Influencia de la aplicación de aminoácidos de síntesis en el desarrollo de plantas de tomate cultivadas bajo condiciones de salinidad
Como medio de cultivo se utilizó un sustrato universal para macetas (sustrato profesional Floraska– Tipo 2). El transplante de las plantas a los contenedores fue el 13 de octubre de 2010. Las plantas estaban provistas de un gotero de 4 l/hora que permitió el riego durante todo el cultivo. El riego fue ajustándose a medida que el cultivo iba desarrollándose.
En el Gráfico A se muestra un esquema temporal del ensayo donde se marca la temporalidad de los diferentes riegos salinos, así como otras fechas de interés.
La situación de ‘estrés’ o ‘no estrés’ de las plantas de tomate fue el primer factor de variación de los que hubo en el ensayo:
- la mitad de las plantas crecieron en condiciones normales (plantas NE)
- la otra mitad en condiciones de estrés salino (plantas E)
- C0 (plantas tratadas con agua destilada)
- BS (plantas tratadas con Bioestim Plus y 0% de aditivo PRO)
- BP-0,4% (plantas tratadas con Bioestim Plus y 0,4% de aditivo PRO). Esta concentración de aditivo PRO es la que contiene comercialmente el producto Bioestim Plus.
- BP-0,8% (plantas tratadas con Bioestim Plus y 0,8% de aditivo PRO)
Resultados
0: foliolo no afectado por la salinidad.
2: superficie afectada menor al 5% (no hay marchitamiento; pueden apreciarse leves necrosamientos internerviales en el limbo).
4: superficie afectada menor al 15%; (enrollamiento de los foliolos; no hay marchitamiento).
6: superficie afectada menor al 50% (enrollamiento de los foliolos más intenso; aparece marchitamiento de los foliolos sin llegar a ser intenso).
8: superficie afectada menor al 90% (se observa enrollamiento de los foliolos muy intenso; marchitamiento intenso de los foliolos).
10: foliolo extremadamente afectado (todos los foliolos están marchitos; no hay superficie fotosintéticamente activa).
En cuanto a los resultados, se hará un repaso para las principales variables controladas. Respecto de la evolución de la altura de las plantas de tomate (Fig. 1) destaca que la única diferencia significativa que se ha obtenido para esta variable es la que pone en evidencia el distinto desarrollo de las plantas cultivadas en condiciones de salinidad (plantas E) respecto de las que crecen en condiciones no salinas (plantas NE), coincidiendo con comportamientos ya referenciados (Cuartero y Fernández-Muñoz, 1999; Heuvelink et al, 2003; Olympios et al, 2003). Dentro de cada uno de estos grupos (plantas E y plantas NE), no se dan diferencias significativas en esta variable para los distintos tratamientos (C0, BS, BP 0,4% y BP 0,8%).
Respecto de la evolución fenológica de las plantas de tomate, así como del número de pomos por plantas no se obtuvieron diferencias significativas entre las plantas E y NE, ni tampoco entre sus tratamientos (C0, BS, BP 0,4% y BP 0,8%). Por lo que hace referencia al SPAD (concentración de clorofilas) (Fig. 2) sucede algo parecido a lo indicado en el caso de la altura. No se aprecian diferencias significativas dentro de los tratamientos de las plantas E o dentro de las plantas NE, sin embargo sí que aparecen diferencias significativas entre las plantas E y las NE a lo largo del ciclo. Como indica la Fig. 2, excepto para las dos primeras fechas de control, los valores de Ud SPAD recogidos en las plantas E siempre son superiores a los valores obtenidos de las plantas cultivadas en condiciones no salinas (NE), coincidiendo con Heuvelink et al, 2003; esto es habitual en plantas que crecen en condiciones de salinidad moderadas sin que la concentración llegue a ser fitotóxica. Por otro lado, los resultados son coincidentes con Cuartero (1995) cuando indican como las plantas en estas condiciones de salinidad moderada poseen un color verde más intenso que el del resto de plantas, lo que repercute en unos mayores valores de Ud SPAD.
Sin embargo tras el shock salino al que fueron sometidas las plantas E (72 ddt), sí que se recogieron resultados más significativos; en este sentido respecto del Índice de Mortalidad (IM) los resultados ponen en evidencia aspectos muy significativos en cuanto a la diferencia de comportamiento entre unas plantas de tomate y otras en función de la aplicación foliar a la que han sido sometidas durante el crecimiento. Los datos obtenidos para el IM se muestran en la Fig. 3.
