La genética al servicio de la actualidad cerealista

Es recomendable realizar un análisis de los rendimientos de la pasada campaña, los riesgos de adelantar las fechas de siembra de cebada de primavera y cómo hacer frente a las principales enfermedades del cereal.

Cuando todos los granos de cereal están cosechados, es hora de hacer el balance de la campaña. El objetivo es mejorar la futura toma de decisiones, de cara a aumentar rendimientos y reducir costes en esta campaña que está por comenzar. Según los últimos informes, este año se han obtenido unos rendimientos menores a los de la campaña pasada, pero por encima de la media de los últimos cinco años. Otro hecho diferencial respecto a la campaña 2019-2020 es el precio percibido por cebada-trigo, ya que este año, debido principalmente al precio internacional del maíz, ha sido notablemente superior al de la campaña pasada. Por ello, se puede catalogar la campaña como muy buena ya que, si bien se ha cosechado menos grano, los precios pagados compensan con creces esa diferencia.

Cultivo de las variedades LG Rufo y Saratoga.

Según Pablo Liras, jefe de Producto de Cereal de Semillas LG, “la elección de la variedad correcta para cada parcela juega un papel primordial en el éxito de la cosecha”. Para ello, es fundamental que el agricultor tenga claros, previamente, los objetivos buscados en su explotación. “No es lo mismo explotar los terrenos más fértiles con productos con altos techos productivos, como LG Casting en cebada de invierno, LG Nabuco en cebada de primavera y Tenor en trigos, que garantizar una estabilidad de rendimientos a lo largo de las campañas con variedades muy rústicas, como Saratoga en cebadas de invierno y LG Rufo en trigos”, analiza Liras. Por cierto, LG Rufo, el lanzamiento de este año de Semillas LG, fue nº1 en la red nacional GENVCE. “Si el objetivo es que nuestro trigo escape de los temibles asurados de fin de ciclo, deberemos optar por una variedad muy precoz como LG Albufera. Otro objetivo bien distinto sería obtener una cebada pagada con prima, ya que en ese caso Chronicle, al estar aceptada por la industria maltera, sería la variedad para elegir”, apunta.

En la mayoría de los casos, la estabilidad de rendimientos viene explicada por el perfil sanitario de la variedad. “Sin duda, tener los campos de mejora vegetal instalados en España es una ventaja a la hora de obtener variedades tolerantes a las enfermedades”, destaca Liras. Y es que, aunque en esta campaña pasada ha habido ataques significativos de royas, las enfermedades foliares no fueron tan agresivas como en la campaña 2019-2020. Antes de seleccionar una variedad es importante reflexionar sobre la pasada campaña, de cara a analizar qué plagas y enfermedades han sido predominantes y así, de esta manera, poder anticiparse a posibles problemas futuros. Por ejemplo, seleccionar una variedad con alta tolerancia a roya amarilla es una garantía de éxito, dado que disminuye el número de tratamientos fitosanitarios (en caso de ser necesarios), minorando los costes de la explotación, aumentando su rentabilidad y permitiendo tener un mayor margen de maniobra para combatirla (en el caso de que sea necesario tratar el cultivo). Si se decide sembrar trigo sobre trigo, variedades como Tenor, con genes de resistencia, tendrán una menor incidencia de mal de pie por pseudocercosporella.

El análisis de los rendimientos permite mejorar la futura toma de decisiones.

Una tendencia que se viene observando en las últimas campañas es el adelantamiento de las fechas de siembra de cebadas de primavera en los meses de invierno. Sin embargo, sembrar variedades primaverales demasiado pronto comporta altos riesgos, que influyen directamente disminuyendo los rendimientos, como lo son el espigado antes de tiempo, al cual le podrán afectar las heladas tardías; o que la planta, al estar en continuo desarrollo en un ambiente mucho más húmedo, pueda verse muy afectada por enfermedades foliares.