Cerrajería y seguridad: algo cada día más necesario en nuestra vida cotidiana

Por desgracia, vemos anuncios cada día, a casi cada hora en la radio, TV, Internet, etc., de productos y servicios de empresas que intentan ofrecernos la seguridad que parece que no tenemos. Vemos datos de aumentos, de robos, de ocupaciones, de situaciones que ponen en riesgo nuestros hogares, nuestras viviendas, negocios, e incluso nuestra propia integridad física.

La legislación actual no ayuda demasiado en estos casos. Leemos casos de ocupaciones o robos en donde el perjudicado está más fastidiado, en ocasiones, por la indefensión legislativa que por los daños recibidos. Esto es algo que muchos no llegamos a entender. La ocupación indiscriminada o las multirreincidencias de cientos de delitos parece que sean algo ya integrado en la sociedad, sin pensar en los perjuicios que ello conlleva el ciudadano de a pie.

Por todo ello, no podemos más que intentar proteger lo nuestro, ya que otros, parece que no lo tienen como prioridad. Nos vemos obligados a contratar alarmas, sistemas de seguridad, cerraduras inteligentes. Nos los recuerdan en todo momento por la TV, por anuncios y por múltiples canales.

No hay demasiadas alternativas, debes estar protegido.

En nuestro canal ferretero, la pregunta que surge es si los establecimientos a los que acudimos —ferreterías y suministros industriales— tienen toda la información adecuada y al día. Si no pasa de un pequeño expositor del mostrador de caja o si el personal tiene la formación requerida para dar este servicio al consumidor. En muchos casos, no es así. Lo tienen como un complemento, como algo auxiliar. Sobre todo, en ferreterías con poco personal y con no demasiado interés en este campo. A mi entender es un gran error.

El futuro de muchas ciudades son personas mayores, que pueden que incluso vivan solas y con cada vez más reducida movilidad, con menos recursos, por lo que su protección frente a estos problemas y peligros no será ni mucho menos lo adecuada. Se tienen productos en las estanterías que hace años eran rentables y vendibles, pero que hoy solo llenan de polvo sus espacios. Al mercado ferretero le cuesta evolucionar y ver los nuevos nichos de mercado. La seguridad dentro del hogar, o llamada seguridad senior, es una asignatura pendiente. Se llenan los ganchos de cosas para los niños, pero cada vez más, hay más personas de edad avanzada que entran por las puertas de las tiendas, pero estas no tienen este segmento cubierto.

Cada vez hay menos niños, más animales de compañía y más personas que viven solas, que no irán a un centro de mayores y que deberán acomodar sus hogares para que sean más seguros. No solo contra invasiones que vengan del exterior, sino contra los propios peligros del hogar. Según datos, “en 2024, la frecuencia siniestral fue de 40,1 siniestros por cada 100 pólizas de hogar”. Es decir, “además de los siniestros de seguros, hay más de 900.000 accidentes domésticos al año, o unos 2.500 al día, según datos de 2023”. No somos conscientes de ello, no tenemos previsto cubrir este gran espacio de mercado, este hueco en donde tanto los posibles usuarios de estos problemas, como sus familiares, puedan cubrir este gran problema.

Hemos de proteger los hogares, los jardines, las casas y los negocios, para lo que pueda venir desde fuera. Pero no ponemos productos ni servicios para lo que sucede desde dentro, sin tener presente que, en muchas ocasiones, esto pasa cuando este grupo de personas están solas.

No hay productos apenas en las tiendas, no hay una idea clara por parte de las empresas que tratan de una manera u otra el tema de la seguridad del hogar o su entorno, porque puede que siempre se ha tratado la seguridad del hogar en vista al bebe o al niño de corta edad. Nunca se ha pensado que esta cuestión evoluciona, que va más allá. Deberíamos ver que es, entre otras cosas, una necesidad creciente, un servicio incluso social hacia nuestros mayores.

Si no nos protegemos desde dentro, ¿para qué queremos hacerlo desde fuera? Veamos que todo es un servicio 360, que todos los elementos deben proporcionar a los usuarios una seguridad total, estén donde estén. Se deben buscar productos, soluciones, acciones que puedan dar ese servicio y esa gama de productos, porque es necesario ya, no dentro de unos años.

Las cerraduras inteligentes o las cámaras de visión interior para el miedo a la ocupación, sobre todo en viviendas de personas vulnerables por su edad, son cosas que han de poder cubrirse por los medios de los particulares, ya que las leyes no nos ponen en absoluto nada fácil.

Seamos inteligentes, veamos las cosas con cierto futuro, investiguemos los escenarios y los productos potenciales, no lleguemos los últimos, como siempre. Debemos anticiparnos en dar gamas, productos adecuados, siendo proactivos e imaginativos. Seamos los que lideran, no los que siguen a regañadientes.

Es una oportunidad de mercado creciente y necesaria, que va a ir a más, porque la sociedad así evoluciona y lo necesita. Seamos proveedores de seguridad integral en el hogar, dentro y fuera, seamos los que los consumidores quieran tener cerca de ellos, protegiendo a los suyos.

La cerrajería y la seguridad deben ser necesarias, actuales y, para ello, formar a los que las venden y las suministran. Pero el consumidor necesita muchas cosas que ahora ni están, ni se las esperan.