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mercados Keter Para consumidores comprometidos con el respeto al medioambiente y la economía circular, Keter propone como solución los cubos de reciclaje Keter Split Premium y Keter Compact Store, para tenerlos fuera de casa todo el año, en el patio o el jardín. Con la apariencia de un armario moderno y funcional, Keter Split Premium esconde dos grandes bolsas de reciclaje (de 110 litros cada una). Tiene dos puertas frontales y tiradores grandes de tacto suave, que facilitan el acceso a las bolsas de almacenaje. Y, además, tiene dos tapas superiores independientes, de apertura fácil: con una l igera presión se abren. Se monta muy rápida y fácilmente y puede cerrarse con candado. Otra solución es Keter Compact Store, con capacidad para tres bolsas de 110 litros dentro de un armario de aspecto discreto y funcional. Soporta la acción de los rayos UV, por lo que puede permanecer todo el año en el exterior sin problemas. Se monta de manera fácil y rápida y es una solución perfecta para clasificar el material desechable en tres apartados. Tiene una cómoda tapa superior que facilita la introducción de los desperdicios en cada bolsa. Y la retirada y sustitución de estas puede hacerse a través de las puertas frontales: sencillo y práctico. Tatay Este cubo de reciclaje con separador y pedal tiene una capacidad de 25 litros e integra un marco sujetabolsas, para mayor comodidad. Está disponible en color gris y es fabricado en España con polipropileno de alta calidad, libre de BPA. Destaca por su excelente relación calidad-precio, su apertura mediante pedal y la fácil colocación de dos bolsas, con una buena sujeción en todo su perímetro. residuos es una incógnita. Empieza a hablarse, por ejemplo, de grandes cubos de ruedas en las comunidades de vecinos (donde ello sea posible), al estilo de lo que sucede en muchas ciudades europeas. Ello supondría sacar los cubos de nuestras cocinas, patios y galerías para conducirlos a espacios comunes. De momento… Hasta que todos estos cambios lleguen, la realidad es que los sistemas de separación de residuos son necesarios en cualquier hogar. Cada familia tiene su propio método, siendo los cubos de reciclaje uno de los más funcionales, con una gama amplia de productos, calidades, precios, capacidades, materiales y diseños. El mercado es tan amplio que podemos afirmar que ha alcanzado su plena madurez. En estos momentos, las ventas de reposición adoptan un papel importante, aunque la primera adquisición también se está recuperando, como consecuencia del crecimiento del mercado inmobiliario y de la formación de nuevos hogares. Los fabricantes de cubos de reciclaje han pasado de un momento en que era necesario concienciar y aportar soluciones a los consumidores que empezaban a seleccionar sus residuos a un nuevo escenario en el que ofrecen mejoras imaginativas, incluyendo una mayor adaptabilidad a las características de los hogares (número de miembros, superficie de las viviendas, fracciones más voluminosas, capacidad adquisitiva...). Además, se trata de productos que han hecho un esfuerzo estético y que se han ido incorporando a la decoración del hogar. La tendencia se dirige hacia los colores metalizados y las formas elegantes, que se integran perfectamente en la decoración, convirtiendo el cubo no ya en algo necesario (pero molesto) sino en un objeto decorativo, que «queda bien» en nuestras cocinas. Cualquier contenedor debería ser suficiente para recoger los residuos que una familia media, de cuatro miembros, genera en una jornada. Los receptáculos en el interior de los cubos varían por lo general entre 8 y 18 litros. Lo ideal es que no todos los contenedores tengan el mismo tamaño, sino que se adapten al volumen de la fracción: no ocupa lo mismo un envase que los restos orgánicos de comida; ni todos los residuos se generan con igual frecuencia. La tendencia más evidente es el incremento de capacidades de los contenedores: cada vez son más los modelos con un volumen superior a los 25 litros. Algunos cubos están pensados para poderse colocar en el suelo, que es lo habitual, pero también encima de la encimera de cocina. También es común que dispongan de un sistema de colgado en la pared y son muchos los fabricantes que optan por cubos modulares, que pueden apilarse vertical-mente o unirse horizontalmente, componiendo islas que cada consumidor combina a su manera. Para la apertura de la tapa, el sistema más habitual es el de pedal, aunque se están generalizando los mecanismos de pulsación, que funcionan con una simple presión de la mano. También aparecen las tapas que pueden bloquearse para que permanezcan abiertas y, de este modo, facilitar la tarea de tirar los residuos (es importante, por ejemplo, cuando se trata de la fracción orgánica, en los cubos diseñados para encimeras). Los receptáculos deben estar provistos de asa y algunos incorporan una zona de agarre en la base, para vaciarlos con facilidad. Los puntos de sujeción de la bolsa de basura deben ser suficientes para asegurar que ésta no se mueva y que no se pueda derramar su contenido. Los bordes de los cubos suelen ser redondeados y suaves, reforzando de este modo su carácter compacto. Y, a nivel de limpieza, ésta se facilita si se evitan los espacios de difícil acceso y se incluyen elementos desmontables, como bandejas inferiores. «Existe una gama amplísima de productos, calidades, precios, capacidades, materiales y diseños, adaptados a las necesidades de todos los hogares» 46 - menaje

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