Cuaderno Digital de Explotación en España (CUE): mucho más que un 'excel' obligatorio
Mariano Larrazabal
Ingeniero Agrónomo y Consultor en transformación digital del sector agropecuario y agroalimentario
13/11/2025Hay quien piensa que el Cuaderno de Explotación es solo papeleo. Sin embargo, para quienes viven el campo de cerca, ya sea un técnico, agricultor, asesor o gestor de cooperativa, es mucho más que un 'excel' obligatorio.
Cada anotación, cada tratamiento registrado, cada parcela identificada… no son simples casillas para la Administración, son decisiones que tomamos a contrarreloj, con presión de plazos, personal justo y campañas que no esperan a nadie. Y conviene recordar una cifra para entender la magnitud del reto: en España hay 914.871 explotaciones agrarias, con una superficie media de 26 hectáreas, según el último Censo Agrario del INE. Eso significa casi un millón de realidades distintas, muchas gestionadas por familias, pymes agrarias o agricultores que todavía llevan el registro en una libreta o en un Excel. Pensar que todos ellos pueden adaptarse al mismo ritmo a un sistema digital sin acompañamiento es, como mínimo, ingenuo.
Acompaño a diario a equipos que intentan cumplir con la normativa sin perder el ritmo del campo, que es donde de verdad se juega la rentabilidad. Y en 2025 tenemos un punto de inflexión importante: el Cuaderno Digital de Explotación Agrícola (CUE) ha pasado a ser voluntario temporalmente durante el periodo PAC 2023-2027, salvo en algunos casos específicos como fitosanitarios o nutrición de suelos.
Pero, tampoco nos engañemos. No es una retirada, es una tregua. Porque a partir del siguiente periodo PAC, el CUE volverá a ser obligatorio para las explotaciones que superen ciertos umbrales de superficie o tipo de cultivo. Y mientras tanto, la obligación de llevar cuaderno (en papel o digital) y registrar ciertas actividades sigue plenamente vigente, como viene ocurriendo desde hace más de una década.
Por eso, he decidido escribir este artículo, para separar ruido de realidad, aclarar qué dice exactamente el BOE, qué cambia y qué no, y, sobre todo, cómo prepararse sin estrés.
¿Qué es realmente el CUE y cómo se conecta con SIEX y REA? (explicado en lenguaje de campo)
Cuando empiezas a leer sobre el Cuaderno Digital de Explotación, las primeras tres siglas que aparecen SIEX, REA y CUE, parecen sacadas de un manual administrativo. Pero en realidad, entendidas bien, tienen lógica. Te las voy a explicar como si estuviéramos hablando en una finca, no en un despacho.
Imagina que el sistema agrario español fuese una red de carreteras:
- SIEX sería la autopista nacional. Es la gran infraestructura informática que está construyendo el Estado para que todos los datos agrícolas puedan circular sin atascarse entre distintas administraciones. La idea es sencilla, si ya se sabe cuántas hectáreas tienes, qué cultivas o qué ayudas solicitas, no tendría sentido volver a declararlo diez veces.
- REA sería el peaje de acceso de cada comunidad autónoma. Es el registro donde se valida la ficha básica de cada explotación: quién es el titular, qué superficie tiene, qué cultivos hay, en qué parcelas. Es decir, es el 'quién soy y qué tengo'.
- Y el CUE, el famoso Cuaderno de Explotación, no es un registro oficial, sino el cuaderno de ruta del agricultor. Tradicionalmente ha sido una libreta o un 'excel' donde se anotan los tratamientos, fertilizaciones, siembras, riegos, labores, cosechas. En definitiva, todo lo que sucede sobre el terreno, día a día.
Entonces, ¿cómo encajan entre sí? Muy fácil:
- El CUE es tu herramienta (puede ser en papel o digital).
- El REA es el registro donde la Administración sabe quién eres.
- Y el SIEX es la autopista por donde puede circular esa información, si tú decides conectarte.
Y aquí viene lo importante:
- Llevar cuaderno sigue siendo obligatorio, como siempre.
- Pero, solo si lo llevas en digital y compatible, podrás conectarlo a SIEX para que algunos datos se envíen automáticamente y no tengas que repetir papeleo cada vez que te soliciten algo.
Marco legal del Cuaderno Digital en 2025
Antes, el mensaje era más tajante: “Digitalízate ya o te caerá una sanción”. Ahora, tras los últimos cambios legislativos, el mensaje se ha matizado. Habrá cuaderno digital obligatorio, pero no para todos ni de la noche a la mañana.
