CK28 - Tierras Caprino

nº 28 - pág 32 tierras CAPRINO] 2019 a apoyar este tipo de investigaciones en esta raza. Todo ello hace muy complicado su puesta a punto, al necesitarse el genotipado y fenotipado de una población de referencia suficientemente amplia. Tampoco ayuda la inexistencia de un genoma de referencia consolidado y bien anotado ni la falta de un array de alta densidad que permita un análisis fiable de los grupos de ligamiento, así como el diseño de un chip barato que permita su implementación a nivel rutinario. Algunos de estos inconvenientes están intentando resolverse a nivel internacional con la creación de consorcios como el de ‘Goat AdaptMap’, en el que está participando nuestro país y que está recogiendo información fenotípica y genómica de muchas razas a nivel mundial para contribuir a un mejor conocimiento del genoma caprino y poder realizar estudios científicos relacionados con el genoma en común que disminuyan el retraso con respecto a otros rumiantes. Finalmente, es fundamental el apoyo económico del propio sector mediante iniciativas como la de los Grupos Operativos con fuerte financiación de la UE o a través de encomiendas directas de la propia administración. En este sentido hay que destacar el apoyo que brindó el Ministerio de Agricultura de nuestro país para la puesta a punto de la selección genómica en el bovino Frisón, o la que está ofreciendo en este momento para el desarrollo de esta tecnología en el caso del ovino de leche y del bovino de carne. TI.- ¿Qué experiencias se han desarrollado en otros países? ¿Qué resultados se han obtenido? A.M.A.- Hasta el momento sólo se han presentado resultados de selección genómica, si bien aún con carácter experimental por cuanto el tamaño de la población de referencia era muy pequeña, de razas francesas, inglesas, canadienses y neozelandesas, además de en la raza Florida en España. Los resultados obtenidos han sido muy dispares y en general no tan espectaculares como los del Frisón, muy probablemente por la inexistencia de unos bloques de ligamiento entre marcadores y genes tan fuertes y estables como en el caso del vacuno, aunque en el caso de las razas Alpina y Saanen en Francia se consiguió una mejora de la fiabilidad del 22% al 37% con respecto a la valoración clásica, si bien en este caso la población de referencia fue bastante más elevada: 3.696 Alpinas y 3.506 Saanen. En el resto de las poblaciones, la escasa población de referencia utilizada en casi todos estos análisis, con menos de 1.000 animales, no permite sacar unas conclusiones definitivas. TI.- ¿Qué necesita esta metodología para poder llevarse a la práctica en las razas autóctonas españolas? ¿Cuáles son los principales inconvenientes? ¿Merece la pena, desde el punto de vista del esfuerzo técnico y económico, su puesta en marcha en únicamente alguna raza o debería ser una actuación conjunta del sector caprino español? A.M.A.- La puesta a punto en las razas autóctonas exigiría la selección de una población suficientemente amplia de animales muy informativos, es decir muy influyentes en la población, genotipados y fenotipados para los principales caracteres de interés, junto con el desarrollo de un chip de bajo coste, siguiendo la filosofía del desarrollado en el vacuno, que permita su utilización en sustitución de los microsatélites de las pruebas de filiación, a la vez que la valoración genómica en condiciones de rutina. Aunque este análisis debe validarse a nivel de cada población, el análisis conjunto conlleva una mayor fiabilidad de los análisis, por ejemplo, para la detección de genes de fuerte influencia, así como el abaratamiento sustancial del coste de los análisis genómicos. Foto 7. ‘Spider goat’, cabra transgénica que produce la proteína de la seda de la Araña Dorada, de una gran resistencia. Foto 8. Cultivo de ‘steam cell’ (células madre) totipotenciales obtenidas a partir de células somáticas (en el centro de la imagen, rodeadas de fibroblastos). Foto 6. Primeras cabras biorreactores obtenidas por transgénesis, produciendo en leche una variante del activador del plasminógeno humano (comercializado como Atryn).

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