Luzinterruptus: saliendo a flote
El pasado mes de septiembre Luzinterruptus visitó Francia para participar en la Bienal Panorama. La instalación se ubicó en un precioso lago en el Parcs des Iris et de l’Ermitage de Lormont, cerca de la ciudad de Burdeos.

La idea inicial trataba de recrear un mundo subacuático en el que figuras luminosas salían y entraban del agua, sorprendiendo a los habitantes terrestres que transitaban por los alrededores. Una poética manera de revivir antiguas leyendas de seres misteriosos que habitan en los lagos, pero también revivir imágenes cinematográficas, no tan idílicas, de cuerpos hundidos en circunstancias trágicas que luchaban por salir a la superficie.
Esa era la idea original, y se iba a llamar Baignade interdite. Pero, las características del lago, emplazado en un asentamiento de rocas calcárea que daba al agua un lechoso color blanco, no permitía adivinar qué estaba pasando bajo la superficie, a pesar de la luz que envolvía los cuerpos, por lo que tuvieron que cambiar la propuesta sobre la marcha para adaptarla las contexto real.
Así pues improvisaron, algo bastante habitual en el método de trabajo de Luzinterruptus, y valiéndose de parte del material comprado, concretamente de los guantes de látex, repensaron la propuesta, convirtiéndola en una nueva instalación en la que seres de luz tratan de salir a flote o quizás se estén definitivamente hundiendo (cada uno lo puede interpretar según su propia experiencia vital)… También la renombraron llamándola ¿Saliendo a flote?
En su página web, Luzinterruptus explica: “Utilizamos 1.400 guantes de látex que inflamos y llenamos de luz, uniéndolos de 2 en 2 para dar vida a esos seres atrapados en el agua. Después los dejamos libres por el lago, esperando que cada ser encontrara su espacio. Las bandadas de patos, habitantes naturales del lugar, y las pequeñas corrientes, ayudaron a ponerlo todo en su lugar”.
La instalación permaneció en el lago varios días y después todo el material fue retirado y reciclado.
El resto de material que no se pudo utilizar, pantalones y camisas blancas, lo repartieron el día de la inauguración donándolo de manera gratuita a todo el que quisiera vestirse de blanco esa noche.
La instalación permaneció en el lago varios días y después todo el material fue retirado y reciclado.