Vamos por partes. Lo que dicen las normas 'de verdad' (traducido a lenguaje humano):
- RD 1054/2022: es la norma que puso los cimientos del sistema. Aquí nacen oficialmente SIEX, REA y el CUE digital. Fue el punto de partida, pero dejó muchas dudas en el campo.
- Orden APA/204/2023: esta fue la que puso orden en el contenido. Dijo con claridad qué información debe tener un cuaderno para considerarse válido. Es decir: “ya no vale cualquier libreta con cuatro apuntes, hay campos mínimos que documentar”.
- RD 34/2025 (enero de 2025): es probablemente la norma más importante para entender dónde estamos ahora. Introduce dos mensajes clave:
-El Cuaderno Digital será voluntario hasta 2027 (durante el periodo PAC actual).
-Pero volverá a ser obligatorio en el siguiente periodo PAC (2028-2034) para explotaciones que superen ciertos umbrales de tamaño.
- RD 1311/2012 (modificado también en 2025): sigue obligando a llevar registro de tratamientos fitosanitarios, como siempre. La novedad es que permite mantenerlo en papel hasta el 31 de diciembre de 2025, siempre que se use el formato europeo actualizado.
Novedad de última hora: Europa respalda una prórroga para el cuaderno digital en fitosanitarios… pero aún no es oficial
Esto se confirmó a comienzos de octubre 2025 en el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF), donde la Comisión Europea aprobó retrasar la obligatoriedad del cuaderno digital para tratamientos fitosanitarios del 1 de enero de 2026 al 1 de enero de 2027, mediante modificación del Reglamento de Ejecución (UE) 2023/564. El Comité respaldó la propuesta, a la espera de ratificación oficial. (A fecha 10 de octubre aún faltaba su publicación oficial en el Diario de la Unión Europea, por lo que aún no era definitivo).
¿Qué significaría esto en la práctica? Que se ha entendido el mensaje que venía del campo: no se puede pretender que un agricultor de 70 años, con una conexión limitada y sin formación digital, pase de un cuaderno en papel a una plataforma digital compleja de un año para otro. Las organizaciones agrarias y varios Estados miembros, entre ellos España, han insistido en que el problema no es solo técnico, también es humano y socioeconómico.
Entonces… ¿cuándo sería obligatorio de verdad el CUE digital? El escenario previsible según las orientaciones actuales (todavía no es algo oficial sino una declaración de intenciones) sería:
- Hasta finales de 2027: Digitalizar el Cuaderno es voluntario, salvo excepciones específicas como grandes aplicaciones de productos fitosanitarios en determinados contextos.
- Desde el siguiente periodo PAC (previsto 2028-2034): Será obligatorio solo para explotaciones medianas y grandes, es decir:
o Más de 30 hectáreas de cultivo o terreno agrícola
o Más de 5 hectáreas de regadío
o Más de 0,1 hectáreas bajo invernadero.
Quien esté por debajo de esas cifras, podrá seguir con cuaderno en papel. Quien las supere, deberá llevarlo digital e interoperable con SIEX. Es importante reseñar que estas cifras no están aún recogidas en normativa oficial, pero marcan una tendencia clara: la implantación no será 'para todos a la vez', sino ajustada a la capacidad real de gestión digital de cada explotación.
Interoperabilidad y responsabilidades: el papel lo aguanta todo, pero el sistema aún no
Si uno se queda solo con lo que dice el BOE, podría pensar que la digitalización del sector ya está resuelta: cada comunidad autónoma tiene su acceso para el REA y, en algunos casos, para el Cuaderno Digital; el FEGA ha creado un índice de portales y preguntas frecuentes del SIEX; y, en teoría, todo debería conectarse como un engranaje perfecto.
Pero cualquiera que haya intentado entrar en tres plataformas distintas de tres comunidades para gestionar varias explotaciones sabe la realidad: la interoperabilidad aún está más en el papel que en la práctica. ¿Quién tiene el control de los datos? La normativa lo deja claro:
- El titular de la explotación es responsable de la veracidad de todo lo que declara. Si hay un error, aunque lo haya introducido un técnico, asesor o incluso un software que hace 'volcados automáticos', la responsabilidad legal recae sobre el agricultor.
- Las comunidades autónomas son las que custodian la información oficial, y deben volcarla al sistema central del Estado (FEGA/MAPA) al menos dos veces al año.
