TradeSport 147 - Septiembre 2007

tas suficientemente importante como para tenerlas en cuenta, sobre todo si además tenemos en cuenta que son las que mejor han sabido hacerse un hueco en otros canales. En el lado más técnico, con mucho menos volumen de ventas pero con una buena progresión, el mercado está controlado obviamente por las especialistas, que han sabido adaptsre perfectamente al auge que está experimentando el segmento outdoor -y todos sus artículos-.Así, marcas como The North Face, Dakine, Lowe, Salomon, Salewa o las nacionales Ternua o Artiach -por mencionar algunas- han sabido desarrollar colecciones ultrafuncionales de mochilas que han tenido muy buena acogida entre los practicantes. Además, con la irrupción de la estética outdoor dentro del sportwear han conseguido tener una presencia importante en las calles de las ciudades. En el plano más urbano, es decir, más allá de lo que podría considerarse deporte -atlético- hay dos artículos que están experimentando un buen comportamiento en los últimos años; son los relojes y las gafas, que tanto en el mundo del deporte como en el de la moda se han convertido en una buena alternativa para abrir nuevas vías de negocio, sobre todo en su vertiente más lifestyle. Además, como hemos dicho, son dos tipos de artículos que permiten a las marcas entrar con fuerza en otros canales con mucho peso, como el de las relojerías y el de las ópticas. En relojes convencionales, como en mochilas, las grandes multinacionales compiten con las marcas gliss -que obviamente no han dejado escapar la oportunidad-, mientras que en el plano más técnico -que también lo hay, y también ha experimentado un buen comportamientoel mercado está dominado por marcas como Suunto o Polar (con precios medios mucho más elevados). Respecto a las gafas, también ha sido una de las categorías que mejor ha sabido aprovechar el filón del sportwear. Marcas relacionadas con el mundo de los deportes de nieve o del motor con mucha experiencia en este segmento (por sus colecciones técnicas), como Oakley, Cebé o Arnette, se han dejado seducir por la moda -y por el importante volumen de gafas de sol que se venden cada año- y han desarrollado colecciones de uso cotidiano. A éstas se han añadido marcas más generalistas como Converse o las surferas, aunque en este caso, pese a su buena acogida en nuestro sector, su introducción en el canal de la óptica es un poco más complejo por la fuerte competencia y porque muchas marcas clásicas de gafas -algunas muy vinculadas a la moda- también se han apuntado a la tendencia sport. Finalmente, más allá de las mochilas, los bolsos -donde, por cierto, Puma está obteniendo resultados muy buenos-, los relojes o las gafas, deportes como el fútbol y sobre todo los deportes oudoor, el esquí y el snowboard, cuentan con una amplia gama de accesorios que en algunos casos, como los guantes, representan un volumen muy importante de las ventas de este segmento y han generado una industria especializada muy fuerte y con mucha competencia (y un segmento con identidad propia). A la importancia de los guantes dentro del sector también podríamos añadir la de los calcetines, que también han conformado un subsegmento con identidad propia en el que las marcas especializadas -generalmente vinculadas al outdoor (con marcas nacionales como Lorpen, o Mund…) pero que en algunos casos, como Accapi o Medilast, tienen modelos que se adaptan a varias disciplinas deportivas- luchan con las generalistas, que hoy por hoy dominan el mercado. Apuesta segura Aunque sea un segmento mucho menos explotado de lo que cabría esperar, los complementos son probablemente el producto que mejor relación beneficio-espacio ofrece al detallista. Su buen margen, bastante por encima de la media del sector, y su buena rotación, lo convierten en una apuesta bastante firme que puede aportar al detallista deportivo una diferenciación que hoy por hoy se ha convertido en imprescindible. Es cierto que tal y como está el sector actualmente, es difícil encontrar un producto cuya rentabilidad esteéasegurada. Sin embargo, todo lo tenga que ver con los complementos tiene muchos números, por margen y por espacio, para convertirse en una buena apuesta. Además, no hay que olvidar que en algunos casos se trata de artículos que encajan muy bien dentro de lo que podríamos llamar compra compulsiva. Actualmente, y desde hace mucho años, los complementos representan alrededor del 10% de la facturación del sector y todo apunta, si las cosas siguen así y la moda sigue ganando terreno, que seguirá aumentando esta proporción -aunque de forma paulatina-. Las marcas generalistas son conscientes de ello y en sus colecciones cada vez hay más oferta de este tipo, muchas veces desarrollada con el objetivo de abrirse con fuerza en otros canales. En cuanto a las especialistas, siguen innovando año tras año conscientes de que su público es cada vez más amplio y que ahora no sólo se limita al practicante. Sea como sea, y gracias sobre todo al boom del steetwear, los complementos son una de las categorías con mayor potencial del sector y en los próximos años seguirá siendo una apuesta segura, tanto para quienes siguen confiando en lo atlético como, sobre todo, para aquellos que han dado un giro importante a la orientación de su negocio y han apostado por el sportwear. No en vano, esta categoría es una de las que menos diferencias puede hacer entre moda y deporte, razón de peso para que todas las tiendas de deporte que están apostando ciegamente por la moda deportiva, tengan en consideración todo lo que podría aportarles una mayor presencia en tienda de este tipo de productos. El único problema al que nos enfrentamos es que la moda, mucho más ágil y preparada para responder a la demanda, vuelva a ganarnos la partida y saque más provecho que nosotros a los complementos de nuestras marcas. Habrá que estar atentos; no estamos para desaprovechar oportunidades. Aunque sea un segmento mucho menos explotado de lo que cabría esperar, los complementos son probablemente el producto que mejor relación beneficio-espacio ofrece al detallista ts42 El creciente peso de los complementos y su tendencia a seguir el camino del textil, es decir, a "urbanizar" su look, ha acabado por dividir el segmento de los complementos -como ha pasado en el sector en general- en dos: complementos técnicos y complementos no técnicos o de "moda".

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