José Ribas: “la iluminación artificial la percibimos como algo muy particular”
Pocos estudios de arquitectura superan el medio siglo de existencia. Ribas & Ribas Arquitectos es uno de ellos. José Ribas Folguera es arquitecto desde 1987, año en el que formó sociedad con su padre, José Ribas González, uno de los autores de la transformación de la ciudad de Barcelona en la segunda mitad del siglo pasado. La carrera de Ribas - hijo se centra en la planificación urbanística y el desarrollo de proyectos donde la luz tiene un denominador común: crear calidez.

¿Cómo concibe Ribas & Ribas Arquitectos la iluminación de sus proyectos?
La iluminación natural la tenemos en cuenta en ambientaciones, aberturas, en la manera de concebir la arquitectura para condicionar al máximo o proteger de la luz, en función del espacio que se proyecte.
La iluminación artificial la percibimos como algo muy particular, en función de las estancias, del proyecto o la situación. Si son oficinas es una cosa. Si son viviendas, otra. Hoteles... Pero en todas, la iluminación tiene un denominador común: provocar la sensación de calidez.
¿Trabajan con Lighting Designers o tienen personal en su estudio especializado en iluminación?
Tenemos colaboradores de iluminación, asesores, para según qué proyecto, y en el estudio también tenemos una persona especializada en este campo.
La lámpara Carla es uno de los diseños realizados por Ribas & Ribas Arquitectes. ¿Se ideó para algún espacio en concreto?
La Lámpara Carla es una luminaria que diseñó mi padre, José Ribas González, para el Hall del edificio principal del nuevo campus del IESE, en Barcelona. Aunque está diseñada expresamente para ese lugar, también es aplicable a otros espacios. Por sus dimensiones y su escala es una lámpara que, evidentemente, necesita un espacio de tamaño importante.
El Renaissance Barcelona Fira Hotel es un proyecto asociado con Ateliers Jean Nouvel. ¿Cómo se desarrolló esta colaboración?
La relación entre Jean Nouvel, mi padre y yo es una relación personal de hace muchos años. En el año 2000 realizamos un primer proyecto juntos, hemos hecho varios. En doce años hemos finalizado tres: dos en Ibiza y uno en Barcelona, que es el Hotel Renaissance. La relación que tenemos es muy buena, tanto a nivel profesional como personal.
Su estudio lleva más de diez años trabajando con Jean Nouvel. ¿Cómo es trabajar con un Arquitecto de fama internacional?
Trabajar con Jean Nouvel es trabajar con un amigo, tenemos puntos de vista en común, puntos de vista diversos, pero siempre llegamos a un acuerdo.
En los proyectos de Nouvel-Rivas ¿Podemos hablar de una arquitectura que se impone al lugar o que se adapta al mismo?
Depende. Un proyecto está diseñado para un sitio en concreto, no puede ser trasladable a otro lugar. Entonces, tanto adaptarse a un lugar, como a un programa, como a un cliente es un condicionante que va en función a cada proyecto.
¿Cuales son, a su criterio, los axiomas que definen actualmente la arquitectura de Nouvel?¿Existe el “estilo Nouvel”?
No creo que exista un “estilo Nouvel”. Es un arquitecto de reconocido prestigio mundial cuyos proyectos siempre van marcados por algo nuevo por descubrir, por saber... Pero, a la vez, presentan una dosis de racionalismo total.
La impresionante torre de cien metros de altura que alberga el Renaissance Barcelona Fira Hotel es un edificio que cambia de aspecto durante el día, con un sorprendente jardín vertical y un sutil juego de luces y sombras.
¿Qué exigencias se les plantearon a la hora de plantear la iluminación?
El concepto principal del proyecto era hacer un juego de luz y sombras. Y este juego está marcado tanto por la iluminación artificial como la natural. No se estableció ningún axioma, sino iluminar espacios, provocar un juego de luces y sombras a través de un elemento, que es la vegetación. No había nada que marcarse en concreto lo que teníamos que hacer, sino establecer un juego con la luz natural y otro con la luz artificial.
