El futuro del girasol en España: una industria potente en busca de materia prima nacional
Enrique Cabello, presidente de la Asociación Nacional de Empresas para el Fomento de las Oleaginosas y su Extracción (AFOEX)
12/05/2025
El estallido del conflicto en Ucrania puso de manifiesto la alta dependencia de la industria en España de la importación de semillas de girasol y sus productos en dos aspectos fundamentales: por una parte, un alza de los precios en un corto plazo y, por otra, la amenaza de desabastecimiento al consumo, tanto de semillas de girasol como de sus productos, lo que, entre otras cosas, derivó en un mayor control por parte de los gobernantes de los considerados stocks estratégicos, entre los que se incluye el girasol.
A esta situación hay que añadir el impacto de la actual guerra tarifaria iniciada por la administración del nuevo gobierno estadounidense, que no ha hecho más que contribuir al aumento de la volatilidad de precios de las materias primas en general y, en particular, de los precios tanto del aceite de girasol como de otras grasas vegetales, que se ven reflejados en la cadena de valor.
Mientras tanto, en España, la producción nacional de girasol resulta insuficiente para cubrir las necesidades de la industria, ya que actualmente la cosecha de girasol nacional representa menos del 70% de la demanda de la industria de molturación. Por tanto, esta situación nos hace cada vez más dependientes de la importación de terceros países de semillas, aceites y harinas de girasol. Como ejemplo, España necesita importar más de 600.000 toneladas de aceite de girasol que, unidas a las 400.000 toneladas producidas por la industria local, abastecen la demanda nacional de aceite, que se sitúa en torno al millón de toneladas.
La industria española de molturación del girasol es altamente eficiente y competitiva, pero su viabilidad se ve amenazada si no se garantiza un suministro suficiente de materia prima nacional. La falta de apoyo al cultivo en las políticas agrarias actuales y la ausencia de incentivos para los agricultores están limitando la expansión del girasol en España, a pesar de sus numerosas ventajas competitivas.
Otra de las bondades del girasol menos conocidas es el incremento de la demanda de aceite de girasol alto oleico, que mayoritariamente se obtiene de la molturación de semillas de girasol de alto oleico producidas en España.
Este aceite, por sus características lipídicas, tiene un alto valor para la industria alimentaria. Así lo demuestra el amplio catálogo de productos para el consumo humano que incluyen girasol alto oleico en su fórmula, desde galletas hasta aceite resistente a la fritura, pasando por la alimentación infantil.
Por último, hay que resaltar las bondades agronómicas del girasol, siendo un cultivo sostenible, con costes de producción bajos, que contribuye a la mejora del suelo. Gracias a su raíz pivotante, le permite obtener agua y nutrientes de capas profundas que se escapan a otros cultivos, lo que lo hace tolerar mejor los periodos de sequía. Además, es una opción para algunos regadíos tanto en primera siembra como en segunda siembra tras el cereal.
Desde AFOEX hemos transmitido recientemente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la urgencia de fomentar el cultivo nacional de girasol para garantizar la competitividad del sector. La actual Política Agrícola Común (PAC) no ofrece un marco de rentabilidad adecuado ni un refuerzo a la producción nacional. En este sentido, consideramos fundamental la recuperación de ayudas específicas que favorezcan su expansión y garanticen su sostenibilidad a largo plazo.
Desde el Ministerio se ha señalado que son firmes defensores del cultivo del girasol y que se ha debatido ampliamente su potencial sostenible dentro de la PAC. Sin embargo, su clasificación como oleaginosa en lugar de proteica por parte de la Comisión Europea ha limitado las opciones de apoyo financiero hasta la próxima revisión de la PAC en 2027. Como alternativa, se ha propuesto la creación de una entidad interprofesional del girasol que abarque toda la cadena de valor y promueva la competitividad del sector, en línea con lo realizado por otras organizaciones agrarias.
En este contexto, es imperativo establecer una estrategia integral que involucre a todos los actores del sector y que permita aumentar la producción nacional de girasol. Contamos con una industria fuerte y eficiente, pero su sostenibilidad depende de una apuesta decidida por la producción interna. La viabilidad de la molturación en España está en juego si no se toman medidas urgentes para garantizar una oferta nacional competitiva. Es momento de reforzar el cultivo del girasol en nuestro país, a través de una modificación de la PAC y sus ecorregímenes y consolidar su papel estratégico a través de programas de promoción apoyados por la cadena del girasol para que la sociedad conozca mejor las ventajas agronómicas y nutricionales del producto.
"La viabilidad de la molturación en España está en juego si no se toman medidas urgentes para garantizar una oferta nacional competitiva"




















