TradeSport 147 - Septiembre 2007

El poder es algo muy ansiado, y son muchos los ejemplos que demuestran que para muchas personas alcanzarlo se convierte en algo casi existencial; en un fin en sí mismo. Y en el siglo XXI el poder se asocia cada vez más a la información ¿Quién no ha oído alguna vez la famosa frase "La información es poder"?. Pero el poder, aparte de permitir a los que lo ostentan tener la potestad de tomar decisiones, también tiene obligaciones. Cada vez tiene más importancia para las empresas la llamada Responsabilidad Social Corporativa. En un mundo globalizado, las multinacionales cada vez tienen más cuidado con las consecuencias de sus decisiones empresariales. En nuestro sector, por ejemplo, acabamos de ver como Nike ha rectificado su decisión de eliminar su fabricación en Indonesia por la repercusión que estaba tomando el asunto. Pero el poder también tiene obligaciones; unas éticas y otras estéticas. Esto podemos resumirlo en una famosa frase que muchos de ustedes habrán oído alguna vez: "Aparte de serlo, hay que parecerlo". El serlo es la parte ética; y el parecerlo es la parte estética. Dice el diccionario de la Real Academia que la ética es la parte de la filosofía que trata de la moral. Esto, aplicado a las organizaciones empresariales, quiere decir que los dirigentes de las organizaciones empresariales han de tomar decisiones empresariales que éticamente sean irreprochables. Al mismo tiempo, los consejeros de una sociedad deben ser un ejemplo para los demás socios, para los proveedores y para los clientes. Y sus acciones deben ser elegantes. Desgraciadamente, en nuestro sector, estamos viendo como algunos dirigentes toman decisiones éticamente reprobables y, sobre todo, estéticamente feas. ¿Como si no, se puede catalogar a alguien que públicamente dice una cosa y hace lo contrario? Desde hace tiempo hemos visto como diversos directivos de varias centrales de compras lanzan constantemente el mensaje de que hay que asociarse para no desaparecer. Sin embargo, paradójicamente, alguno de estos dirigentes toma decisiones estéticamente poco elegantes, como montar una franquicia monomarca de una marca de reconocido prestigio. ¿En qué quedamos? ¿Hay que agruparse, o hay que ir por libre y montar franquicias monomarca? Otros dirigentes dicen públicamente que no creen en las marcas propias y sin embargo, en las empresas de las que son consejeros, las imponen a sus asociados. Como detallista cada uno puede tener su propia opinión, pero como consejero hay que guardar las formas y contar hasta 10 antes de mandar mensajes mediáticos contradictorios. La consecuencia de todo esto es que muchos asociados hacen más caso a los comentarios privados que le hacen algunos consejeros que a los mensajes institucionales que algunos dirigentes lanzan en grandiosas entrevistas contando las excelencias de sus planes. Seguro que más de uno habrá oído a uno de esos dirigentes decir eso de "No hagas caso, eso son cosas que se dicen, pero ya sabes que al final todo queda en la mitad de la mitad. Hazme caso, que llevo más de 20 años en este mundo". En otras ocasiones, un consejero discrepa de la mayoría, y como consecuencia, el resto del consejo le hace el vacío, despreciándole y ninguneándole, hasta que, por dignidad, dimite (aún hay gente que no se presta a cualquier cosa con tal de estar en la cúpula dirigente). Otras veces algunos dirigentes toman la decisión de expulsar a un socio por ser algo crítico o protestón. Estos comportamientos no son éticos ni elegantes, y provocan una fractura social que es muy difícil de reparar. Creo que ya es hora de recuperar la cordura y los valores éticos, y dejar de aprovecharse de situaciones de privilegio. Y si no, existen tremendas oportunidades en el sector de la distribución para crear organizaciones nuevas que, con valores éticos, estéticos y con mucho sentido común, puedan darle un vuelco a un sector cada vez más complicado. Estas organizaciones tienen que tener el coraje de afrontar los problemas de fondo, proponer soluciones creativas a proveedores y asociados y, entre todos, crear un entorno donde la innovación, el respecto, la honradez y el servicio al socio sean las base de su forma de pensar y actuar. Para terminar, y como resumen de este artículo, no se olviden que en la vida, "además de serlo hay que parecerlo"… [ o p i n i ó n ] ts22 Ética y estética del poder Los dirigentes deberían tomar decisiones empresariales que fueran éticamente irreprochables. En nuestro sector, desgraciadamente, estamos siendo testigos de todo lo contrario, con dirigentes que toman decisiones éticamente reprobables... y estéticamente feas Manuel A. Castro Hermida Socio Director de CMG www.cmgconsultores.com mcastro@cmgconsultores.com Creo que ya es hora de recuperar la cordura. Existen tremendas oportunidades en el sector de la distribución para crear organizaciones nuevas que, con valores éticos, estéticos y con mucho sentido común, puedan darle un vuelco a un sector cada vez más complicado

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