El sector marítimo, pilar fundamental de la economía global, se enfrenta a un desafío creciente y urgente: atraer y retener talento en todos los niveles profesionales. El sector marítimo y la industria marítima abarca gran variedad de actividades: la construcción y reparación naval, la pesca y acuicultura, la energía eólica marina, la actividad portuaria, el tráfico marítimo, la industria auxiliar, la náutica deportiva, etc. Desde hace unos años, en Europa y en España en particular, es evidente la falta de profesionales en todos los niveles y especialidades de la ingeniería. A final del año 2022, el Observatorio de la Ingeniería (integrado por Colegios de Ingenieros, asociaciones y principales empresas del país) determinó que, en 2030, el déficit de ingenieros (titulados de grado y máster) en España será de 200.000 ingenieros. En el caso de la ingeniería naval y oceánica, la carencia es acuciante. Es una profesión en la que no hay paro, pues la creciente demanda de profesionales del sector marítimo se enfrenta a la carencia de talento. La carga de trabajo de astilleros privados y públicos, así como el crecimiento de la energía eólica marina, precisan de más profesionales para abordar oportunidades futuras. La transversalidad de las tecnologías que se integran en el sector permite que algunas de las necesidades sean parcialmente cubiertas por ingenieros de otras especialidades. Sin embargo, empresas, administraciones y universidades coinciden en que la escasez de ingenieros navales pone en riesgo el crecimiento del sector y de la industria naval. Los principales factores que determinan el bajo número de ingenieros navales y oceánicos son: • Demográficos: La próxima jubilación de las generaciones del “baby boom” no es compensada con la afluencia de las generaciones del principio del milenio; • Vocacionales: Un número menor de estudiantes muestran interés por la ingeniería. Sólo el 10% de los estudiantes universitarios cursan alguna ingeniería. Es esencial fomentar el interés por las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM). • Académicos: El número de ingenieros navales y oceánicos egresados de las Escuelas es extraordinariamente bajo. Sólo el 20% de los alumnos que empiezan la carrera terminan con la titulación de Máster en Ingeniería Naval y Oceánica (habilitante de las competencias propias de la profesión). La amplia oferta de trabajo una vez alcanzado el grado, y antes de acabar la carrera, no facilita priorizar el cursar el Máster. Atraer y retener talento al sector marítimo: una imperiosa necesidad Diego Fernández Casado, presidente de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España (AINE) 34 ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL ⎮ AINE
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