CK26 - Tierras Caprino

nº 26 - pág 93 [tierras CAPRINO 2019 X Foro Nacional del Caprino importante de leche de cabra del mercado nacional, lo que está influyendo en la subida de las cotizaciones. Sin embargo, resulta complicado dar cifras concretas de la leche de cabra que está saliendo de España con destino, principalmente, a los mercados europeos y asiático. A la discreción de los operadores más habituales hay que unir el hecho de que las estadísticas oficiales de comercio exterior de España no discriminen la leche de cabra, ni la de oveja, del total de leche líquida que se exporta desde España. En todo caso, lo que sí resulta incontestable es que se trata de una dinámica que se encuentra en una dinámica positiva y que seguirá teniendo influencia en el mercado durante los próximos años. ■ Nuevos compradores Por último, la entrada de nuevos operadores en el mercado también ha supuesto un acicate para agitar el mercado. El nuevo comprador más activo es Euroserum Ibérica, la factoría lucense ubicada en Monforte de Lemos que ha orientado parte de sus compras a los pequeños rumiantes tras la entrada de nuevo capital chino de la compañía Yeeper. La empresa ha comprado aproximadamente 15 millones de litros de leche de cabra, una cantidad no demasiado significativa, pero que ha cobrado su importancia después de que se hayan reunido otros aspectos como el descenso de producción y el hecho de que las cooperativas logren sacar leche del mercado nacional. PERSPECTIVAS DE FUTURO La situación que se vivirá en el mercado de la leche de cabra para el segundo semestre del año se va clarificando según pasan las semanas. Prácticamente ya todo el mundo coincide, incluso desde el sector industrial, que el mercado se va a desmadrar en la parte final del año, especialmente a partir del mes de octubre. Comienza a darse por hecho en el sector que los 9,61 euros por hectogrado (16 pesetas por grado) que se vivieron hace unos años en momentos puntuales van a volver a repetirse, como mínimo, como precio medio en las comunidades autónomas con una mayor producción. Con la situación actual, la mayor incógnita está en saber el límite al que llegará el precio en la parte final del año, sobre todo si los sucesivos informes mensuales del FEGA siguen señalando descensos en la producción de leche y las cooperativas son capaces de sacar más leche de cabra del mercado español y forzar a las industrias españolas a seguir subiendo sus ofertas para poder abastecerse de materia prima para el queso. Algunos contratos anuales firmados ponen el precio en el segundo semestre en 8,41 euros por hectogrado (14 pesetas por grado), pero esas mismas industrias han tenido que desdecirse del precio pactado en primavera, que se quedaba en 7,21 euros por hectogrado (12 pesetas por grado), debido a que no querían quedarse tan fuera de mercado con sus suministradores. La gran pregunta que arroja en la actualidad el mercado de la leche de cabra es saber el alcance que tendrá este incremento del precio. Es decir, la incógnita está en saber hasta cuándo seguirán cobrando precios altos los productores de caprino de leche. Dicho de otra forma: saber si el cambio de mercado es coyuntural o estructural. En este sentido, existen dos corrientes de opinión, una que señala que se volverá a los precios desmesuradamente bajos tras este gran incremento de cotizaciones y otra opinión que cree que los precios se mantendrán en buenos niveles durante varios años. La primera corriente de opinión, que se encuentra dentro del propio sector productor, indica que estos incrementos en el precio ya se han vivido con anterioridad y que siempre fueron seguidos de grandes descensos, debido a las características de gran elasticidad que ha demostrado tener el mercado de leche de cabra. Por esa razón, algunas fuentes desde el propio sector productor comienzan a avisar del peligro de estos precios tan altos, ya que la reacción en años posteriores podría parecerse a la situación de mercado de 2015, cuando los precios de la leche de cabra se desplomaron en apenas cuatro meses. El principal argumento que avala esta tesis es que el sector productor de leche de cabra ha demostrado que puede adaptarse a los altos precios con la entrada en producción de animales que, en sistemas semiextensivos, se encuentran apartados del lote de producción, pero que siguen presentes en las ganaderías, por lo que no hace falta esperar a la reposición para incrementar la producción de leche en una época de bonanza de precios. Otra corriente de opinión entre los propios productores sugiere que estamos ante un cambio de tendencia estructural, que hará que los precios de la leche de cabra estén altos durante varios años. Los que ofrecen esta opinión argumentan que no debe olvidarse el efecto que tiene el elevado abandono de explotaciones que se está dando en los dos últimos años, lo que implica que el sector tendría más problemas para recuperar su potencial productivo. Además, también se piensa que la situación en el ámbito rural es diferente a la de hace cinco años, cuando la crisis económica general no proporcionaba salidas laborales en otros sectores y ‘obligaba’ a jóvenes productores a continuar con las ganaderías de sus padres y abuelos, e incrementar de este modo la producción de leche de cabra. En estos momentos, el relevo generacional se está frenando de una forma acusada, debido también a las características propias del negocio ganadero de leche que exigen una dedicación diaria, lo que hace que muchos jóvenes expriman otras opciones antes de continuar en la producción de leche de cabra. En todo caso, en lo que sí coinciden todos los análisis es que la posibilidad de esa reacción de los productores a los buenos precios con más leche en el mercado no afectaría probablemente a lo que queda de año 2019, que se prepara para pasar a la historia como el de los récords en el precio de la leche de cabra pagada a los ganaderos. ✔

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