tenemos una amplia gama de sustratos y otros insumos, como abonos orgánicos y macetas biodegradables utilizables en agricultura ecológica. De modo que somos muy optimistas en ese sentido.

¿Qué peso tienen en nuestro país las empresas en cuanto a investigación y desarrollo, en el campo de los sustratos y los medios de cultivo?
Muchas empresas españolas relacionadas con la agricultura tecnificada se encuentran bien posicionadas a nivel internacional porque ofrecen productos y servicios fruto de una intensa actividad de investigación y desarrollo, compitiendo en el mercado exterior, como es nuestro caso en el campo de sustratos y medios de cultivo. Sí es verdad que gran parte de las empresas dedicadas a los sustratos en nuestro país tienen su actividad enfocada a mercados locales que pueden utilizar soluciones estándar, por lo que el nivel de investigación en estos casos es bastante limitado.

“En un futuro próximo no va a dejarse un material tan importante como la turba, pero sí puede llegar a consumirse menos a nivel mundial, e implantar un uso responsable, si se combina con otras materias primas”

¿Qué protagonismo tiene hoy en día a nivel viverista la introducción de sustratos alternativos y sostenibles en sustitución de la turba? ¿Y a nivel generalizado en jardinería?
Nosotros ya llevamos años elaborando mezclas más sostenibles, incorporando, por ejemplo, fibra de coco. Fuimos pioneros en la introducción de la fibra de coco en el mercado español y ahora es ya un material de primer orden en el mundo del viverismo. Otros materiales, como la fibra de madera, están empezando a darse a conocer. Nosotros creemos que en un futuro próximo no va a dejarse un material tan importante como la turba, pero sí puede llegar a consumirse menos a nivel mundial, e implantar un uso responsable, si se combina con otras materias primas.

¿Cuáles son las tendencias a nivel general en el sector de tierras y sustratos?
La tendencia es utilizar mezclas más complejas y técnicas, con materiales más sostenibles. Además, no hay que olvidar la cada vez mayor demanda de sustratos ecológicos.

¿Qué podría destacar sobre las negociaciones, comisiones de trabajo y documentos a nivel europeo que van publicándose sobre la nueva legislación de sustratos?
A través de la Asociación de Preparadores de Tierras y Sustratos para Cultivo (APTYS), que opera a nivel nacional y que, a su vez, está asociada a la europea Growing Media Europe estamos siguiendo la evolución de las negociaciones. Según la información a la que hemos tenido acceso de la propuesta en la que se está trabajando, los sustratos van a ser una categoría dentro de un reglamento más amplio que incluye fertilizantes, enmiendas y bioestimulantes.

“Parece que el consumidor español empieza a preocuparse de verdad por el medio ambiente, la vida saludable y está dispuesto a apreciar esos valores”

¿Cuáles son las amenazas y las oportunidades que se vislumbran a corto y medio plazo en el sector?
Desde luego las oportunidades van más encaminadas hacia una agricultura y un urbanismo más sostenibles. Además, vemos un horizonte muy distinto gracias a la agricultura de precisión impulsada por la digitalización.
Por un lado, cada vez hay más hectáreas de cultivo ecológico y más demanda del consumidor. Por otro, muchas entidades públicas están apostando por ciudades más verdes, lo que fomenta actividades de jardinería y la producción de planta. En general, por fin, parece que el consumidor español empieza a preocuparse de verdad por el medio ambiente, la vida saludable y está dispuesto a apreciar esos valores.
En cuanto a las oportunidades en agricultura de precisión, aquí hay un gran abanico de posibilidades que seguro van a generar un momento disruptivo en la agricultura. La recreación de ecosistemas, robótica aplicada a la recolección o planificación de alta precisión, gracias a la inteligencia artificial, serán algunos de los grandes avances del futuro.
Como amenaza vemos ciertas regulaciones en cuanto a cultivo ecológico, o falta incluso de concreción en las prácticas, mientras que en otras regiones del planeta está todo mucho más definido. Actualmente enfoques diferentes entre la normativa europea y la americana de producción ecológica que provocan que técnicas de cultivo aceptadas en una normativa como el cultivo sin suelo, no sean homologables por la otra regulación.