Ascensores y Montacargas 84

CONFERENCIAS CUESTIÓN DE SEGURIDAD El primer bloque de conferencias tras la introducción estuvo centrado en un tema clave para la industria: la seguridad. Carine Le Callonnec, Coordinadora del Grupo de Trabajo de Formación de ELA, y Rafael Herrero, Coordinador del Grupo de Trabajo SNEE ELA fueron los encargados de destacar los avances de los esfuerzos realizados por la Asociación para mejorar la seguridad para los trabajadores y usuarios tanto de ascensores como de escaleras mecánicas respectivamente. Seguridadpara trabajadores yusuarios Basta echar un vistazo a las más frecuentes de lo deseable noticias sobre accidentes que aparecen en los medios de comunicación de todo el mundo o incluso navegar por algunas páginas web para darnos cuenta del mal uso que ha menudo se hace de los sistemas de transporte vertical tanto por parte de los usuarios como de los trabajadores. La industria de la elevación ha tomado como uno de sus principales retos trabajar para mejorar esa seguridad en todos los ámbitos para lo cual, tal como explicó Carine Le Callonnec, cuenta con dos importantes herramientas: por una parte, las leyes tanto nacionales como europeas –que han tenido resultados espectaculares en países como por ejemplo, Francia, donde se han reducido de forma notable los accidentes– y, por otro, la educación para modificar los comportamientos de trabajadores y usuarios En este último ámbito es donde se están centrando los últimos esfuerzos del grupo de trabajo de formación de ELA, como evidencia la publicación de un manual que reúne las prácticas generales y específicas que deben seguirse en todo momento en la instalacón, mantenimiento, reparación y modernización de ascensores. Prácticas básicas de seguridad El manual, traducido ya a un buen número de idiomas, está disponible en nuestro país bajo el título «Prácticas Básicas de Seguridad: Ascensores», fundamentalmente enfocado a las empresas, ya que estas tienen la obligación y la responsabilidad de proteger a sus trabajadores de cualquier riesgo relacionado con la realización de las actividades propias de su sector. Contiene las medidas de seguridad que deben cumplir los trabajadores contratados y subcontratados del sector de la elevación por lo que, si se aplica, se ayudará a obtener el nivel más alto de seguridad posible. Le Callonnec habló también de la necesidad de ofrecer información y formación a los usuarios, en especial a los niños y las personas mayores, los más vulnerables a posibles accidentes por un uso incorrecto de los dispositivos de elevación, para lo cual no se descartan una serie de acciones promocionales en distintos canales, tanto de comunicación como escuelas y foros públicos. Mejorar la seguridad de las escaleras mecánicas Por su parte, el Coordinador del Grupo de trabajo de ELA para el Desarrollo de SNEE (Safety Norms on Existing Escalators), Rafael Herrero centró su intervención en la mejora de la seguridad de las escaleras mecánicas existentes, el medio de transporte masivo más usado de Europa y del que apenas hay información. De hecho, tal como explicó, pese a que según la ELA existen unas 130.000 escaleras mecánicas instaladas, este dato no es oficial, por lo que el primer paso para optimizar su seguridad sería recabar la información necesaria, entre la que se incluyeran datos como la propiedad de las mismas, dónde se encuentran instaladas y desde cuándo, para pasar a la que sería la cuestión clave: ‘¿en qué condiciones se encuentran?’. Marconormativo Si bien una información detallada sobre el sector es básica para garantizar su seguridad, no lo es menos el marco normativo que recoja las normas de seguridad para escaleras mecánicas. En este sentido, Rafael Herrero destacó la importancia del nuevo estándar EN-115-2, la mejor herramienta para llevar a cabo ese trabajo, tanto por lo que se refiere a escaleras mecánicas de nueva instalación como a las ya existentes que, según Herrero, deberían someterse a comprobaciones se seguridad según el mismo para, posteriormente, informar tanto a los propietarios como a la administración de sus condiciones. La necesidad de inspecciones periódicas y el papel de los organismos notificados y la administración desde la perspectiva de detectar problemas de seguridad, recomendar mejoras y fijar un periodo de tiempo para adaptar las escaleras mecánicas ya instaladas a la norma son, en palabras de Rafael Herrero, «la clave para mejorar la seguridad y la imagen de unos dispositivos que, pese a ser solo una gota en el océano en comparación con los ascensore, mueven a miles de personas en todo el mundo». «El último estándar se publicó en 2010, ya estamos en 2016 y podría decirse que ya vamos tarde», concluyó Herrero haciendo un llamamiento a ELA para que utilice todo su potencial para convencer a las administraciones en este tema. Carine Le Callonnec Rafael Herrero 21 - Ascensores y Montacargas

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