TECNOLOGÍA
Experiencia

Luz que ya no veremos

Víctor Jordà Bordoy06/06/2025
Hace poco más de un año, la Societat Recreativa El Retiro de Sitges, la entidad cultural más antigua del municipio, se vio obligada a cerrar al público su emblemático salón-teatro. No lo hizo por falta de público, ni por desinterés institucional, sino por algo que podríamos definir como una paradoja contemporánea: necesitaba actualizarse para sobrevivir, pero en el intento de hacerlo ha acabado desapareciendo tal y como lo conocimos.
Aspecto de la sala-teatro Societat Recreativa El Retiro de Sitges entre 1970 y 2024
Aspecto de la sala-teatro Societat Recreativa El Retiro de Sitges entre 1970 y 2024.

El cierre fue el inicio de un ambicioso proyecto de reforma integral, justificado por la necesidad de adaptarse a las normativas actuales en materia de incendios y accesibilidad. Hasta aquí, todo lógico. Sin embargo, el proyecto pronto se impregnó de un objetivo más simbólico que funcional: devolver al edificio su imagen original de 1916, concebida por el ingeniero, pintor y promotor artístico Miquel Utrillo. Y esa decisión ha sido, en mi opinión, el punto de inflexión.

Ceremonia de despedida de la sala de 1970...
Ceremonia de despedida de la sala de 1970. Se aprecian los planos poligonales que resuelven la forma de herradura del forjado de la primera planta, así como las barandillas ornamentales de madera. Fuente: Visit Sitges.

Yo crecí con otro Retiro: con su clásica forma de herradura del anfiteatro realizada a partir de planos rectos blancos y puros conformando formas poligonales a dos niveles; con sus palcos revestidos de barandillas de madera ornamentada con elementos volumétricos como continuación del forjado poligonal; con su colorida ilustración simulando una vidriera de colores sobre el telón que se encendía en momentos precisos —durante la publicidad previa a la película y justo al terminar, mientras sonaban los créditos— generando una sensación casi litúrgica. Aquella luz me parecía mágica.

Esto se debe a que la entidad reformó en 1970 las instalaciones de la sala para adaptarse a los nuevos tiempos. Un falso techo que cubrió las bóvedas originales permitió solucionar los problemas crónicos de reverberación acústica que sufría la sala, así como incorporar un sistema de climatización. La sala escribió otra página de su historia.

Desde hace unos meses, esa versión del Retiro está siendo desmantelada. Las barandillas de madera han sido destruidas para recrear unas supuestamente “auténticas” de celosía cerámica. El techo original, que en su día fue cubierto por problemas acústicos, ha sido recuperado… y revestido de costosos materiales fonoabsorbentes contemporáneos para solucionar el mismo problema de hace cincuenta años. Las luminarias suspendidas del techo han sido reconstruidas a imagen de las que había en 1916, pero con tecnología LED y sin la pátina del tiempo. El resultado, para muchos, es un teatro desconocido.

Detalle de la falsa vidriera iluminada durante los inicios de proyección. Fuente: Visit Sitges
Detalle de la falsa vidriera iluminada durante los inicios de proyección. Fuente: Visit Sitges.

Mientras tanto, la reforma se ha ralentizado por falta de presupuesto y se ha lanzado una campaña de mecenazgo con el eslogan: ‘Volvamos al Retiro original’. Pero ¿realmente lo hemos conocido alguna vez? ¿Cuánta gente en Sitges recuerda la sala tal y como era en 1916? ¿Y qué ocurre con quienes crecimos con su versión de los 70, que también tiene un valor —cultural, simbólico, estético— pero que parece haberse esfumado como si nunca hubiese existido?

Aspecto de la sala-teatro en 1916. Fuente: Societat Recretiva El Retiro
Aspecto de la sala-teatro en 1916. Fuente: Societat Recretiva El Retiro.

Este caso no es único. En los últimos años he observado con preocupación cómo se desprecian muchas arquitecturas racionalistas y funcionales del siglo XX —años 60, 70, incluso 80— en favor de una nostalgia idealizada por el ‘encanto’ de hace cien años. Se valoran los muros de piedra vista, las molduras originales, los techos altos... pero se derriban sin pestañear obras maestras del movimiento moderno. ¿Qué ocurre aquí?

