‘Estaciones de servicio, horizonte 2030’: un sector clave para el éxito de la transición multienergía

La descarbonización de la movilidad no es una opción de futuro, sino una realidad que ya impacta en las estaciones de servicio. La jornada ‘Estaciones de servicio, horizonte 2030', organizada por Madic group el pasado 24 de abril en Ifema Madrid, durante la celebración de Motortec 2025, reunió a representantes institucionales, expertos en normativa, asociaciones sectoriales y operadores energéticos para abordar los principales retos de una transición que redefine el modelo de negocio del sector. Desde la electrificación a los combustibles renovables, pasando por el cumplimiento de la ITC IP-04 o la transformación digital, el evento sirvió como una hoja de ruta para aquellos gestores que buscan anticiparse a los cambios.

La jornada contó con la intervención de José Manuel Prieto Barrio, subdirector general de Calidad y Seguridad Industrial del Ministerio de Industria y Turismo; Rosa Sánchez, directora de Bequinor; Marceliano Herrero Sinovas, especialista en instalaciones de suministro de vehículos; Alberto Herrero, director director de B2B en Zunder; Nacho Rabadán, portavoz de la Plataforma para los Combustibles Renovables; Olarizu Olabarrieta, directora de Marketing de Nueva Movilidad de Moeve; Víctor García Nebreda, secretario general de la Asociación de Estaciones de Servicio de la Comunidad de Madrid (Aeescam) y la Agrupación Española de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar); Javier de Antonio, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES); y Manuel Jiménez, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae). La sesión fue moderada por Jorge Jiménez, responsable de comunicación de Madic group, entidad organizadora del evento.

Uno de los mensajes centrales de la jornada fue la necesidad de entender las estaciones de servicio como espacios energéticos polivalentes. La integración de diversas fuentes energéticas —combustibles fósiles, biocombustibles, gases renovables o electricidad— no solo responde a exigencias regulatorias, sino que abre nuevas oportunidades de negocio.

José Manuel Prieto Barrio, subdirector general de Calidad y Seguridad Industrial del Ministerio de Industria y Turismo, subrayó esta visión con contundencia: “El sector está evolucionando hacia la multienergía, y aunque pueda parecer una amenaza, hay que saber convertirlo en una oportunidad”. Durante su intervención recordó que existen en España más de 12.600 estaciones de servicio, de las cuales más de 684 ya ofrecen autogás, 91 disponen de GNC/GNL y cerca de 2.000 cuentan con puntos de recarga eléctrica. “No os va a quedar más remedio que adaptaros”, afirmó.

Sin embargo, Prieto también destacó que el horizonte 2030 debe entenderse como un periodo de estabilidad relativa en cuanto a los combustibles fósiles, ya que “casi el 97% del parque vehicular sigue utilizándolos”, aunque insistió en que la planificación debe hacerse desde ya para acompasar la evolución tecnológica con las exigencias medioambientales.

Durante su intervención, José Manuel Prieto Barrio subrayó la necesidad de escuchar al conjunto del sector y equilibrar sus intereses: “Escuchar, escuchamos a todos. Después nuestra labor es equilibrar, para un lado y para el otro. Si un sector está muy contento es porque probablemente hay otro que está muy descontento. Si no conocemos esas posiciones, no podemos balancear nada”. Prieto se mostró receptivo a recibir aportaciones concretas del sector: “Si tenéis ‘inputs’, son bienvenidos con sinceridad. Estamos receptivos a analizar todas aquellas preocupaciones que nos tocan”, indicó.

De izquierda a derecha: Marceliano Herrero Sinovas, especialista en instalaciones de suministro de vehículos, Rosa Sánchez, directora de Bequinor; y José Manuel Prieto Barrio.

La jornada ‘Estaciones de servicio, horizonte 2030’ reunió a tres voces clave del sector: Javier de Antonio, presidente de la CEEES; Víctor García Nebreda, secretario general de Aeescam y Aevecar; Manuel Jiménez Perona, presidente de la Aesae. Más allá de las diferencias, durante la sesión destacó el objetivo común: afrontar con realismo los desafíos de la transición energética.

Uno de los principales puntos tratados fue la caída de la rentabilidad por estación. Desde 2009 la red de estaciones de servicio ha crecido un 30%, impulsada especialmente por las estaciones desatendidas, según los últimos datos de la CNMC. Esta expansión ha provocado que las ventas medias por estación hayan caído de tres a 1,7 millones de litros anuales, lo que compromete la sostenibilidad económica de muchas pymes del sector.

De izq a derch: Jorge Jiménez, responsable de comunicación de Madic group; Víctor García Nebreda, secretario general de Aeescam y Aevecar; Javier de Antonio, presidente de la CEEES; y Manuel Jiménez, presidente de Aesae.

