TradeSport 126 - Octubre 2005

[nuevos mercados] La práctica deportiva: una cuestión de Estado Para el gobierno -y para las marcas- potenciar la práctica deportiva debe ser una prioridad para evitar que España sigua aumentando su sedentarismo y el deporte sea cada vez más minoritario Redacción, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 8 min. Algunas estadísticas aparecidas en los últimos meses han confirmado, como muchos temíamos, que España es uno de los países con mayor índice de obesidad infantil y con menor índice de práctica deportiva. De estos datos se desprenden, también, dos aspectos bastante preocupantes: por un lado, que cuatro de cada cinco niños de entre 5 y 14 años no hacen absolutamente nada de ejercicio; y por el otro, que para los jóvenes el deporte ha pasado a un plano secundario como actividad de ocio y, sobre todo, como "destino" de sus gastos, algo que afecta directamente a nuestro sector. Pero aunque el fomento de la práctica deportiva sea un aspecto clave para el futuro del mercado de artículos deportivos y especialmente para las empresas que centran su negocio en marcas atléticas, se trata de una cuestión que va mucho más allá de lo que a nosotros nos interesa y que debe resolverse urgentemente si no se quiere que España, aparte de un país viejo y sedentario, sea un país enfermo. Subvenciones irrisorias Que la administración no ha gestionado correctamente el gasto que destina al fomento del deporte es evidente. Como lo es, que para el gobierno -este y otros anteriores- el deporte profesional es mucho más importante que el deporte "aficionado". Parece evidente que quienes deciden las subvenciones que se destinarán al deporte no han entendido que ni éste está reservado a los campeones, ni el principal objetivo de quienes lo practican es la medalla de oro. Y ése es el gran problema de España. Y la gran paradoja: tenemos grandes campeones en muchas disciplinas, pero a nivel de práctica deportiva somos un país muy retrasado. Es obvio que para cambiar las cosas los recursos no deberían limitarse al deporte profesional y sería mucho más lógico que la mayoría de las subvenciones que el gobierno tiene previsto destinar al deporte fueran dirigidas a fomentar la práctica deportiva entre la sociedad. Las cosas, sin embargo, no pueden cambiar si quienes tienen el poder de hacerlo, no comprenden que el deporte es una inversión y no un gasto-. Pero no basta con promover campeonatos entre institutos - iniciativas que generalmente son locales-, lo que hay que hacer es invertir dinero -y bastante- para mejorar las infraestructuras y para permitir el acceso a todas las actividades deportivas. Y para ello el gobierno central tiene que mejorar sustancialmente las inversiones en promoción del deporte. Además, si tenemos en cuenta los gastos que, a nivel sanitario, puede tener a medio y largo plazo una sociedad sedentaria, la inversión puede ser muy rentable, principalmente porque puede reducir el gasto en sanidad (insostenible actualmente). Asimismo, como ya lo han intentado "demostrar" varias campañas -la mayoría iniciativa de empresas privadas- el deporte también puede ser un elemento integrador y puede tener un papel determinante en la lucha contra la marginalidad, la drogadicción, la delincuencia juvenil y otros problemas sociales. Pero éste quizás sea un tema más complejo y que requiere un análisis mucho más profundo que el que se necesita para, simplemente, buscar soluciones para fomentar el deporte entre los más jóvenes. Iniciativas Como hemos dicho España no destaca actualmente por sus niveles de práctica deportiva. Al contrario. Hoy por hoy, y para desgracia del sector deportivo -y el de la salud- España está en boca de muchos por su baja cultura deportiva, su irrisorio índice de practicantes y su, para muchos, limitada infraestructura deportiva. Y aunque eso es así desde hace algunos años, parece que es ahora, cuando España aparece en las primeras posiciones de las listas de países con mayor índice de obesidad, que las instituciones empiezan a mover ficha y se empieza a percibir una preocupación extendida por incrementar la salud y la calidad de vida de la población a través del deporte. Aunque, como hemos dicho antes, el Consejo Superior de Deportes siempre ha cuidado con cierto esmero el deporte profesional, con el plan Ado como principal estandarte y con los Centros de Alto Rendimiento como fábrica de profesionales (y que en la mayoría de disciplinas ha obtenido buenos resultados), hay varias asignaturas pendientes mucho más importantes a nivel social, como la potenciación, promoción, coordinación y gestión del deporte entre los más pequeños (a nivel escolar), los más jóvenes y en un mayor plano, a nivel popular. Y afortunadamente parece que las cosas empiezan a cambiar. O al menos eso es lo que parece si tenemos en cuenta algunas iniciativas tomadas por el gobierno central (a petición del propio CSD) y por algunas comunidades. El gobierno central mueva ficha Concientes de las complicaciones que puede conllevar un progresivo descenso de la práctica deportiva, el gobierno ha empezado a buscar soluciones para luchar contra el sedentarismo y los problemas que pueden derivarse de éste (obesidad, enfermedades…). El pasado 18 de mayo el grupo socialista presentó una proposición no de ley para hacer un estudio de necesidades de hábitos saludables en relación con el deporte para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. En la proposición, aprobada por mayoría, el grupo socialista señalaba que "los objetivos más inmediatos que se persiguen con la práctica deportiva son la búsqueda de una mayor calidad de vida y el mejoramiento físico en general, pero también son muy importantes aspectos como una mejor integración social (…) y en el caso de los más jóvenes la práctica del deporte es un instrumento idóneo para prevenir problemas relacionados con el consumo de drogas y otras conductas de riesgo social como la xenofobia, la intolerancia o la violencia juvenil. El Ministerio de Educación y Ciencia y por supuesto los responsables del Consejo Superior de Deportes, se hacen eco de la necesidad de una política deportiva más accesible en la que la alta competición conviva con el deporte que vamos a llamar de salud y ocio, así como de la necesidad del acceHoy por hoy, y para desgracia del sector deportivo -y el de la salud- España está en boca de muchos por su baja cultura deportiva, su irrisorio índice de practicantes y su, para muchos, limitada infraestructura deportiva ts22

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