“El aroma de la tierra mojada y las flores lo impregnó todo, y la gente sonreía”
Entrevista a María Oliver y Javier Moliner Domingo, fundadores del estudio de arquitectura Mixuro y comisarios de la iniciativa ‘Pop Up Valencia: Reactiva la ciudad’
Bajo el lema ‘Reactiva la ciudad’, la iniciativa recoge una serie de proyectos que muestran la existencia de líneas de trabajo comprometidas con la ciudad valenciana. Se trata de propuestas que permiten que la vida cotidiana vuelva a posarse en lugares abandonados, dándoles visibilidad y mostrando sus posibilidades de uso y gestión. Con una clara vertiente social, Pop Up Valencia pretende también despertar la responsabilidad ciudadana acerca de su entorno más cercano, y resolver así necesidades comunes sin grandes presupuestos, “son una alternativa para dar respuesta a necesidades reales aprovechando los recursos materiales y humanos existentes”. La exposición con los proyectos de reactivación podrá verse hasta el 17 de noviembre en la sala La Nau de Valencia de manera gratuita.

¿Qué importancia tiene una iniciativa como esta para la sociedad y los espacios urbanísticos de Valencia?
Se trata de llamar la atención del público sobre los espacios infrautilizados que proliferan en Valencia proponiendo su uso temporal para responder a necesidades ciudadanas. Queremos hacer una reflexión sobre la responsabilidad que cada ciudadano tenemos sobre el presente y el futuro de nuestra ciudad, y hacer ver que se necesitan herramientas administrativas que permitan al ciudadano actuar como motor de cambio, activando estos espacios de manera temporal y resolviendo de esta manera las carencias inmediatas que no es capaz de resolver el planeamiento por lo complejo y costoso de su aplicación.
¿Dónde serían aplicables esta clase de proyectos dentro de la ciudad?
De manera similar se puede actuar sobre edificios en desuso o para optimizar los espacios de las infraestructuras infrautilizadas. Pensamos que el efecto de visibilizar estos espacios es muy beneficioso para la ciudad ya que llamando la atención sobre ellos aprendemos a considerarlos como espacios de oportunidad y actuando sobre ellos reactivamos la ciudad y con ella actuamos sobre el estado anímico de sus ciudadanos.

¿Estos proyectos son viables económicamente en la situación actual en la que nos encontramos?
Son una alternativa para dar respuesta a necesidades reales aprovechando los recursos materiales y humanos existentes. Si además se consigue llamar la atención del público sobre estas acciones debería ser fácil encontrar apoyos institucionales y privados. No se requieren muchos medios económicos pero sí mucha voluntad ciudadana e institucional ya que hay muchas responsabilidades que asumir. Pensamos que una ciudad como Valencia, capaz de gestionar un evento como las Fallas, demuestra cada año su capacidad de asumir responsabilidades y ciertos riesgos en beneficio de todos.
¿Hay alguna ciudad europea en la que se hayan consolidado proyectos de reactivación como este?
Pero no hace falta irse tan lejos, aquí en territorio español hace tiempo que existen ejemplos diferentes:En Madrid encontramos El campo de Cebada y Tabacalera, por ejemplo. En Barcelona el Ayuntamiento ha puesto en marcha el ‘Pla Buits’, poniendo a disposición de los ciudadanos una serie de solares sobre los que realizar proyectos vecinales justificadamente viables, mientras que en Zaragoza encontramos el proyecto ‘Esto no es un solar’, y son solo algunos ejemplos

Geoviver, propuesta de vivero vertical para la reactivación de solares abandonados en Ciutat Vella, Valencia.
¿Cuál ha sido la principal reacción de la gente al ver la obra 'Geoviver'?
Geoviver pretende llamar la atención sobre el efecto que produce la vegetalización de los espacios públicos. En el momento del montaje, mientras entraban las plantas al Claustro, todos los trabajadores y usuarios se alegraron de que por fin entraran elementos vegetales en este sobrio espacio. Al momento el aroma de la tierra mojada y las flores lo impregnó todo y la gente sonreía. A la media hora de llegar las plantas entró la primera mariposa y nos quedamos todos mirándola y pensando en lo simbólico de su presencia. Al poco de terminar la pieza Geoviver aparecieron los primeros niños jugando sobre ella y sus padres charlando alrededor.
Geoviver no pretende ser una pieza meramente estética, ni comparase a los jardines verticales de Patrick Blanc, los cuales nos parecen admirables, Geoviver es el resultado de un proceso de construcción colaborativa en el cual, utilizando los medios existentes de la Universitat de València y el Jardí Botànic, la colaboración de empresas privadas como la constructora Torremar, la empresa de iluminación Erco y los Viveros Pla del Pou y con la ayuda desinteresada de los ciudadanos, se pueden realizar proyectos interesantes que den vida a nuestra ciudad.