Ascensores y Montacargas 93

Una sólida coyuntura El Índice de Solidez de la Internacionalización 2017 (ISI), que se actualiza cada año, evalúa la solidez de la internacionalización española basándose en cuatro pilares: sus resultados, los actores que participan en ella, los elementos habilitadores y su inserción en las cadenas de valor global. Según este, la solidez de la internacionalización de la economía española mejoró un 2,97% a lo largo de 2017, situando la solidez de la internacionalización en los 6,86 puntos sobre 10. La buena evolución de las exportaciones y el establecimiento de filiales en el exterior son los principales factores que contribuyen positivamente sobre el Índice de Solidez de la Internacionalización. También ha influido en el crecimiento del ISI la buena evolución de las empresas implantadas en el exterior y el indicador de base exportadora. «Pese a la recuperación del mercado interior, siguen siendo muchas las empresas que se lanzan a la exportación y ensanchan laBaseExportadora. El objetivo es que esta exportación se consolide y pasen a ser exportadoras regulares», explica el director general de Amec, Joan Tristany. Al mismo tiempo, «cada vez más empresas deciden hacer un pasomás e implantarse en los mercados exteriores. Las implantaciones a su vez hacen crecer el volumen de exportación, puesto que la matriz acostumbra a suministrar a sus filiales en el exterior», añade Tristany. Por el contrario, entre los indicadores que contribuyeron negativamente en el ISI 2017 se encuentran la evolución de la inversión extranjera que, pese a aumentar, lo ha hecho sin el dinamismo de años anteriores, así como la diversificación geográfica de la inversión. Además, el resultado del ISI se ve afectado a su vez por cierto empeoramiento del indicador del acceso de las empresas a los instrumentos financieros, necesarios para las empresas para sus operaciones. EEUU y Asia, el gran reto Según el informe de coyuntura de Amec, existe una elevada diversificación de mercados donde las exportaciones a la Unión Europea representan solo un 57,3%del total, con una importante caída del comercio hacia al Reino Unido del 6%. EEUU, el cuarto mercado de las empresas de amec y el primero fuera de la Unión Europea, continúa siendo el principal foco de interés a pesar de la incertidumbre generada por la tendencia proteccionista. «La oportunidad está en EEUU y Asia, por su dimensión y crecimiento», destaca el presidente de amec, Manel Xifra, que indica que debe tenerse en cuenta estas áreas para complementar el posicionamiento que las empresas internacionalizadas tienen en Europa. Con el importante aumento experimentado en México, el continente americano gana peso hasta situarse en el 18,2% de las exportaciones. Rusia vuelve a despertar el interés de las empresas, mientras que las exportaciones al Reino Unido caen. Más competencia y más costes El endurecimiento de la competencia internacional es la mayor dificultad a la que tuvieron que hacer frente las empresas internacionalizadas durante 2017. Así, por segundo año consecutivo, mencionaron este endurecimiento, incluidos los países low cost, como el factor que les ha condicionado de forma más negativa, junto con el coste de la energía y las materias primas. Frente a estas dificultades, las empresas citan la innovación y la apertura a más mercados como las principales estrategias previstas para 2018. Tanto es así que la industria internacionalizada continúa poniendo el foco en la innovación: la inversión en I+D+i aumentó de promedio el año pasado hasta el 4,8%, un punto más que el año anterior. Las empresas, que prevén mantener o aumentar esta inversión, citan también la innovación en procesos y productos como la estrategia que les ha sidomás eficaz en 2017. EXPORTACIÓN disminuye los riesgos», señalaba Tristany en las conclusiones. Para el presidente de Amec, Manel Xifra, «el actual modelo de ecosistemas está desarrollando otra forma de hacer empresa. Tanto es así que durante el Fórum las empresas industriales pusieron de manifiesto que, para poder relacionarse con el ecosistema, es necesario que adopten una nueva cultura cooperativa, lo que requiere un liderazgo que sepa captar el talento y gestionar la diversidad en el escenario global. «Alcanzar volumen mediante la colaboración con competidores» fue otra de las ideas que los ponentes compartieron con los asistentes como una de las estrategias habituales de las empresas internacionalizadas. «Anticipar, estudiar y responder a demandas que aún no se han producido» fue otro de los consejos de los expertos de las mesas a las empresas en un contexto en el que la digitalización es inexorable y en el que contrastar el conocimiento del mercado con profesionales de otro sector productivo constituye siempre una visión nueva y enriquecedora del mismo. Una estrategia diversificada Los cambios producidos por la introducción de tecnologías disruptivas fue otro de los aspectos abordados en las mesas de debate. En este sentido, Emma Fernández, directora general de Indra entre 2006 y 2015 y consejera independiente de varias compañías, quien este año fue la responsable de la ponencia inaugural hizo especial hincapié en «la necesidad de las empresas de tener una estrategia bi-modal (que calificó como «cierta esquizofrenia»), de modo que se refuerce el negocio establecido funcionando como una start-up en otros aspectos», aunque también apuntó que «cuanto más grande es una organización, más difícil resulta esta estrategia bi-modal y de ahí la importancia de trabajar en clústeres e identificar las startups más flexibles y dinámicas». Y es que, como aseguró posteriormente «aunque la innovación debe estar presente en el ADN de las empresas, es muy difícil que la disrupción –básica en un momento en el que la tecnología ha transformado la sociedad– venga de dentro». Innovación para la competitividad La necesidad de innovación de las empresas para competir en un entorno cada vez más globalizado es una de las principales reivindicaciones de Amec, la asociación de empresas industriales internacionalizadas, desde donde nos advierten que el actual modelo de innovación no contribuye al mantenimiento de la competitividad internacional de la economía y las empresas. Y avalan esta valoración con cifras contundentes. Durante la crisis, el conjunto de la UE ha incrementado la inversión en I+D un 25%, mientras que en España ha disminuido un 10% y, en términos relativos, nos vuelve a la posición de 2004. Así, según el Índice Global de Innovación, España ocupa la posición 28 por detrás de Malta, Estonia y Chequia. Los presupuestos públicos han disminuido un 30% desde 2010, a lo que hay que sumar además que solo se ha ejecutado un 50% de la inversión, tal y como refleja el Informe COTEC-2017. En España la inversión en I+D+i respecto al PIB fue del 1,19%, muy lejos aún del objetivo 3% requerido por la UE para 2020. A esta realidad se suma la baja participación de las empresas en la actividad de innovación, situándose en la mitad de la media de la UE. Destaca la baja contribución de las grandes empresas, pero aunque las pymes contribuyen en un porcentaje superior, en el periodo 2010-2016 la proporción de pymes consideradas innovadoras ha caído un 38%. informe 26 - Ascensores y Montacargas

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx