El FEMPA asigna financiación del presupuesto de la Unión Europea para apoyar la Política Pesquera Común (PPC), la política marítima europea y los compromisos internacionales en la gobernanza de los océanos. Esta financiación es crucial para promover la pesca sostenible, garantizar la seguridad alimentaria y promover una economía azul resiliente. En el período 2021-2027, el FEMPA cuenta con una dotación de 6.108 millones de euros para los sectores de la pesca, la acuicultura, la transformación y la comercialización, con más de 1.120,4 millones de euros destinados a España. Estos fondos se distribuirán según bloques temáticos, priorizando la pesca y la acuicultura, así como el desarrollo local participativo y la gobernanza internacional de los océanos. El Reglamento (UE) 2021/1139 destaca el papel crucial de la industria transformadora en la disponibilidad y calidad de los productos pesqueros y acuícolas. Este reglamento señala que el Fondo Europeo Marítimo, de la Pesca y la Acuicultura debe apoyar inversiones específicas en el sector, garantizando la compensación a los operadores en caso de perturbaciones en los mercados. En consonancia con la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo, la política pesquera comunitaria busca reducir la presión sobre las poblaciones piscícolas y promover prácticas más ecológicas en todos los sectores relacionados. Además, se regulan los mercados pesqueros para estabilizarlos y apoyar la renta de los pescadores, con medidas como la modernización de la flota o el impulso a la acuicultura. UN SISTEMA DETERIORADO, PERO RESILIENTE En los últimos años, se ha observado un deterioro en el sistema pesquero alimentario en España, según señala el informe ‘La pesca, la acuicultura y la industria transformadora en España. Retos para su sostenibilidad’, elaborado por el Consejo Económico y Social de España (CES). La flota pesquera, principalmente artesanal, ha experimentado una disminución del 12,3% entre 2013 y 2022, llegando a un total de 8.657 buques, lo que ha resultado en una reducción del 21% en las capturas y desembarques en términos de peso vivo y del 18% en términos de valor. A pesar de ello, España sigue siendo líder en volumen de pesca y ocupa el tercer lugar en número de buques pesqueros. En cuanto a la acuicultura, el número de establecimientos ha disminuido un 1,5% entre 2019 y 2021, llegando a 5.182, aunque la producción ha mostrado un crecimiento constante desde 2013. Por otro lado, el sector de transformación de productos pesqueros y acuícolas ha experimentado una reducción del 14% en el número de empresas desde 2012, pero en el mismo periodo hemos visto un significativo aumento en la producción, con un incremento del 36% en cantidad y del 55% en valor. A pesar de estos datos, el sistema pesquero alimentario apenas ha generado un valor añadido bruto equivalente al 0,75% del PIB en 2020, según las últimas estimaciones del MAPA. Aunque este valor ha aumentado cerca del 10% en la última década, excluyendo el VAB correspondiente a las importaciones de productos agroalimentarios, el crecimiento ha sido prácticamente nulo, lo que subraya la importancia de las importaciones en el mantenimiento del VAB del sector. Según indicó el CES, para lograr los objetivos de sostenibilidad social del sector, las políticas deberían integrar y mejorar las condiciones laborales, la salud y la seguridad, la formación, la inclusión social y un nivel de vida equitativo. La entidad recuerda que en numerosas comunidades y regiones pesqueras la importancia social de los sectores de la pesca y la acuicultura es superior a su aportación económica directa. De hecho, la apertura del sistema pesquero alimentario a la sociedad es necesaria para el relevo generacional y la participación equilibrada de las mujeres. 149 ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL ⎮ PESCA
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