También destaca el hecho de que entre las plantas E sometidas a aplicaciones foliares de Bioestim Plus que incorpora el aditivo PRO, los mejores resultados se han obtenido en aquel tratamiento que incorpora un 0,4%, ya que se contabilizaron un 16,7% de plantas muertas en total debido al shock salino, mientras que en las plantas que fueron tratadas con el tratamiento que incorporaba el 0,8% de aditivo PRO el porcentaje de plantas muertas se eleva al 33,3%. Cabe decir por tanto, que para esta variable los mejores resultados se han obtenido en las plantas sometidas a tratamientos con Bioestim Plus con aditivo PRO al 0,4% de concentración.
Por lo que a la variable ‘Índice de afección de la salinidad’ (IAS) se refiere, en las plantas E controladas tras el shock salino, los resultados obtenidos se exponen en la Fig. 4. Los datos indican como después de contabilizar el IAS de todos los foliolos de las plantas E dañadas por el shock salino, las plantas que sufrieron menor afección por la salinidad fueron las sometidas al tratamiento foliar con Bioestim Plus y 0,4% de aditivo PRO. Estos datos están en la misma línea que los indicados respecto del índice de Mortalidad, en la que los mejores datos se daban para las plantas sometidas a este mismo tratamiento.
No obstante, si bien en condiciones de cultivo normales (sin presencia de agentes estresantes) no se observaron diferencias significativas entre las distintas aplicaciones foliares realizadas a los tomates, cuando aparecen condiciones de cultivo muy estresantes por salinidad sí que se detectan diferencias entre las plantas tratadas con distintas concentraciones de aditivo PRO. Ante la presencia de condiciones severas de salinidad en el agua de riego, las plantas de tomate que presentaron un menor Índice de Mortalidad, y por tanto que presentaron una mejor respuesta son las tratadas con Bioestim Plus (0,4% de aditivo PRO); además ante la presencia de condiciones severas de salinidad en el agua de riego, las plantas de tomate que presentaron una menor afección fueron las tratadas con Bioestim Plus (0,4% de aditivo PRO).
Por todo ello puede concluirse que las plantas de tomate sometidas a tratamientos periódicos con aditivo PRO al 0,4% poseen una mayor tolerancia a la salinidad.
Agredecimientos
La realización de este ensayo ha contado con el soporte de Empresa Promisol, S.A. de Almacelles, Lleida (España).
- Adams, P. 1991. Effects of increasing the salinity of the nutrient solution with major nutrients or sodium chloride on the yield, quality and composition of tomatoes Brown in rockwool. J. Hort. Sci. 66(2):201-207.
- Botta, A., Muñoz-Mayor, A., Bolarín, M., Marín, C. y Piñol, R. 2009. Tolerancia a la salinidad inducida por el regulador osmótico SresSal.
- Cuartero, J., Fernández-Muñoz, R. y González-Fernández, J.J. 1995. Estreses abióticos. p. 352-383. En: Nuez, F. (ed.). El cultivo del tomate. Mundi-Prensa. Madrid.
- Cuartero, J., Fernández-Muñoz, R. 1999. Tomato and salinity. Scientia Horticulturae 78:83-125.
- Heuvelink, E., Bakker, M. and Stanghellini, C. 2003. Salinity effects on fruit yield in vegetable crops: a simulation study. Acta Hort 609:133-140.
- Olympios C.M., Karapanos, I.C., Lionoudakis, K. and Apidianakis, I. 2003. The growth, yield and quality of greenhouse tomatoes in relation to salinity applied at different stages of plant growth. Acta Hort 609:313:320.
- Stanghellini, C., Van Meurs W.T.M., Corver, F., Van Dullemen, E. and Simonse, L. 1998. Combined effect of climate and concentration of the nutrient solution on a greenhouse tomato crop. II: Yield quantity and quality. Acta Hort. 458:231-237.
Wang, X., Geng, S., Ri, Y., Cao, D., Liu, J., Shi, D. and Yang, C. 2011. Physiological responses and adaptive strategies of tomato plants to salt and alkali stresses. Scientia Horticulturae 130:248–255.