IN626

gran parte de la energía consumida en la UE. Para la climatización hablamos del 40% del consumo energético total, lo que corresponde al 36% de la energía directa con las consiguientes emisiones indirectas de gases de efecto invernadero. Así, resulta aún más fundamental minimizar la pérdida de calor innecesaria y al mismo tiempo garantizar un sistema que asegure una correcta renovación del aire. No es casualidad que los nuevos edificios de alta eficiencia y casas pasivas integren un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor. El calor contenido en el aire expulsado se utiliza así en altos porcentajes para calentar el aire fresco renovado (y quizás controlar su humedad) que entra en el sistema, reduciendo el consumo energético para calefacción y aportando un importante ahorro en la factura con una reducción de emisiones de CO2. Dependiendo de las personas presentes en el entorno que determinan los niveles de contaminación interna, la acción de abrir las ventanas para garantizar el mismo intercambio de aire que la unidad de ventilación aumentaría significativamente el consumo para climatizar las habitaciones. Por lo general, estas unidades también pueden funcionar de manera inversa y mantener un confort adecuado incluso en verano recuperando el aire “más frío” que sale del ambiente interno. Hemos dicho que al aspecto económico se suma el del bienestar y que la evolución del mercado de la consPara un intercambio de aire inteligente, se deben promover métodos como un sistema de recuperación de calor trucción ha propiciado la construcción de nuevas viviendas (y la restauración de un gran número de las existentes) con envolventes y accesorios más aislantes y de alto rendimiento. Esto ha reducido, por un lado, las ineficiencias al contener las pérdidas de calor, y, por un lado, ha agravado el problema de la formación de posibles mohos, la proliferación de malos olores y bacterias si no se garantiza un correcto intercambio de aire, inicialmente garantizado con una ventilación natural gracias a un aislamiento deficiente (por ejemplo, espacios alrededor de los accesorios). UN CONTROLADOR ADECUADO PARA LA GESTIÓN EFICIENTE DE PEQUEÑAS UTAS CON RECUPERADOR DE CALOR Para contribuir al mantenimiento de ambientes saludables y confortables, Carel ha desarrollado un controlador adecuado para la gestión eficiente de pequeñas unidades de tratamiento de aire con recuperación de calor que se utilizan en el mercado residencial o comercial ligero. El producto µAria, gracias a su lógica de control inteligente, puede definirse como listo para su uso y permite una gestión completa de los dispositivos, modulantes u ON/OFF, presentes en una unidad de ventilación normal (ventiladores EC de alta eficiencia, compuertas de bypass, recuperadores rotativos o de flujo cruzado, resistencias de precalentamiento y batería principal). Gracias a su configuración dinámica se pueden gestionar desde simples unidades de ventilación hasta otras más sofisticadas que requieren la inserción de múltiples componentes. El software del µAria consigue coordinar de forma óptima todos los dispositivos mencionados y es compatible con diferentes tipos de sondas y sensores (temperatura, humedad, CO2, COV, CAI) que garantizan la medición de los valores de interés para un control óptimo del set point definido, y la notificación de posibles anomalías o alarmas (por ejemplo, fuego/ humo, filtros, etc.). Su programador también permite establecer múltiples franjas horarias para garantizar un mayor ahorro energético en las horas en las que la casa u oficina están vacías y que ahora es imprescindible para cumplir con las cada vez más estrictas normativas de eficiencia. Otra característica distintiva de µAria es un nuevo nivel de usabilidad. Gracias a la conectividad NFC y Bluetooth, los usuarios pueden interactuar con el controlador a través de la app Carel Applica, lo que permite un acceso sencillo a todos los parámetros de la unidad para una rápida configuración y puesta en marcha. CONCLUSIÓN En conclusión, hemos visto que, cuando decidimos renovar el aire, la solución no debe ser alejarnos después de abrir la ventana para no quedarnos fríos y no dejarlo en manos de operaciones manuales de muy baja eficiencia energética realizadas por los ocupantes de las habitaciones. Para un intercambio de aire inteligente, se deben promover otros métodos, como un sistema de recuperación de calor que funciona moviendo el calor de un flujo de aire que sale de la habitación al flujo de aire que se envía hacia ella, reduciendo así la cantidad de energía necesaria para los procesos de refrigeración o calefacción. Hablamos, por tanto, de soluciones altamente eficientes, adecuadas para aportar resultados inmediatos a los ocupantes de las habitaciones para disfrutar de un bienestar constante y con un impacto global positivo al reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera. n 70 CAI

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx