La patata alicantina retrocede a marchas forzadas
20 de mayo de 2000
El cultivo de la patata en la provincia de Alicante está retrocediendo a marchas forzadas debido fundamentalmente a la falta de una buena organización comercial y a la sequía que asola los campos alicantinos. A estos dos factores, tenemos que sumar que los precios no han acompañado durante la campaña de este año, ya que la media se ha situado en torno a las 15 - 20 ptas/kilo, aunque no obstante la semana pasada se cerró una operación en la zona del Bajo Segura alicantino en torno a las 40 pesetas/kilo, para con buena calidad. En el sector patatero alicantino, se puede decir que se está produciendo una concentración de los grandes grupos de exportación de este tubérculo que están comprando aproximadamente el 80% de la producción patatera de esta provincia de la Comunidad Valenciana y también de la Región de Murcia. Atendiendo a este panorama, podemos decir sin ningún género de duda que la figura del almacenista - exportador prácticamente ha desaparecido o ha pasado a formar parte de este tipo de grupos empresariales. Sin embargo, la falta de una verdadera organización comercial en el mundo patatero ha sido el factor determinante que ha motivado, en parte, que la patata alicantina no se expansione sino que más bien retroceda. El retroceso se ha producido esencialmente en el capítulo productivo y no en el del rendimiento, pero el factor de la sequía también ha afectado a este tubérculo de dos maneras: menor rendimiento y con una calidad a la baja. La escasez de agua es el verdadero eje conductor de la 'crisis' que ha atravesado este producto en toda la franja mediterránea pero de forma más acusada en la provincia de Alicante. En comarcas como el Bajo Segura alicantino y el Campo de Elche, los productores ante la necesidad de regar sus explotaciones han recurrido a todo tipo de aguas, en algunas ocasiones, con lo que la calidad en algunas explotaciones se ha deteriorado progresivamente. Al mismo tiempo, la sequía también ha reducido la superficie de cultivo lo que ha conllevado que algunas hortalizas, como la alcachofa o el tomate, sustituyan a explotaciones que estaban dedicadas a la producción patatera.