- Además, cada explotación tendrá asignado un código SIEX único que servirá como 'matrícula' para cruzar datos entre registros.
¿Y dónde está el problema? El problema no es lo que está escrito, sino cómo se aterriza. Hay 17 formas distintas aproximadamente de acceder a los datos, porque cada comunidad tiene su portal, con sus claves, sus formatos y sus plazos. Algunos accesos funcionan bien… otros fallan con frecuencia, sobre todo en campañas pico. Si una explotación tiene parcelas en varias comunidades, cada vez más habitual en cooperativas, SAT o empresas de servicios agrícolas, la gestión se vuelve un rompecabezas administrativo. Y mientras tanto, el titular sigue siendo responsable de lo que pone su cuaderno, aunque ese cuaderno lo haya rellenado medio equipo y haya pasado por tres plataformas diferentes.
En mi opinión, la tecnología no es el problema. El problema es la coordinación. España ha querido construir primero la autopista (SIEX), pero no ha unificado todavía las normas de circulación entre comunidades. Eso genera un doble riesgo. Por un lado, que el agricultor acabe desconectándose por frustración y, por otro, que el sistema termine digitalizando el caos, en lugar de ordenar y simplificar.
El camino está bien planteado, pero necesita tres cosas clave si queremos que funcione en la vida real:
1. Una ventanilla única real, no 17 accesos distintos.
2. Responsabilidades compartidas, porque no tiene sentido que todo recaiga en el titular cuando hay técnicos, cooperativas y software volcando datos en su nombre.
3. Un soporte humano en territorio, no solo manuales en PDF o números gratuitos que nunca responden.
Si el SIEX quiere ser de verdad la 'autopista del dato agrario', ahora hace falta lo más difícil: que todos conduzcan por el mismo carril sin salirse en cada frontera autonómica. Y eso no lo arregla un decreto, se arregla con coordinación.
Ventajas y problemas reales del Cuaderno Digital, dicho sin rodeos
No todo es blanco o negro. El Cuaderno Digital tiene cosas buenas y otras que hoy siguen cojeando. En opinión Jesús Regodón Ruiz, responsable de Herramientas Digitales aplicadas al sector agroalimentario del Grupo Cajamar, el sector agroalimentario español "se encuentra en un momento de profunda transformación, impulsado por la necesidad de responder a complejos retos ambientales, económicos y sociales. La digitalización y la adopción de nuevas tecnologías no son ya una opción, sino una necesidad para garantizar su sostenibilidad, competitividad y resiliencia en el futuro".
Las herramientas digitales para la toma de decisiones, que permiten recopilar, analizar y utilizar datos de manera efectiva, "son esenciales para optimizar la producción, gestionar recursos de forma eficiente, cumplir con las normativas y adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y el clima", afirma.
Regodón aclara además que "un buen ejemplo de herramientas digitales, son los Cuadernos Digitales de Explotación, hay que verlos más que para cumplir con la normativa, que también, como medios que ayudan a hacer que los cultivos, las explotaciones, sean lo más rentables posibles, ya que podremos tomar mejores decisiones por la cantidad de información que nos pueden facilitar".
En su opinión, prueba de ello es que "grandes corporaciones del sector, como cooperativas o empresas privadas, están apostando por estas herramientas, en nuestro caso, por CXTierra, nuestro Cuaderno Digital de Explotaciones, ofreciéndolo a sus socios, como un medio que ayuda a mejorar las productividades y rentabilidades de sus explotaciones de la forma más eficaz y eficiente, y al mismo tiempo, cumplir la normativa", concluye.
Después de ver cómo lo están viviendo muchas explotaciones, lo resumo así:
Lo bueno (por qué el sistema tiene sentido… si se hace bien)
- Al menos ya sabemos a qué atenernos. Con el RD 34/2025 se ha dejado claro que no hace falta ir con prisa este año, que el uso digital será voluntario hasta 2027, y que solo será obligatorio más adelante para quienes superen ciertos tamaños. Eso da aire y permite planificar con tiempo.
- Si se conecta bien con SIEX, puede ahorrarnos papeleo. La idea de fondo es buena: si ya tengo mis datos en el sistema, no tendré que repetirlos cada vez que pida una ayuda o pase una inspección.
- Tener los datos bien apuntados da seguridad. Cuando hay un control, un conflicto o una duda sobre un tratamiento o una superficie, si lo tienes bien registrado, duermes más tranquilo. Ahí el formato digital ayuda, todo queda ordenado, con fecha, parcela y producto.
