Resumen de la Jornada 'Preparados para la agricultura extrema'
Agricultura extrema: ciencia y tecnología para producir en las condiciones más exigentes
Jornadas Interempresas organizó, con el respaldo de la empresa Nutritec, la primera edición de la jornada 'Preparados para la agricultura extrema'. El evento reunió en Valencia a un grupo de expertos para analizar el impacto del estrés abiótico en cultivos hortícolas y aportar estrategias de manejo que ya están permitiendo producir con éxito en condiciones extremas de sequía y altas temperaturas en el norte de África.
Vídeos de la jornada 'Preparados para la agricultura extrema'
- 03/12/2025 - Interempresas y Nutritec abordan las estrategias para combatir los efectos del cambio climático en agricultura
- 03/12/2025 - Nutritec: una década de experiencia junto a técnicos y agricultores en condiciones extremas
- 03/12/2025 - Bioestimulantes para potenciar la respuesta de las plantas ante el estrés multifactorial
- 03/12/2025 - El estrés abiótico en plantas: Bases teóricas y su manejo en cítricos
- 03/12/2025 - Claves para el manejo de cultivos de alto valor en condiciones extremas
Los efectos del cambio climático en la actividad agrícola son de sobra conocidos. Exceso de calor, lluvias torrenciales, sequías prolongadas... Una combinación de factores que provoca mermas importantes en el campo y que pone en riesgo la viabilidad de los cultivos en amplias zonas del mundo. En el sur de Europa, y más en concreto en la cuenca del Mediterráneo, estas condiciones fuerzan la adaptación de las prácticas culturales y el manejo de los cultivos, así como los calendarios habituales de cosecha.
El uso de tecnología para la obtención de datos, como la sensórica para monitorizar el desarrollo de los cultivos o la información vía satélite para predecir los fenómenos atmosféricos, está contribuyendo a una mejor planificación del trabajo de técnicos y agricultores, al tiempo que permite actuar de forma preventiva para atajar o minimizar en lo posible los efectos del clima en la agricultura.
Unas condiciones que, aunque todavía no se reproducen con la misma intensidad en España que en los países del Magreb o Egipto, han permitido probar sobre el terreno y en condiciones reales la ìnnovación relacionada con el desarrollo de soluciones biotecnológicas que están haciendo posible la agricultura en zonas de clima extremo en el norte de África.
Con esta experiencia, la empresa Nutritec impulsó la celebración de la jornada 'Preparados para la agricultura extrema' el pasado 27 de noviembre en Valencia, para dar a conocer su visión sobre los retos de la agricultura en el contexto actual de cambio climático. Raúl Montoro, Business Manager Europa de Nutritec, señaló que “un pilar fundamental de nuestro trabajo es la comunicación con nuestros clientes, es nuestra fuente de inspiración para conocer sus necesidades y poder cubrirlas”.
Desde hace más de una década, Nutritec desarrolla soluciones biotecnológicas -bioestimulantes, fitoprotectores, correctores de carencias y activadores fisiológicos- validadas en escenarios de agricultura extrema, como las zonas desérticas del norte de África, donde la radiación, la salinidad y el déficit hídrico exigen la máxima eficiencia en cada intervención sobre el cultivo.
Estrés multifactorial en plantas
Las últimas investigaciones en el ámbito del estrés abiótico que sufren las plantas revelan que la combinación multifactorial de estreses -como la alta intensidad lumínica, altas temperaturas, sequías, inundaciones o heladas- es lo que provoca un mayor daño a los cultivos aunque, al mismo tiempo, una respuesta más eficaz para resistir ante estos fenómenos que si se adaptara de forma indivudual a cada uno de estos factores.
"Las respuestas de las plantas a la combinación de estreses abióticos son específicas y diferentes a las respuestas a los estreses individuales", remarcó la doctora Sara Izquierdo Zandalinas, investigadora del Departamento de Biología, Bioquímica y Ciencias Naturales de la Universitat Jaume I. Además, incidió en que "un número creciente de estreses provoca también cambios negativos direccionales en las propiedades, los procesos y las comunidades microbianas del suelo".
En base a los ensayos efectuados por el equipo de la doctora Izquierdo en cultivos como tomate, maíz, soja y arroz, se ha conseguido identificar grupos de genes activados específicamente ante condiciones de estrés multifactorial. Este avance ha permitido fijar 'targets' moleculares para futuros programas de mejora genética de plantas. Con el apoyo de Nutritec, la investigación ahora se centra en desarrollar productos bioestimulantes basados en microorganismos y extractos naturales que ayuden a potenciar la respuesta de las plantas ante el estrés multifactorial.
El doctor Riadh Ghorbel Rebai, asesor internacional de cultivos y colaborador en el Área de I+D+i de Nutritec, hizo un análisis exhaustivo sobre el estrés abiótico en plantas y su manejo en el cultivo de cítricos. En su presentación ofreció datos elocuentes sobre cómo prácticamente toda la cuenca del Mediterráneo se encuentra en "zona de alto riesgo por la escasez de agua, especialmente en Marruecos donde existe una sequía que dura ya 7 años", advirtió.
