AE7 - Aeronáutica

INTELIGENCIA ARTIFICIAL 36 más competitivo, donde la posibilidad de prever conmayor claridad escenarios futuros es cada vez menor. Ya no solo por la carencia de información o des- información generalizada y tendencias engañosas sino también por la misma aparición de eventos casi impredeci- bles. Lo que deriva en que ya no solo la supervivencia de la empresa esté en juego, sino que también la adqui- sición de nuevos clientes y mercados, y la misma gestión de proyectos sea cada vez más arriesgada, compleja e imprecisa. Lograr entender los cambios que se están produciendo es de vital importancia para todos nosotros. Un conocimiento detallado de los requi- sitos aptitudinales ayuda a rediseñar los programas de formación de las universidades y a su vez nos da luces sobre las nuevas competencias que deben tener los gestores de proyec- tos. No es solo cuestión de tener la información correcta, que también, sino de tener personas en el equipo con aptitudes de liderazgo capaces de generar seguridad, transmitir un mensaje claro y motivar a sus equipos de trabajo. Ya que en un mundo con más información de la que se puede llegar a digerir, la única ventaja que se tiene sobre la empresa con la que se compite y a lo único a lo que ella no puede acceder es su capital humano. La Industria 4.0, las distintas políticas económicas y muchas veces injustas entre países, los avances en la robótica y la continua investigación y generación de resul- tados a través de la Inteligencia Artificial (IA), no hace más sino gene- rar desconcierto sobre la estabilidad de la fuerza de trabajo. Por otro lado, hoy en día las organiza- ciones deben actuar más centradas en el cliente y acelerar sus procesos internos, debido a la creciente rele- vancia en la digitalización y a la nada despreciable presión de la competi- tividad internacional y velocidad del cambio que esto conlleva. Para lograrlo, es necesario establecer estrategias para cambiar su forma de trabajar, ajustando sus procesos, métodos y herramientas [3], lo que les permitirá que continúen siendo relevantes en el mercado. Desde hace ya varios años, se está convirtiendo de vital importancia para las organizaciones lograr alinear su cartera de proyectos con los objetivos estratégicos, además de analizar los rendimientos obtenidos con el fin de maximizar el valor obtenido y equilibrar la priorización, asignación de recur- sos y valorar los riesgos a asumir en estos proyectos. Sin embargo, tanto el aumento en las incertidumbres que vivimos, como el replanteamiento de los objetivos, derivan en que las per- sonas que deben tomar decisiones estratégicas sobre esta cartera de pro- yectos lo realicen en condiciones no aptas. Tan solo a través de la definición de criterios precisos de selección de proyectos, una organización puede conseguir alcanzar sus objetivos [4]. Pero no por definir estos criterios se obtiene automáticamente una reduc- ción de la complejidad durante el ciclo de vida del proyecto. Aún tendrán en frente distintas fuentes de riesgo que influyen en su éxito [5]: • Identificación inadecuada de los requisitos del cliente y los objetivos de la organización. • Escasa capacidad de evaluación y reconocimiento de resultados por una inadecuada evaluación de objetivos. • Asignación inapropiada de recursos al proyecto. • Replanificación y reajuste de objeti- vos por la evaluación del mercado. • Planificación incorrecta o falta de rigurosidad en la aplicación de pro- cesos de gestión de proyectos, o inclusive, en algunos casos por la misma falta de procesos definidos. Este escenario viene a demostrar la necesidad de replantear continua- mente los procesos seguidos en la gestión de proyectos, la información necesaria para obtener una imagen clara de su evolución, una correcta evaluación del valor ganado y el cum- plimiento paulatino de los objetivos. Dedicar esfuerzos a mejorar la capaci- dad de gestión de proyectos dirigidas a apoyar estrategias de cambio y rease- guramiento de la cartera de proyectos, llevarán a mejorar la gestión de las tareas realizadas durante las distin- tas fases del proyecto asegurando el rendimiento en términos de valor para los clientes, participación en el mercado y competitividad de la orga- nización [6]. Una nueva tendencia en la mejora de gestión de proyectos basada en la obtención de datos y análisis con técnicas de IA, está llenando espacios cada vez más grandes en la investiga- ción académica probando su valía y siendo incluida cada vez más en prác- ticas habituales de empresas (Apple, IBM, Facebook, Google o Amazon, entre muchas otras). Sin embargo, no se nece- sita tener ni el tamaño ni los recursos

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