G261 - Industria gráfica y comunicación visual

ENTREVISTA 19 ¿Qué situación cree que vive hoy este sector textil tradicional en nuestro país? ¿Qué valor añadido puede ofrecer para combatir la oferta de países asiáticos? El principal problema es que la industria textil siempre ha sido un sector palanca de países en vías de crecimiento. Se trata de una industria muy vertical, que ocupa a mucha mano de obra en todas sus etapas productivas: desde la recogida del algodón hasta la confección de la prenda. Esto que, en su momento, fue una ventaja para nuestro país, se ha convertido en un problema. En la actualidad, países con economías emergentes han centrado parte de su crecimiento en el sector textil, generando una enorme competencia en precios y volúmenes de producción, difícilmente igualables. El resultado de este proceso es que el tejido industrial español se está desvaneciendo. Las empresas de confección se deslocalizan, las de acabados se ven abocadas a unas inversiones en materia medioambiental inasumibles, las de hilatura y tejeduría se encuentran con falta de mano de obra cualificada y el algodón no es rentable cultivarlo. Pero no todo son malas noticias… No, hay empresas que han sabido encontrar su nicho de mercado con productos de valor añadido. Ejemplos de ello son el sector de los tejidos técnicos, la moda basada en la estampación digital o en tintes ecológicos, la logística inversa, los tejidos reciclados, etc. Creo que la sostenibilidad puede suponer una oportunidad para recuperar el textil español y europeo, en general, si sabemos adaptarnos a este cambio de cultura en el consumo. Precisamente uno de los valores añadidos de Texia es su apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad. Sí, la sostenibilidad no solo es un valor añadido sino el eje sobre el que pivota nuestro decálogo de ‘misión, visión, valor’. No entendemos crecer si no es de forma sostenible. Es algo intrínseco a cualquier decisión que se toma en la empresa. ¿Cómo se materializa esta apuesta? Materializar la sostenibilidad no es tarea fácil. El primer paso es que toda la organización crea que este es el camino, desde la dirección, pasando por los responsables de área hasta llegar al último trabajador de la empresa. Para ello hay una herramienta que nos ha ayudado mucho: la ISO 14000. A través de este protocolo de actuación hemos conseguido ordenar y plasmar todo lo referente a sostenibilidad en materia de producto y procesos. La instauración de la ISO 14000 está suponiendo un cambio radical de cultura en Texia. Otra de las bazas competitivas de Texia es el I+D. ¿Cuánto invierten en investigación? La investigación está en el ADN de Texia. Tanto es así que hemos creado el departamento Transformación y Gestión del Cambio, que se ocupa de proponer, cuantificar, ordenar y seguir todos los proyectos de I+D. Es el responsable del seguimiento presupuestario que destinamos a I+D, que supone aproximadamente un 10% de la facturación. En una economía disruptiva y cambiante como la actual, es fundamental contar siempre con proyectos de I+D en la recámara. Considero que ha sido el motivo principal de la longevidad de Texia. Ahora que comenta la longevidad de la compañía, Texia nació en 1917 y ha formado parte de un gran grupo de empresas textiles catalanas que desarrolló con éxito su actividad durante muchos años. En ese tiempo ha asistido también al cierre de la mayoría de sus empresas competidoras. Además de esa apuesta por el I+D, ¿qué ha hecho Texia para sobrevivir y destacar en ese contexto? No hay una razón única que explique 105 años de empresa. Es más bien un cúmulo de razones: anticiparnos a los cambios del mercado; creer en el proyecto; que todos los miembros de la familia estén alineados en los objetivos a conseguir; implicación, trabajo y compromiso; no tener miedo a los cambios, incluso cuando las cosas van bien; Guasch: “La ilusión es contagiosa y ayuda a pensar siempre en positivo”.

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