Lo más curioso es que esta indiferencia hacia la arquitectura moderna no se traslada a otros campos del diseño. Las luminarias icónicas de los 50, 60 y 70 viven una segunda juventud. Se reeditan con orgullo y se venden a precios de lujo: clásicos de Artemide, Foscarini, Fase o Tramo adornan interiores contemporáneos como símbolos de gusto refinado. Incluso muebles y objetos utilitarios de la época se disputan en subastas y ferias vintage. Mientras tanto, se destruyen los espacios para los que fueron diseñadas. ¿No es una contradicción cultural fascinante?

Bóvedas originales descubiertas. Forjados del anfiteatro de 1970 aún sin destruir...
Bóvedas originales descubiertas. Forjados del anfiteatro de 1970 aún sin destruir. En el suelo se pueden ver los restos de las barandillas de madera destruidas. Fuente: Ràdio Maricel de Sitges.

La Casa Gomis (La Ricarda), de Antoni Bonet i Castellana, es un claro ejemplo. Una joya racionalista, coherente, radical en su delicadeza. A día de hoy, sin una protección sólida. Se celebra en publicaciones especializadas, pero peligra en la realidad.

Si algo define –o definió- la arquitectura moderna es su honesta relación con la iluminación, tanto natural como artificial. Ya hemos tratado anteriormente cómo los distintos movimientos modernos dieron con el diseño de luminarias concretas como solución a sus exigencias de iluminación.

¿Cuál habría sido, bajo mi criterio, la reforma ideal? Descubrir las bóvedas originales de 1916 del techo de la sala (debo reconocer que tienen un alto valor patrimonial), pero manteniendo intacta la forma de herradura poligonal magníficamente racionalista del anfiteatro, así como la falsa vidriera sobre el telón (único elemento de 1970 que se ha recuperado, pero que no se volverá a poner en el mismo lugar).

Aspecto de la sala con todos los elementos de 1970 ya eliminados. Fuente: Ràdio Maricel de Sitges
Aspecto de la sala con todos los elementos de 1970 ya eliminados. Fuente: Ràdio Maricel de Sitges.

De este modo, se habrían respetado todas las páginas que cuentan la historia de este lugar, y todo habría conservado su autenticidad. Destruir el forjado y barandillas del anfiteatro de 1970 para reconstruir los elementos ‘de época’ - pero con materiales y tecnologías actuales- no sólo crea un nuevo teatro de cartón piedra, sino que arranca una página de su historia y hace como si nunca hubiese existido ni tenido valor.

Recreación del nuevo aspecto que tendrá la sala...
Recreación del nuevo aspecto que tendrá la sala. Los colores de las paredes, bóvedas y mobiliario buscan reproducir fielmente el aspecto original de 1916. Fuente: Roig Construccions.

¿Por qué valoramos como patrimonio lo ‘antiguo de 100 años’, pero despreciamos lo moderno del siglo XX? ¿Qué hay detrás de esa nostalgia selectiva?

Esa luz, la de mi infancia en el Retiro, ya no la veremos. Quizás no era tan bella como la de 1916, pero era real. Y eso también importa.

¿Qué pasará con la arquitectura de hoy cuando cumpla 50 años? ¿La consideraremos también ‘prescindible’? Quizás es momento de empezar a mirar la segunda mitad del siglo XX con los mismos ojos con los que admiramos el XIX. Porque cada época tiene su luz. Y no todas merecen apagarse.

COMENTARIOS AL ARTÍCULO/NOTICIA

Deja un comentario

Para poder hacer comentarios y participar en el debate debes identificarte o registrarte en nuestra web.

Suscríbase a nuestra Newsletter - Ver ejemplo

Contraseña

Marcar todos

Autorizo el envío de newsletters y avisos informativos personalizados de interempresas.net

Autorizo el envío de comunicaciones de terceros vía interempresas.net

He leído y acepto el Aviso Legal y la Política de Protección de Datos

Responsable: Interempresas Media, S.L.U. Finalidades: Suscripción a nuestra(s) newsletter(s). Gestión de cuenta de usuario. Envío de emails relacionados con la misma o relativos a intereses similares o asociados.Conservación: mientras dure la relación con Ud., o mientras sea necesario para llevar a cabo las finalidades especificadasCesión: Los datos pueden cederse a otras empresas del grupo por motivos de gestión interna.Derechos: Acceso, rectificación, oposición, supresión, portabilidad, limitación del tratatamiento y decisiones automatizadas: contacte con nuestro DPD. Si considera que el tratamiento no se ajusta a la normativa vigente, puede presentar reclamación ante la AEPD. Más información: Política de Protección de Datos