El segundo informe ESG de Farmaindustria revela avances en descarbonización, economía circular y compromiso social

A finales de octubre, la asociación Farmaindustria presentó en Madrid su segundo informe sobre el impacto social y medioambiental de las compañías farmacéuticas en España. El documento muestra una industria en plena transición hacia modelos de producción sostenibles, con un 82% de empresas que aplican estrategias de economía circular y un 62% que calculan su huella de carbono. A ello se suma un refuerzo de la igualdad, la estabilidad laboral y la gobernanza ética, en línea con las exigencias de las directivas europeas Csddd y CSRD en materia de sostenibilidad corporativa.

La presentación del informe 'Sostenibilidad en cifras: impacto social y ambiental de la industria farmacéutica 2025' marca un punto de inflexión en la medición del desempeño ambiental de las empresas del sector. Según los resultados de la encuesta realizada por Farmaindustria a 55 laboratorios —que representan el 60% del mercado nacional—, el 82% de las compañías integran estrategias de economía circular y el 62% calcula su huella de carbono, directa o indirectamente. Además, el 57% ha establecido objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia y más de la mitad emplea materiales reciclables o con certificación FSC de gestión forestal responsable.

Estos datos reflejan un nivel de madurez ambiental cada vez más elevado. Durante la presentación del estudio, la directora del Departamento Jurídico y coordinadora del área ESG de Farmaindustria, Ana Bosch, señaló que la encuesta “ofrece una visión detallada del grado de avance alcanzado en ámbitos como la descarbonización, la economía circular o la gestión del agua”. La tendencia, explicó, apunta a una transición ecológica sostenida, en la que la reducción de emisiones de alcance 3 y la aplicación de la química verde figuran entre los principales objetivos de futuro.

El director general de Farmaindustria, Juan Yermo, incidió en que la sostenibilidad “ya no es una promesa de futuro, sino una realidad tangible”, destacando el papel de la digitalización, la inteligencia artificial y las alianzas intersectoriales como herramientas para aumentar la eficiencia y reforzar la confianza social. Estas transformaciones responden también al nuevo marco normativo europeo que, con las directivas Csddd (Diligencia debida en materia de sostenibilidad) y CSRD (Información corporativa en materia de sostenibilidad), obliga a las empresas a identificar, mitigar y comunicar sus impactos ambientales y sociales con estándares cada vez más exigentes.

El estudio incorpora por primera vez los resultados del análisis sobre compromiso social elaborado por la Fundación SERES y McKinsey, que amplía la perspectiva más allá de los indicadores ambientales. En España, la industria farmacéutica genera más de 270.000 empleos, de los cuales más de 56.000 son directos. Este volumen sitúa al sector entre los de mayor capacidad para crear empleo estable y cualificado.

El informe subraya que el 56% de la plantilla son mujeres y que ellas ocupan más del 45% de los puestos directivos, una cifra que refleja la consolidación de la igualdad en la gestión empresarial. La conciliación y la corresponsabilidad familiar son, además, ejes transversales de las políticas laborales, acompañadas por programas de formación continua, diversidad generacional y atracción de talento científico y técnico.

En materia de innovación, el sector prevé cerrar 2025 con una inversión superior a 1.500 millones de euros en I+D, lo que se traduce en un impulso notable para la investigación clínica en España. Solo en 2024 se autorizaron más de 930 ensayos clínicos, en los que participaron más de 170.000 pacientes, una magnitud que confirma el impacto científico y sanitario de la industria. Además, la distribución de más de 180 centros productivos por trece comunidades autónomas refuerza el compromiso territorial y la contribución del sector a la cohesión económica regional.

El informe sitúa la gobernanza como uno de los pilares del desarrollo sostenible de la industria. Entre las iniciativas más destacadas figura el Código de Conducta para el tratamiento de datos personales en ensayos clínicos y farmacovigilancia, aprobado en 2022 por la Agencia Española de Protección de Datos. Este marco convirtió a la industria farmacéutica española en la primera de Europa en disponer de un código sectorial adaptado al Reglamento General de Protección de Datos, con 30 entidades adheridas que representan más del 80% de los ensayos clínicos realizados en el país.

Farmaindustria pone en valor también la cooperación con organizaciones sociales y medioambientales, como la Fundación ”la Caixa”, el Grupo Social ONCE o SIGRE, que fortalecen la transparencia, la corresponsabilidad y el valor compartido. Estas alianzas refuerzan un modelo ético de gestión empresarial basado en la legitimidad y la rendición de cuentas, en línea con las obligaciones de reporte y diligencia establecidas en las directivas europeas CSRD y Csddd.

Según Ana Bosch, “la industria farmacéutica innovadora ha demostrado que una gobernanza sólida, basada en la ética y la autorregulación, constituye la base para mantener la confianza pública”. El informe concluye que los avances en sostenibilidad —ambiental, social y de gobernanza— reflejan la capacidad del sector para evolucionar hacia un modelo integral de responsabilidad y transparencia que refuerza su aportación al bienestar colectivo.