Stiga impulsa su transformación hacia un modelo más verde y refuerza su liderazgo en innovación responsable
El fabricante global de maquinaria para el cuidado del jardín renueva su compromiso con las personas, el planeta y la innovación sostenible. Con un 99% de energía renovable y un aumento de las ventas de equipos eléctricos, Stiga avanza en su transición hacia un futuro más limpio, según su ‘Informe de Sostenibilidad 2024’.
Stiga reafirma su compromiso con un futuro sostenible integrando criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en todas las áreas de su actividad. Su ‘Informe de Sostenibilidad 2024’ refleja una estrategia consolidada que combina innovación tecnológica, responsabilidad ambiental y bienestar de las personas.
“La sostenibilidad va mucho más allá de un objetivo empresarial: es una estrategia holística, estructurada y cuantificable”, subraya Sean Robinson, CEO de Stiga. “Nuestro camino hacia la sostenibilidad está integrado en quiénes somos y cómo trabajamos cada día, combinando el progreso técnico con la pasión por la naturaleza”.
La estrategia ESG de Stiga se articula en torno a tres pilares fundamentales: personas, productos y procesos.
En el ámbito social, la compañía promueve la inclusión y la meritocracia, ofreciendo formación continua con itinerarios centrados en sostenibilidad. En 2024, obtuvo la Certificación de Igualdad de Género UNI PdR 125:2022, reafirmando su compromiso con un entorno laboral justo e inclusivo.
En el plano de la innovación, Stiga ha reforzado su apuesta por la electrificación: el 7% de la inversión en I+D se destinó a tecnologías de batería, y los productos eléctricos representaron el 27% de las ventas, mientras que los robots autónomos alcanzaron el 12%, frente al 10% del año anterior.
En materia de sostenibilidad ambiental, la empresa ha superado sus metas de reciclaje, alcanzando un 66% de envases reciclados y un 8% de plásticos procedentes de fuentes recicladas. Además, cuenta con la Certificación de Huella de Carbono ISO 14064-1, que garantiza un seguimiento transparente de sus emisiones.
El compromiso energético de Stiga también se ha fortalecido: el 99% del consumo global procede ya de fuentes renovables, con un 15% generado en sus propias plantas fotovoltaicas en Italia y China.
De cara a 2026, la compañía prepara la puesta en marcha de un plan de reducción de carbono basado en la ciencia, validado por la iniciativa Science Based Targets (SBTi), con el objetivo de reducir las emisiones durante la próxima década. También avanza en evaluaciones del ciclo de vida (LCA) de sus productos más relevantes —como los robots cortacésped— para minimizar su impacto ambiental desde la fabricación hasta el final de su vida útil.
Paralelamente, Stiga está reforzando su cadena de suministro responsable, mediante la evaluación del rendimiento ESG de sus proveedores y el seguimiento del CO2 asociado a productos y servicios, un paso clave en su estrategia de descarbonización.
