La capital incorporará inteligencia artificial para optimizar la conservación de parques, jardines y viveros
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado un contrato de casi 2,9 millones de euros para desarrollar nuevas aplicaciones tecnológicas destinadas a mejorar la conservación de zonas verdes. El proyecto, que arrancará en febrero de 2026, integra inteligencia artificial, drones y sistemas de análisis automatizado para reforzar la gestión municipal del patrimonio verde.
Madrid apuesta por la tecnología para cuidar su patrimonio verde
El Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso decisivo en la modernización de los trabajos de conservación de sus zonas verdes con la aprobación de un contrato orientado al desarrollo de aplicaciones tecnológicas avanzadas. La iniciativa, impulsada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante, refuerza la voluntad municipal de situar a Madrid como referente europeo en el uso de tecnología aplicada a la gestión del verde urbano. El presupuesto plurianual alcanza casi los 2,9 millones de euros.
La prestación de los servicios comenzará el 1 de febrero de 2026, con un plazo de ejecución de 36 meses, hasta enero de 2029, y la posibilidad de una prórroga adicional de 12 meses. La empresa adjudicataria deberá asumir dos grandes líneas de trabajo.
En primer lugar, desarrollará tareas de consultoría para implantar un nuevo modelo de control de calidad de los principales contratos de la Dirección General de Gestión del Agua y Zonas Verdes: el de conservación, mantenimiento y limpieza de zonas verdes y arbolado viario; el de conservación integral de parques y viveros municipales; y el contrato SERVER de evaluación y revisión verde en materia de arbolado.
En segundo término, deberá llevar a cabo el desarrollo de aplicaciones tecnológicas para recopilar y procesar datos sobre la gestión de parques, jardines y viveros. Estas herramientas integrarán inteligencia artificial, drones, mobile mapping y procesos automatizados que permitan obtener información precisa y ágil. Con estos datos se generará un modelo informático de asistencia a la gestión, destinado a facilitar la toma de decisiones por parte de los servicios técnicos municipales.
IA para optimizar inspecciones, rutas y toma de decisiones
El nuevo sistema dotará al Ayuntamiento de una herramienta capaz de utilizar los datos históricos y la distribución geográfica de la infraestructura verde para planificar inspecciones de manera más eficiente, optimizando rutas y tiempos de desplazamiento. La inteligencia artificial también permitirá mejorar la gestión global de las inspecciones gracias a:
- La automatización de la información cartográfica.
- Formularios digitales destinados a los agentes municipales.
- El tratamiento y análisis de los datos generados.
- Su integración en Mint, la plataforma tecnológica municipal para la gestión del espacio urbano.
- La elaboración de conclusiones y propuestas de actuación basadas en datos.
Proyectos piloto y tecnología avanzada sobre el terreno
El contrato prevé además el desarrollo de proyectos piloto que incorporen sistemas avanzados de IA para el procesamiento de imágenes y el análisis de grandes volúmenes de datos. Entre los objetivos de estas pruebas se encuentran:
- La identificación de necesidades de conservación y limpieza.
- La optimización de labores de jardinería, riego y control fitosanitario.
- El uso de imágenes tomadas desde cámaras embarcadas en vehículos, cámaras fijas y satelitales (previamente anonimizadas).
- El análisis de datos ambientales que faciliten la toma de decisiones
- La clasificación automatizada de especies.
Antes de desarrollar estas herramientas, la empresa adjudicataria deberá realizar un trabajo exhaustivo sobre el terreno, recopilando el mayor volumen posible de información en parques y jardines. Esa toma de datos se hará de manera preferente mediante sistemas automatizados: drones, cámaras RGB 360º, cámaras multiespectrales y equipos móviles de captura.
El pliego exige que los modelos de inteligencia artificial estén debidamente entrenados y documentados, acompañados de informes y análisis cuantitativos y cualitativos que avalen su eficacia. Además, deberán validarse con datos reales y compararse con los métodos tradicionales para garantizar su fiabilidad.


















