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12 Plan Renove de construcción fabricadas en 2021 se ha visto reducido aproximadamente en un 15% respecto al consumo en máquinas fabricadas en 2010, con un especial impacto en el caso de las máquinas de obras públicas. Este porcentaje de ahorro se refiere a un valor promedio calculado para el conjunto de máquinas fabricadas en esos dos periodos, por lo que el ahorro real para un determinado tipo de máquina oscilará en función de sus características (tipo, tamaño, potencia, …). Además de esta mayor eficiencia, también es preciso tener en cuenta que, gracias a las nuevas tecnologías implementadas en las máquinas y a los intervalos de mantenimiento más prolongados, se puede estimar en una máquina fabricada en 2021 una mejora de la productividad de un 10% con respecto a su modelo equivalente fabricado en 2010. Por lo tanto, el ahorro de combustible real será aún mayor al que podríamos pensar si solo valoramos el consumo medio de combustible. Para poder visualizar este ahorro de combustible con un ejemplo específico, vamos a comparar dos retrocargadoras de 68 kW, la primera fabricada en 2010 con un consumo medio de 5,8 l/h y la segunda fabricada en 2021, más eficiente, con un consumo medio de 4,9 l/h. Mientras la retrocargadora de 2010 necesitaría trabajar 1.500 h al año para realizar una determinada producción, la retrocargadora de 2021, teniendo en cuenta su mayor productividad, solo necesitaría 1.350 h. Si solo tenemos en cuenta la diferencia de consumos, tendríamos un ahorro de 1.350 l con la máquina de 2021. Si, además, tenemos en cuenta, la mayor productividad de la máquina de 2021, estaríamos ahorrando 2.085 litros de combustible al año, es decir consumiríamos un 24% menos. Según el estudio realizado por Anmopyc, teniendo en cuenta los consumos promedio y mejora de productividad estimados para las máquinas móviles en función de su fecha de fabricación, la sustitución de todas las máquinas fabricadas entre 1999 y 2010 existentes en los parques de maquinaria de las empresas (36.348 unidades) por unidades nuevas más eficientes, supondría para el sector de la construcción un impacto positivo global en el ahorro de consumo anual de combustible de 51 millones de litros en máquinas pequeñas y de 173 millones de litros en máquinas grandes. En el caso de las máquinas fabricadas antes de 1999 (15.858 unidades), la sustitución por unidades nuevas supondría un ahorro global en el consumo anual de combustible de 20 millones de litros en el caso de máquinas pequeñas y de 109 millones de litros en máquinas grandes. Por lo tanto, estas cifras tan elevadas de ahorro de combustible hacen que resulte necesaria la puesta en marcha de un Plan Renove de maquinaria de construcción, no solo para dotar a las obras de máquinas más limpias, sino también de máquinas con una mayor eficiencia y menor consumo de combustible. Reducción de las emisiones de CO2 Las emisiones de CO2 procedentes de la utilización de maquinaria de construcción representan una pequeña fracción de las emisiones totales de CO2 de la actividad de construcción. Se estima que la maquinaria de construcción contribuye solo en un 0,5% a las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la EU-27. (Fuente: CECE Position Paper: The role of construction equipment in decarbonising Europe). No obstante, el sector de la maquinaria también puede aportar su granito de arena para reducir las emisiones de carbono en las obras de construcción y de ingeniería civil. Las importantes reducciones de consumo alcanzadas en la maquinaria móvil moderna se traducen a su vez en una importante reducción en las emisiones de CO2. Si tomamos como referencia que, por cada litro de gasóleo consumido, una máquina móvil emite en promedio unos 2,64 kg de CO2, con la sustitución del conjunto de máquinas fabricadas antes de 1999 (15.858 unidades) por nuevas máquinas, se conseguiría reducir las emisiones anuales de carbono en 340.560 toneladas de CO2. Si se sustituyera en el parque de maquinaria móvil en uso todas las máquinas fabricadas entre 1999 y 2010 (36.348 unidades), se conseguiría reducir las emisiones anuales de carbono en 591.360 toneladas de CO2. Para lograr las cero emisiones netas de carbono, a pesar de que existe tecnología en la actualidad con potencial para ello, todavía se vislumbra un largo camino para su implantación práctica en el sector de la maquinaria de construcción debido a los numerosos retos que es preciso solventar. En el caso de la electrificación, uno de los principales retos sería el tamaño requerido de la batería. La

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