TradeSport 163 - Febrero 2009

tiendas con este formato que no tengan entre su oferta textil o calzado para alguna de estas actividades. Además, las tiendas especializadas se han posicionado con mucha fuerza, y su supervivencia y, sobre todo, su crecimiento, es una de las mejores pruebas del buen momento que vive este segmento. Un buen momento que, como suele pasar, también se ha traducido en una fuerte emergencia de nuevas marcas en nuestro mercado. Algunas han conseguido ganar cuota poco a poco y otras, pese a su fuerza en otros países, no han logrado “calar” en nuestro país. A diferencia del running, el factor moda puede marcar un punto de inflexión en el segmento, sobre todo en las ventas. Cada vez hay más consumidores que están apostando por este tipo de prendas para el día a día. Las marcas, incluso las que tradicionalmente han apostado por prendas ultrafuncionales, lo han visto, y desde hace años en sus colecciones de textil y calzado hay líneas pensadas para un uso “urbano”. Es lo que muchos llaman Urban Outdoor. En definitiva, todo apunta a que la cifra de practicantes seguirá subiendo, aunque mucho más lentamente que en estos últimos años. Las ventas, obviamente, seguirán un desarrollo similar, aunque hay dos factores que pueden ayudar a que pese a que la cifra de practicantes no cambie mucho, sí lo hagan las ventas: por un lado, si se logra concienciar a los practicantes de la importancia de utilizar calzado y textil adecuados –técnicos- las ventas pueden dispararse, porque como ocurre con otras modalidades, el porcentaje de deportistas que practican deportes outdoor con material poco aconsejable es aún bastante alto. Por otro lado, la reciente irrupción de la estética outdoor en el mundo del sportwear puede marcar un punto de inflexión para este segmento. En nuestro país ya se empieza a notar la creciente presencia de estas marcas en las calles, aunque viendo su peso en otros países y la tendencia de la mayoría de marcas a potenciar las líneas urbanas (y técnicas), es probable que a corto plazo, si todo va bien, pueda darse un nuevo boom. El único problema será encontrar, en estas colecciones, el equilibrio lógico entre la tecnicidad que define este segmento y el precio que demanda el consumidor. FITNESS: CAMINOS ENCONTRADOS El fitness es otra de las modalidades deportivas que se ha “beneficiado” de los cambios de ritmo de vida y de los nuevos hábitos de práctica deportiva. Los deportes que engloba este segmento tienen, también, una capacidad liberadora importante y ésa es, seguramente, una de las razones de su fuerte crecimiento en practicantes. Es uno de los deportes que mejor se adapta a las nuevas necesidades del practicante habitual –el que tiene asimilada la importancia de hacer deporte- y, sobre todo, de quien generalmente no suele hacer deporte pero que quiere empezar a practicarlo. Son modalidades que generalmente son fáciles de practicar, están al alcance de todo el mundo –el nivel dependerá de los objetivos que se marque cada uno- y, sobre todo, no están sujetos a horarios, especialmente desde que los gimnasios han entendido que la vida no acaba a las ocho de la tarde sino que es precisamente después de esta hora cuando la gente puede empezar a disfrutar de su tiempo. El problema al que se enfrenta el fitness, y que especialmente afecta al sector, es que el crecimiento en practicantes no ha venido acompañado de un aumento de las ventas. Hay varios motivos que justificarían este desfase y muchos de ellos tienen su origen en la dificultad de definir exactamente qué es un artículo de fitness: la variedad de modalidades que tiene hoy en día el fitness ha conllevado que sea muy difícil establecer qué son exactamente unas zapatillas o una camiseta de fitness. Quien va al gimnasio a hacer cinta debería hacerlo con calzado y textil running; si hace cicling utilizará material pensado para bicicleta y así con casi todas las modalidades. Al final, después de esta “depuración”, sólo nos quedarán algunas modalidades de bajo impacto u otras actividades de sala como el aeróbic o el step, así que a partir de ahora, cuando hagamos referencia a las ventas, será básicamente de las vinculadas al aeróbic… Además, no podemos dejar de lado otro asunto muy importante: aunque poco a poco la gente va concienciándose, es muy habitual que quien acude al gimnasio no lo haga con material técnico específico, sino que utilice un calzado convencional más versátil y textil que en la mayoría de casos no ha salido de una tienda de deportes. No en vano, el fitness ha sido uno de los sectores que mejor ha comprobado la fluctuación del mundo de la moda y tras algunos años en los que la estética fitness, sobre todo en calzado, triunfaba dentro y fuera de los gimnasios, de un día para otro este look se convirtió en obsoleto y las ventas cayeron en picado. En cuanto al comercio, el hecho de que muchas de estas tiendas se hayan reconvertido en tiendas de sportwear o estén buscando otras alternativas –como la especialización, y no precisamente en fitness- para adaptarse a la realidad del mercado no ha ayudado mucho a las ventas, y pese a la presencia fuerte que tiene este segmento en las tiendas –un 73,66%, con una media de 6 marcas por tienda), no es un segmento que se trabaje especialmente bien (a nivel de presentación, de oferta, de promociones…) porque muchos detallistas lo consideran secundario. El potencial del fitness existe y es tangible. Que el número de practicantes haya experimentado un fuerte impulso y que las previsiones apunten a que esta tendencia seguirá, es un estímulo para intentar conseguir que practicantes y ventas se equilibren. Pero tenemos que ser conscientes de que por las características de este segmento, eso es muy difícil. Muchos deportes de gimnasio están directamente vinculados con otros segmentos como el running o el bike, y si las ventas crecen los que saldrán ganando serán éstos. Es un segmento muy abstracto y eso, sin duda, repercute en las ventas. El potencial, en este caso, es básicamente en lo que a practicantes se refiere. Las ventas no experimentarán un boom; su presencia en el comercio seguirá siendo parecida a la actual y difícilmente habrá una proliferación de tiendas especialistas. BIKE. UN CANAL ESPECIALISTA... E INDEPENDIENTE El bike es un mundo aparte. Y lo ha sido siempre. Su potencial en practicantes, en ventas y comercios es seguramente uno de los más El fitness es el mejor ejemplo de que no siempre el aumento de practicantes implica una mejora en las ventas. Pese al boom que han experimentado los deportes de gimnasio, el sector apenas ha logrado mejorar sus ventas y en la tienda no ha dejado de ser un segmento secundario ts56

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