¿Nos podrían avanzar algo del proyecto de la discoteca AMNESIA, en el Fórum de Barcelona? ¿Cómo piensan afrontar una iluminación tan particular como la que corresponde a un edificio de marcado carácter lúdico?
Es un proyecto que Ribas & Ribas Arquitectos realizamos con Ateliers Jean Nouvel. Estamos en la fase preliminar, con los dibujos previos para que en un tiempo, si Dios quiere, tener el proyecto listo. En la iluminación, trabajaremos con especialistas, con profesionales especializados en discotecas, ya que es un tipo de iluminación muy particular.
Hoteles, edificios públicos, privados, oficinas, universidades... De todos los proyectos realizados durante su carrera, cuál le ha planteado una iluminación más compleja y por qué.
Todos y ninguno. Como he comentado anteriormente, en cada proyecto la iluminación va en función de qué programa sea, para quién sea, cómo sea... Recuerdo, por ejemplo, en la iluminación del Campus Norte del IESE, teníamos elementos como las aulas, el auditorio, o salas especiales que requerían de un tipo de iluminación específica. También había otros espacios comunes que requerían de otro.
En el Tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona la luz es un elemento muy importante, debido a la función de este edificio. Es un lugar donde la luz provoca un recogimiento para que la gente que, desgraciadamente está allí, se sienta cómoda.
Usted ha afirmado que le encantaría construir un aeropuerto. ¿Por qué?
Sí, hice estas declaraciones en una entrevista que me hicieron en Ibiza. Me encantaría construir un aeropuerto. Quizá porque viajo mucho, tengo una auténtica obsesión con los aeropuertos, he recorrido muchos. Tal vez no sería capaz de hacer el aeropuerto ideal, pero sí que creo que podría aportar ideas y mejorar algunos de los desastres que hay por el mundo, aunque hay muchos que están muy bien. Lo haría por obsesión, sí.
¿Cómo ha cambiado la arquitectura desde que inició su andadura profesional junto a su padre, Josep Ribas González (1929 - 2011)?
La arquitectura ha cambiado mucho. No ha cambiado en su esencia, pero sí en su desarrollo. Ya no es como antes, que los arquitectos lo hacían todo. Ahora, la arquitectura está basada en muchas colaboraciones. No sólo con otros arquitectos, sino con especialistas en cada campo, sea el caso de la iluminación, las estructuras, las fachadas, la vegetación... La arquitectura ha mejorado ya que ahora existen muchas posibilidades. Y, además, la tecnología ha avanzado mucho. Y ya no hablo del desarrollo de los proyectos, donde los ordenadores, los renders y las imágenes virtuales han provocado un cambio total.
Jean Nouvel, quien escribió el prólogo del libro RIBAS & RIBAS Arquitectos (1957-2007) , describió a su padre como “Testigo de la fabricación de Barcelona”.
Sí, lo describió así porque mi padre empezó trabajando en el año 1957. Barcelona, evidentemente, era una ciudad que empezaba a desarrollarse, estaba en un momento nuevo. Él fue el autor de muchos de los edificios que en aquella época se hicieron, tanto de oficinas, sobre todo, como viviendas y hoteles. Mi padre vivió la gran promoción de Barcelona y tuvo la suerte de trabajar más de medio siglo en esta ciudad y, además, pudo ver realizados edificios en el siglo XXI.
La crisis económica está llevando a muchos estudios de Arquitectura a abrir oficinas al otro lado del Atlántico, en Latinoamérica. ¿Cómo ve el futuro de la profesión?
El futuro de la profesión aquí en España lo veo mal, muy mal. En cuanto a Latinoamérica, estoy realizando un proyecto en Lima, Perú y, probablemente, haga uno en Chile, con unos compañeros de Barcelona, Alonso y Balaguer. Sobre el futuro de la profesión, hay otras partes del mundo donde las posibilidades para la arquitectura son muy superiores. Aunque creo que nos tiene que servir de experiencia lo que hemos vivido aquí para no cometer los mismos errores e intentar ser mucho más serios: promotores, y también arquitectos, en según que proyectos, para evitar lo que ha sido aquí la burbuja y la especulación, que han provocado el momento en el que estamos.


