TradeSport 202 - Septiembre 2012

rreno con marchas; todo el mundo quería una bici de 18 marchas, y puesto que en aquellos años Decathlon aún no existía, las tiendas de bicicletas y los multideporte que entonces apostaban –o apostaron- por el bike, tuvieron un crecimiento espectacular. Un crecimiento que, como suele pasar, conllevó una sobreoferta y, también, la inevitable invasión de modelos de gama baja –o muy baja- (como pasó luego con los modelos plegables, que regalaban, incluso, con 4 cupones del periódico). La calle se llenó de auténticos hierros de calidad más que dudosa, pero ese crecimiento fue la base para consolidar un segmento, una red de tiendas especialistas bastante sólida y, sobre todo, un comprador potencial. De esas bicicletas con 18 marchas y de componentes con una calidad más que dudosa aún quedan, pero la evolución del bike en los últimos 20 o 30 años ha sido, simplemente, espectacular. En todo: producto, especialización, oferta, categorías, diseño y, sobre todo, en I+D. El boom de los 80 sirvió, como hemos dicho, para asentar las bases de lo que hoy en día en el bike. No fue fácil, porque como toda moda, lo que en un día creció, en un día cayó. Las ventas mantuvieron un buen ritmo en los primeros años y las grandes marcas internacionales comenzaban a llegar a España, pero las cosas cambiaron a principios de los 90, con uno de los históricos baches del deporte. Las ventas se estabilizaron primero y comenzaron a caer – con fuerza- después. El público potencial era cada vez más débil, la gente no renovaba su material porque apenas lo usaba y, además, el precio medio comenzaba a dispararse porque las marcas estaban apostando muy fuerte por la innovación. Por si fuera poco, en esos años desembarcó en España la cadena francesa Decathlon y lo hizo, además, poniendo al bike como caballo de batalla, con primeros precios que ninguna marca internacional podía ofrecer. La época dorada del bike llegaba a su fin y el mercado, selectivo como siempre, empezaba a definir su futuro: el comercio multideporte empezó a dejar de lado este universo porque ya no era lo suficientemente rentable –por espacio, por margen, por dedicación…- y poco a poco se fueron haciendo fuertes las tiendas especialistas. Pequeños talleres se convirtieron en tiendas importantes y la red de comercios especializados se afianzó, rápidamente, en el gran referente para los practicantes habituales. La madurez quedaba muy cerca y nadie esperaba cambios importantes a corto y medio plazo. Pero no fue así, y superada la “depresión” de finales de los 90, y de la mano de la segmentación –y subsegmentación- y de un “renacimiento” de la pasión por el bike, se dio un nuevo punto de inflexión. El bike, convertido en un canal independiente, volvía a ganar fuerza y, esta vez, los síntomas apuntaban a un crecimiento largo y sostenido donde la salud, la categorización y, sobre todo, la movilidad, tendrían un papel clave… Respecto a la salud, basta decir que el bike se ha beneficiado de las mismas tendencias que el outdoor o el running: la gente quiere mantenerse en forma e ir en bicicleta es alternativas muy atractivas –también en precio-. Esta realidad explicaría, en parte, el auge de practicantes y ventas, sobre todo en nuevos targets que hasta ahora no eran prioritarios para el canal, como la mujer o los llamados seniors. Otro aspecto importante –clave- en el crecimiento del bike ha sido la superespecialización del comercio. Que muchas tiendas multideporte hayan dejado de lado este segmento ha sido, aunque pueda parecer paradójico, muy positivo para el bike. El segmento se ha especializado y el público también. Los precios medios han subido, la tecnología mejora año tras año, y las gamas altas tienen precios que nadie, hace 20 años, podía imaginar. Además, cada vez son más los bikers que no ponen el precio como principal argumento de compra y que están dispuestos a pagar 2, 3 ó 4 mil euros por una buena bici. El consumidor ha sabido valorar los avances que se han dado en I+D, conoce los beneficios que aporta la tecnología y está dispuesto pagar por ella. Así, no sorprende que el crecimiento de las gamas medias y, sobre todo, altas, haya sido espectacular. Incluso en un contexto como el actual. Seguramente siguen representando un porcentaje mucho menos importante que el de los precios más asequibles (sobre todo si metemos en el saco a Decathlon), pero la deHay que tener muy claro que desde hace años el bike es un mundo aparte: pese al paso que acaban de dar algunos operadores del canal multideporte, en especial Intersport, si hay algo que destaca por encima de todo en el universo Bike es su “independencia” respecto al canal “tradicional”. Con los años la especialización se ha acrecentado y el poco comercio multideporte que lo trabajaba lo ha ido abandonando. TS 73

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