Construcción Industrializada_CW6

OPINIÓN un equipo de arquitectura maravilloso, como es el estudio de Lamela liderado por Carlos, una de las mejores personas que me he encontrado en mi vida profesional, así que fue muy enriquecedor, aunque también tuvo su importancia mediática. Además de la ingeniería y la construcción en fábrica, también se industrializan baños completos. ¿Cuáles son sus particularidades? El año pasado monté una fábrica para la empresa Urbania, llamada The Prototipo Company, dedicada precisamente a la producción de baños industrializados y, con ella, rompimos un poco el sector del baño industrializado 3D. Implantamos ese componente en multitud de proyectos y cumplimos con el objetivo de hacerlos a un coste razonable. Nuestro know-how es el de una ingeniería industrializada, así que acompañamos a la promotora y al estudio de arquitectura, para diseñar un edificio en componentes, es decir, una construcción por montaje, como si fueran piezas de un lego. Estos componentes compatibles se fabrican en plantas industriales con un grado de seriación que es lo que permite reducir los costes. La clave está en saber elegir qué componentes son más compartibles para un proyecto u otro. Es hacer sencillo lo complejo, personalizando cada proyecto, porque no todos los proyectos son iguales ni deben serlo. Hay elementos en 2D, como las fachadas completas que vienen forjadas, con su ventana ya terminada y con todas las prestaciones interiores y exteriores, o elementos en 3D, como los baños, que ya vienen totalmente terminados con su ducha, bañera, espejo e incluso el portarrollos y mampara. Todo llega preparado y embalado y se coloca en obra, lo que permite reducir, notablemente, los residuos en obra. Frente a la construcción tradicional, la industrialización resulta mucho más sostenible. ¿Las prestaciones de la construcción industrializada se mantienen durante toda la vida útil del edificio? Sí, porque cuando se industrializa un edificio, la sostenibilidad del edificio es uno de los elementos que se calcula en la fase del proyecto, junto con el coste de la inversión, para que sea lo más optimizada posible, en relación al coste en construcción tradicional. Y esto afecta, tanto los materiales que se utiliza como el coste de vida útil del propio edificio. Lo que los fondos de inversión denominan como Opex, que son todos los costes de la vida útil del edificio con criterios de sostenibilidad. Para ello, se busca utilizar materiales que hayan sido, a su vez, fabricados de forma sostenible y coherente, con la menor huella de carbono posible y con el mínimo consumo de agua y electricidad. Pero también tienen que ser componentes que ofrezcan una larga durabilidad y que sean reciclables al 100%. ¿Y no hay vuelta atrás y ya se ha trazado la hoja de ruta para experimentar un cambio urbanístico? Como sociedad, cada vez nos hacemos más exigentes, como es lógico. Pero a nivel global, debemos ser conscientes de que estamos sobreexplotando el planeta y tenemos que cuidarlo. Queremos todo más rápido, mejor y a menor coste, pero, hemos de hacerlo compatible con el respeto de nuestro entorno y de los espacios en los que vivimos, para que sean cada vez más agradables. Todo esto es lo que nos va a llevar a industrializar, sin punto de retorno. Estamos en un momento que, prácticamente, todo es posible y de lo que se trata es de hacerlo de forma más razonable. n Mª Begoña López (segunda por la izquierda) durante su participación en el I Foro WIRES, que tuvo lugar en la Fundació Joan Miró de Barcelona. 37

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