En el cultivo de cítricos en concreto, el doctor Ghorbel confirmó que las temperaturas extremas, tanto bajas como altas, pueden inducir estrés en la planta, lo que reduce la eficiencia en su crecimiento y desarrollo. En cuanto al manejo del riego, el experto recalcó que se debe "intentar siempre tener una superficie húmeda máxima adecuada para la calidad del agua disponible en la parcela. La profundidad recomendada de la superficie húmeda debe estar entre 10 y 40 cm".
Sobre el uso de bioestimulantes, su recomendación fue aplicarlos con antelación a las condiciones meteorológicas "críticas, adversas y estresantes" para la planta. Asimismo precisó que "es importante concentrar las aplicaciones en las fases clave para la producción, como la floración, la formación de frutos y la división celular, y para la calidad, en la formación y engorde del fruto".
A modo de conclusión, Riadh Ghorbel dijo que para resolver los problemas del estrés abiótico como resultado del cambio climático, "se necesita mucha investigación básica para comprender mejor la fisiología y la bioquímica dentro de la planta, así como aplicarla al desarrollo de bioestimulantes y a la mejora genética de los portainjertos y variedades de cítricos".
Experiencias de productores en zonas de clima extremo
La jornada acogió un interesante coloquio final en el que participaron Abdelfattah Baala, CEO de la empresa WAZO de Marruecos, y Ahmed Mohsen Mohamed, CEO de la compañía AMZA/EGO en Egipto. El primero, productor de Marrakech donde cultiva en una zona semiárida y con largos periodos de sequía, unas 300 hectáreas de cítricos, 30 de berries y 20 de tomate. Según su experiencia, los cultivos intensivos de alto rendimiento demandan "una cantidad mayor de conocimiento".
En su opinión, en la obtención de los parámetros adecuados de calidad y 'self life' para la exportación, "el estrés es un factor muy determinante, unido a la mayor demanda de calidad de nuestros clientes. Las mayores exigencias en los almacenes de confección es un aspecto que hace que la fruta pueda llegar a este punto del proceso casi descartada, si se ha visto afectada por el estrés abiótico".
El empresario marroquí recordó que "hace 20 años las variedades eran más sensibles, como en el caso del tomate, pero se ha avanzando mucho en la tolerencia a estos condicionantes. Hemos pasado de cultivo en suelo a considerar la hidroponía, y de los invernaderos básicos a estructuras tecnológicas dotadas de IA para mejorar las condiciones de cultivo. Además, el uso de plaguicidas se ha sustituido por la lucha biológica para reducir el estrés", concluyó.
En esta zona de Marruecos, "el estrés más habitual es la elevada temperatura y sus cambios bruscos. En combinación, el estrés hídrico y alta temperaturas se traducen en una mayor salinidad". Baala relató su experiencia en el cultivo de la variedad de mandarina Nadorcott, en la que "ahora se están produciendo problemas por exceso de calor, con 40 grados en diciembre, una temperatura que malogra el color de la fruta. El estrés actual complica mucho además la labor de postcosecha", concretó. "El secreto está en prevenir, aplicando tratamientos de bioestimulantes en el momento justo", concluyó.
Abdelfattah Baala, CEO de la empresa WAZO de Marruecos (centro), y Ahmed Mohsen Mohamed, CEO de la compañía AMZA/EGO en Egipto, compartieron sus experiencias en la mesa redonda que puso el broche a la jornada.
En el caso del productor de Egipto, con cultivos propios y prestando labor de asesoramiento en más de 500 hectáreas de uva de mesa, cítricos y mango, tanto en zonas totalmente desérticas como en el Delta del Nilo, y con una experiencia como empresa familiar de más de 20 años, pueden llegar hasta los 50 grados en verano y, en el norte, incluso a bajo cero, en tres zonas de cultivo muy distintas entre sí.
"Hace 30 años teníamos condiciones muy diferentes a las de ahora, lo habitual eran 20 grados en novimebre y ahora tenemos 35. Hemos tenido que adelantar los cultivos por esta razón, así como las épocas del año para la comercialización del producto. El principal problema es la modificación de las ventanas de exportación, lo que se traduce en la búsqueda de mercados alternativos para poder competir, como en la uva de mesa. Los inviernos son cada vez más prolongados, provocando la floración del cultivo cuando el sistema radicular aún no está desarrollado, lo que cambia el manejo", explicó.
El CEO de esta empresa confesó que se están planteando cambiar de zonas de cultivo y las variedades que producen por el efecto del cambio climatico. "Las nuevas variedades están facilitando esta adaptación, aunque es un proceso que puede durar hasta 3 años para aclimatarse a estas zonas. Además, el clima se está comportando de manera muy errática, y creo que afecta ya a todas las regiones productoras del mundo de una forma u otra".




















