Menaje, pintura y decoración. Este es el tema de la revista de este mes

Solo hemos de poder conversar con cualquier compañero del sector, para que nos cuente que todo lo que ha pasado durante el confinamiento escapa a todo plan, a todo lo conocido. Se han roto stocks, se han vendido cosas que no eran las corrientes.

Las tiendas han vaciado sus existencias, ha dado curso a muchas cosas que no se esperaban vender.

La gran pregunta es por qué ha pasado todo esto. No me refiero al porqué del estar encerrados en la pandemia, sino al comportamiento de los consumidores.

Parece como si hubiésemos llegado a un lugar desconocido, poco usado, poco reconocible, que todo lo de antes no fuese bueno. Es que antes no queríamos invertir, convertir, conservar nuestro hogar, nuestro jardín. Por qué ahora sí, por qué, de un día a otro, queremos ver las paredes bien pintadas, cambiar los sofás, poner fieltros en las patas de las sillas.

Nos han obligado, nos han puesto otras gafas en nuestros ojos, porque la envidia de ver otras casas no era, ya que no podíamos salir casi.

Nos vemos empapados de programas de reformas, de ver cientos de webs, de querer invertir en nuestro bienestar, en poder dar un lugar de calidad a nuestra familia.

Ha tenido que llegar una pandemia mundial, para que nos haga ver que nuestro castillo es nuestro hogar. Un hogar que por desgracia pocos aseguran. Que se acuerdan de ellos cuando llega un volcán y arrasa con casas. En su lugar lo hacemos con cualquier cosa que tenga ruedas, aunque su valor sea ínfimo comparado con el lugar en donde vivimos,

Invertir en nuestro hogar y en nuestro jardín es invertir en felicidad, en menos nervios y estrés. Es poder compartir un poco de buena calidad de vida con la familia y amigos.

Por ello, no maquillemos de mala manera donde pasamos gran parte de nuestras vidas.

Seamos realistas, que nuestro mejor proyecto somos nosotros mismos y el lugar en donde duermes, ríes, comes. Usa un menaje adecuado, porque es salud para tu alimentación.

Es vital vivir con calidad, con condiciones adecuadas. Si además nos atrevemos a hacer nosotros mismos, es un acto de realización, de querer superarnos. Pero si no somos capaces, debemos buscar un profesional que pueda hacerlo y que sea digno de nuestra confianza.

Tenemos empresas de primera linea, que hacen llegar hasta el comercio sus propuestas, que nos dan un plus para que podamos seleccionar.

Apostemos por la calidad, seamos decoradores, seamos valientes, creemos hogar, creemos ilusión de querer compartir con los nuestros ese espacio.

Demos esa oportunidad a nuestro hogar de ser digno de querer aprovechar sus rincones, sus espacios.

Por desgracia, no todo lo del confinamiento ha sido malo.

La decoración ha tomado el mando; hemos mirado hacia nuestro interior para tomar conciencia de que una casa puede ser un hogar, una guardería, un colegio, un patio del recreo, una oficina, un gimnasio. Es un todo y un poco más.

Por fin, decoremos, pintemos, arreglemos, reformemos, con cosas de calidad, nos lo merecemos, Para celebrarlo usemos en nuestras cocinas, cosas que nos aporten cocinar y comer con salud.

Nos lo meceremos.