Luz Interruptus: Laberinto de residuos plásticos
El colectivo Luz Interruptus se trasladó el pasado mes de mayo a Polonia, invitados por el Festival de Arte Urbano Katowice Street Art Festival para llevar a cabo una nueva instalación.
”Llevábamos tiempo queriendo hacerla, buscábamos visibilizar, de manera poética, la cantidad de residuos plásticos que se consumen en nuestra vida cotidiana, además de poner un punto de atención lumínica en el gran negocio del envasado de aguas, que acarrea gravísimos problemas en países en vías de desarrollo, cuyos ciudadanos han visto cómo impunemente se privatizaba sus acuíferos para el enriquecimiento exclusivo de grandes empresarios y clases gobernantes sin escrúpulos”, explica Luz Interruptus en su página web.
Después de 4 días de trabajo frente a la imponente escultura al Soldado Polaco, consiguieron 26 metros de residuos plásticos transitables, materializados en una pieza de 7 x 5 metros y 3,40 de altura, llena de pasillos laberínticos en los que jugar, perderse o simplemente pasear, en un entorno de misteriosas veladuras en el que todo lo que acontecía se percibía difuminado y en el que los rayos de sol llegaban tamizados a través de los envases coloreados.
De noche, la pieza se transformaba en un recinto mágico, una especie de capilla íntima y brillante, con paredes hechas de mosaicos plásticos casi monocromáticos.
Para dar forma a esta instalación, utilizaron más de 6000 botellas de agua, conseguidas en una planta local de fabricación y embotellado, que nos cedió todas las desechadas por no cumplir los estándares de calidad exigidos para su comercialización.
”El resto del material fue contribución de los vecinos que nos ayudaron a rellenar la pieza con las botellas consumidas durante los 4 días que duró el montaje. Damos fe de que en esta ciudad se bebe agua embotellada en cantidades alarmantes”, explica Luz Interruptus.
Los envases fueron depositados en bolsas transparentes que iluminamos con LEDs autónomos y que fueron suspendidas por las asas de una estructura metálica fabricada con elementos modulares y reutilizables.
La pieza se pudo disfrutar durante 2 semanas, abierto día y noche y finalizado este periodo, se desmontó completamente y cada parte de la instalación fue convenientemente reciclada.










