Anuario Marítimo Español 2022

El balance de 2022 incluye, además, nuevos avances en la aplicación del sistema de telemedicina digital a bordo. Los oficiales de nuestros buques disponen de las herramientas necesarias para mejorar la toma de decisiones, en caso de cualquier incidencia sanitaria a bordo, y facilitar la comunicación con profesionales sanitarios en tierra. Se trata de un “servicio médico remoto” que, aprovechando las telecomunicaciones satelitales y el Internet de las Cosas, ha reforzado la protección de los tripulantes, su seguridad y bienestar laboral. Y ya ha salvado vidas. Sin embargo, no todo han sido satisfacciones. El año pasado terminó con un trago amargo con la desaparición de personas importantes del sector atunero como Jesús Alonso, Silverio Nieto, Esteban Uría e Iñaki Latxaga, fundador de Opagac. Además de empresario ejemplar, Iñaki ha sido un pionero de la pesca atunera y una pieza fundamental para nuestra organización. Su espíritu seguirá latente entre los armadores de Opagac y nos ayudará, seguro, a abordar los retos de futuro y a continuar avanzando para asegurar una actividad sostenible y responsable con el medio marino, rentable económicamente y que responda a las exigencias de un consumidor cada vez más formado, informado y exigente. En ello estamos, ya entrados en 2023. Este año, una vez alcanzados unos niveles de sostenibilidad biológica más que aceptables (el 86% de las capturas mundiales de atún tropical procede de poblaciones que se encuentran en niveles saludables, según ISSF), creemos que es el momento de afrontar la sostenibilidad social de la pesquería. De no hacerlo, Europa perderá su peso y consecuentemente su soberanía alimentaria sobre el atún en conserva, uno de los productos más consumidos por los europeos y el más consumido en el mundo, a manos de países terceros y con una mano de obra en condiciones muy alejadas de los estándares mínimos europeos. El reto no es baladí. Requiere el reconocimiento del mercado a nuestro buen hacer y conquistar la conciencia del consumidor, convencerlo de que puede costar un poco más, pero sabe mejor una lata de atún pescado, procesado y comercializado con todas las garantías legales, medioambientales y laborales. Esa batalla social, que esperamos ganar pese a la crítica situación económica de muchos hogares, necesita que la UE se posicione de manera clara y, además de adoptar acciones de tolerancia cero ante la pesca ilegal, cierre la entrada a las importaciones de quienes la practican. En esa lucha también participamos los atuneros españoles. Confiamos en ganarla con el apoyo de los consumidores. “Este año, una vez alcanzados unos niveles de sostenibilidad biológica más que aceptables, creemos que es el momento de afrontar la sostenibilidad social de la pesquería” ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL OPAGAC 107

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