COPADE culmina el proyecto ‘Del Bosque a tu Casa’ con avances tangibles en nueve territorios y nuevas oportunidades para el medio rural
Tras más de tres años de trabajo, el proyecto ‘Del Bosque a tu Casa’, coordinado por la Fundación COPADE y financiado por la Fundación Biodiversidad del MITECO con fondos NextGenerationEU, finaliza su ejecución con resultados visibles en nueve enclaves rurales. La iniciativa ha impulsado empleo, emprendimiento, innovación y sostenibilidad mediante el aprovechamiento de recursos forestales no maderables, con especial atención a mujeres y jóvenes.
El proyecto ‘Del Bosque a tu Casa’ (DBC), coordinado por la Fundación COPADE junto a siete entidades socias —AMUFOR, APROTER, Apadrina un Olivo, CESEFOR, Rumbo Rural, SEMBRIA y Del Bosque a tu Casa— llega a su fin tras más de tres años de trabajo en nueve territorios rurales de cinco comunidades autónomas. La iniciativa ha centrado sus esfuerzos en la identificación de nueve biotipos que faciliten la replicabilidad del modelo, con el objetivo de reactivar zonas afectadas por la despoblación mediante el aprovechamiento sostenible de recursos forestales no maderables.
Nacido en 2018 como una propuesta de mujeres recolectoras de Orea, el proyecto ha demostrado el potencial de combinar saber ancestral, investigación, innovación, formación y alianzas para generar economías rurales sostenibles. La fase que concluye ahora abre nuevas vías de desarrollo, aportando herramientas y oportunidades que favorecen un futuro equilibrado entre sociedad, comunidades rurales y bosques.
Durante su ejecución, DBC ha estudiado más de 30 especies silvestres y agroforestales de los nueve biotipos seleccionados, ha elaborado planes de aprovechamiento e investigado procesos de transformación de más de 20 especies. También ha diseñado obradores y laboratorios homologables, impulsado formaciones presenciales y virtuales, y desarrollado herramientas tecnológicas como un sistema de monitoreo ambiental mediante sensores, una plataforma blockchain de trazabilidad y un visor cartográfico donde se integran datos, productores y otros elementos de interés.
Asimismo, se ha definido la marca Del Bosque a tu Casa DBC, se ha creado la Red DBC y, junto a PEFC, se ha puesto en marcha un canal de certificación para productos agroforestales con impacto positivo.
El proyecto ha proporcionado acompañamiento individualizado a numerosas personas de los distintos territorios, con especial foco en mujeres emprendedoras. Algunos de los nuevos proyectos se han consolidado ya como cooperativas o microempresas, mientras que la Red DBC refuerza la colaboración entre asociaciones locales. Los cursos formativos han facilitado la transferencia de conocimientos generados a lo largo del proceso.
El trabajo conjunto con entidades locales ha permitido activar transformaciones concretas en los territorios: en Balsa de Ves se ha rehabilitado un antiguo depósito de agua como bodega envasadora de aceite; en El Royo se ha puesto en marcha un obrador comunitario para transformar frutos rojos; en Oliete se ha impulsado una línea experiencial vinculada al olivo; en Córdoba se ha trabajado la valorización de la bellota junto a Saboresdebellota; en la Serranía de Valencia y el Macizo del Caroig se han formalizado acuerdos con truficultores y productores de derivados de la algarroba melera; en Orea se ha completado un laboratorio piloto con el primer prototipo cosmético ‘Del Bosque a tu Piel’; en el Alto Tajo avanzan las gestiones para un obrador compartido en Peralejos de las Truchas; y en Cardenete se ha potenciado la asociación de mujeres Esencia Cardenetera y se ha firmado un convenio con el ayuntamiento para impulsar un obrador comunitario.
“Del Bosque a tu Casa demuestra que cuando se combina el conocimiento local con innovación y cooperación real, el medio rural se activa, se fortalece y genera nuevas oportunidades para quedarse”, señala Marta Corella, ingeniera forestal, directora de Bioeconomía en COPADE y vicedecana del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes. “Este proyecto es un ejemplo de cómo los bosques pueden ser motor de desarrollo sostenible y de futuro para nuestras comunidades”.
Con la finalización de esta fase, el proyecto deja un legado tangible: territorios más conectados, ciudadanía formada, nuevas iniciativas productivas en marcha y un modelo de gestión sostenible replicable en otras zonas rurales de España y Europa, con la expectativa de que este apoyo continúe más allá de esta etapa.


















