Mejoras en suelo, planta y fruto tras dos campañas de pruebas en campo
Resultados del GO REBIO sobre la aplicación de bioestimulantes en almendro
La Sala Mudéjar del Rectorado de la Universidad de Córdoba acogió la Jornada Final del Grupo Operativo REBIO, bajo el título 'Bioestimulación Sostenible: Resultados, Aplicaciones y Futuro'.
El acto fue inaugurado por María del Carmen Campillo, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM) de la Universidad de Córdoba, quien destacó la relevancia creciente de la sostenibilidad en el sector agroalimentario. En sus palabras, Campillo subrayó que iniciativas como REBIO contribuyen a avanzar hacia una agricultura más sostenible, reconociendo además el papel clave del suelo como ente vivo y protagonista en la aplicación efectiva de bioestimulantes.
Asimismo, puso en valor la colaboración entre las entidades que integran el Grupo Operativo —BALAM Agriculture, Cortijo La Reina, SAT Córdoba y la Universidad de Córdoba—, señalando que este enfoque integral, desde el suelo hasta el productor, permite una transferencia de conocimiento real y eficaz.
Resultados más destacados
Entre los resultados más destacados figuran la alta densidad microbiana del suelo, que se traduce en beneficios como mayor fertilidad, retención de agua, resistencia a enfermedades y mayor capacidad de secuestro de carbono. En lo que respecta al fruto, se registró un incremento en el calibre y en la presencia de compuestos bioactivos como taninos y flavonoides, que podrían aumentar la resistencia a plagas y enfermedades, y por tanto, el valor comercial del producto.
La ponencia incluyó también una contextualización del papel de los bioestimulantes en el cultivo del almendro, de especial importancia para España, y el marco regulador actual. Todo ello se basó en una comparación rigurosa con una línea base inicial, establecida al inicio del proyecto para medir los efectos reales de la bioestimulación.
A continuación, Juan José Herrero, director técnico de Cortijo La Reina, compartió su visión desde la experiencia directa del agricultor. Presentó sus ensayos en campo con diferentes tipos de bioestimulantes, resaltando el crecimiento de este mercado y la necesidad de seguir avanzando en la transferencia de conocimiento hacia el agricultor. Herrero definió a los bioestimulantes como herramientas clave en la nueva agricultura, marcada por la eficiencia y la sostenibilidad.
Posteriormente, Francisco Márquez, profesor de la ETSIAM y doctor ingeniero agrónomo, aportó su experiencia de más de una década en el uso de bioestimulantes en la finca experimental de Rabanales. Márquez reflexionó sobre los retos y oportunidades que ha observado desde 2009 en cultivos extensivos como el trigo, cerrando su intervención con una mirada hacia el futuro de estos productos en el contexto global.
La jornada concluyó con las palabras de Juan Carlos Cañasveras, director de Desarrollo de Negocio e I+D de BALAM Agriculture, quien agradeció el compromiso de todos los participantes durante los años de trabajo del Grupo Operativo REBIO y esbozó los posibles pasos futuros del consorcio.






