Lo que sigue fallando (y por qué muchos lo ven con recelo)
- Cada comunidad autónoma funciona a su manera. Quien tiene fincas en varias regiones sabe lo que es: tres claves, cuatro portales y diez formatos diferentes. Esto hace que muchos quieran digitalizar y, a la vez, se cansen antes de comenzar.
- No es solo cambiar del papel a una app: hay que enseñar a la gente. El problema no es el programa, es el tiempo y la formación. Si el aplicador no sabe cómo registrarlo, si el encargado tiene miedo de tocar la tablet, si el técnico no revisa los datos, el sistema se convierte en un lío mayor.
- No todo el campo tiene buena cobertura. Si el software no funciona offline o tarda en sincronizar, no sirve. El campo no espera a que el wifi vuelva.
- Digitalizar sin organizar antes es peor. Si hoy hay errores en papel, dosis mal apuntadas, parcelas sin nombre claro, duplicados, pasarlos tal cual al ordenador es digitalizar el caos. Primero hay que ordenar, luego digitalizar.
- Hay normas que se solapan entre sí. Uno te pide registrar tratamientos de una forma, otro exige otro formato para fertilización, y luego PAC lo interpreta distinto. Si no unifican criterios, el agricultor no sabe cuál es 'la versión buena'.
El Cuaderno Digital puede ser una herramienta útil y hasta liberadora, pero solo si se implanta con sentido común, a nuestro ritmo y con apoyo real. Porque digitalizar por obligación es un problema. Pero, digitalizar para trabajar más tranquilo y con menos papeles, eso sí merece la pena.
¿Y qué está haciendo la gente que mejor lo lleva?
En las explotaciones que veo más avanzadas, hay un patrón común: No han esperado a que se lo impongan, pero tampoco se han tirado de cabeza. Han empezado por una parcela piloto o por un cultivo concreto; han nombrado a una persona 'curiosa digital' dentro del equipo, no siempre el titular, a veces es un hijo, un encargado joven o un técnico externo. Han comparado dos o tres herramientas antes de decidir, no se han casado con la primera demo bonita que les enseñaron.
Lo resumo así: no lo han visto como 'cumplir con el BOE', sino como 'bajar trabajo al futuro'.
Digitalizar sí, pero a nuestro ritmo y con sentido
Que el Cuaderno Digital sea voluntario por ahora no es una marcha atrás. Todo lo contrario, es una oportunidad para prepararse sin prisas y sin multas. El RD 34/2025 ha hecho algo importante que es aclarar quién tendrá que llevarlo digital y a partir de cuándo. ¿Entonces qué hacemos? ¿Esperamos al último día o nos adelantamos con cabeza? Mi recomendación, después de verlo en muchas fincas, es clara: Si hoy estás cómodo en papel, no lo abandones por obligación, pero tampoco te quedes durmiendo en él. Piensa que lo que hoy es práctico mañana puede ser un límite.
Antes de que llegue la obligación, prueba ya alguna herramienta digital sencilla en una o dos parcelas y aprovecha para digitalizar lo que más tiempo o dinero te quita, para ir viendo lo beneficios. No para cumplir una ley, sino para ver si realmente te ahorra tiempo o te lo complica, si funciona en campo, si sirve con poca cobertura, si lo puede usar el aplicador, etc.
Porque el Cuaderno Digital por sí solo no te va a dar más rendimiento, pero sí puede ayudarte a evitar errores antes de una inspección; a tener claro qué se aplicó, dónde y cuándo; y a no perder horas buscando papeles o revisando libretas antiguas. Y en un sector donde los márgenes son cada vez más ajustados y las campañas cada vez más tensas, ahorrar tiempo y evitar sustos es tan importante como aplicar un buen tratamiento o planificar una siembra a tiempo.
No se trata de digitalizar porque lo imponen. Se trata de digitalizar con sentido, con ventajas. Y ahora podemos hacerlo con criterio y con margen, no con miedo.
Si una explotación tiene parcelas en varias comunidades, cada vez más habitual en cooperativas, SAT o empresas de servicios agrícolas, la gestión se vuelve un rompecabezas administrativo
El Cuaderno Digital puede ser una herramienta útil y hasta liberadora, pero solo si se implanta con sentido común, a nuestro ritmo y con apoyo real




