Multienergía sí, pero con apoyo real

Las asociaciones coincidieron en que el futuro pasa por un modelo multienergético. No obstante, manifestaron serias dudas sobre la viabilidad financiera de esa transición sin una política de ayudas eficaz y sin un marco regulatorio estable.

Sobre la movilidad eléctrica, Manuel Jiménez fue tajante y señaló que, sin subvenciones, la inversión en puntos de recarga no resulta rentable. Añadió que, actualmente, “solo instalamos cargadores donde la ley nos obliga”.

Javier de Antonio, presidente de CEEES, reforzó esta visión crítica señalando las limitaciones prácticas de la electrificación en ciertos sectores, como la logística. “En algo tan importante como la paquetería, no resulta rentable detenerse 25 minutos a recargar, estás perdiendo ingresos”, afirmó. Para Javier de Antonio, la situación exige una respuesta inmediata: “No es urgente, es urgentísimo”, advirtió, antes de señalar que “con esta política no llegamos en ninguno de los casos a los objetivos fijados para 2030”.

El hidrógeno fue descartado como opción inmediata por su elevado coste. Víctor García Nebreda fue claro: “Una instalación cuesta unos dos millones de euros. La más pequeña. No es accesible para las empresas”.

Por el contrario, los combustibles renovables fueron defendidos como una alternativa inmediata, viable y compatible con la infraestructura actual. “Si utilizas un combustible líquido renovable con emisiones netas cero, no contaminas. Es un error  querer prohibir el motor de combustión”, argumentó García Nebreda, subrayando que el problema no es la tecnología del vehículo, sino el tipo de combustible utilizado. En la misma línea, Javier de Antonio indicó que su organización ha trasladado al Ministerio de Economía una propuesta para reducir la fiscalidad de estos carburantes, tomando como referencia los incentivos fiscales ya aplicados en países como Francia.

Además, el presidente de CEEES advirtió sobre la creciente presión económica que soportan las estaciones de servicio, tanto por la carga fiscal como por los costes laborales. “Las mayores amenazas parten de la cantidad de costes que estamos asumiendo, tanto a nivel impositivo como en tema de costes laborales”, afirmó con contundencia. A ello se suman, según señaló, las exigencias derivadas de la ITC IP-04 y los requerimientos medioambientales, que incrementan aún más la carga regulatoria. No obstante, quiso transmitir un mensaje de confianza en la resiliencia del sector: “La red de estaciones de servicio ha crecido desde antes de la crisis de 2008, cuando éramos unas 8.000, hasta alcanzar hoy las 12.600. Vertebramos socialmente el territorio y tenemos la capacidad para adaptarnos a los cambios, siempre que sean financieramente viables y tengan sentido de mercado”.

El horizonte 2030 no es alcanzable sin cambios

El escepticismo respecto al cumplimiento de los objetivos de descarbonización fue unánime. “No llegamos”, aseveró Javier de Antonio. Por su parte, García Nebreda cuestionó la coherencia de los planes europeos: “Con la política que ha marcado Europa es muy difícil”, añadió, al tiempo que reclamaba mayor utilización de los combustibles renovables, ya disponibles como clave para alcanzar los objetivos.

Servicio, empleo y libre competencia

Desde la CEEES, Javier de Antonio reivindicó el papel social de las estaciones tradicionales, destacando su contribución al empleo y al equilibrio territorial: “Tenemos 60.000 trabajadores en el sector. Nuestro modelo de negocio contribuye al bienestar social”, afirmó. Defendió el modelo atendido como garantía de servicio de calidad y atención directa al cliente. Por su parte, el presidente de Aesae, defendió con claridad el modelo desatendido, basado en precios más bajos y eficiencia operativa: “Nuestro objetivo es dar el servicio que el cliente quiere, y muchos clientes prefieren una opción rápida y económica”, afirmó.

La digitalización fue otro punto clave. Javier de Antonio la consideró una herramienta para mejorar la atención y compensar la falta de personal técnico, mientras que la tecnología es “un diferenciador clave” en el modelo automático. Destacaron avances en inteligencia artificial, recopilación de datos y pago inteligente, entre otros.

Adaptación como consigna

Pese al tono crítico en muchos pasajes del debate, el mensaje final fue de resiliencia y adaptación. “No espero cambios radicales en la estructura básica de la estación, aunque sí más automatización”, afirmó Víctor García Nebreda, subrayando que el modelo actual seguirá vigente si sabe integrar los avances tecnológicos. Javier de Antonio coincidió en que el sector tiene la capacidad de evolucionar sin perder su papel esencial en la movilidad. Ambos concluyeron que lo fundamental es adaptarse con flexibilidad a un entorno cambiante, manteniendo la viabilidad económica y la función social de las estaciones de servicio.

Durante su intervención, David Moneo, director de Movilidad de Ifema, también quiso reconocer la importancia creciente del sector: “Las estaciones de servicio van a tener cada vez más protagonismo en Motortec. Sois parte esencial de la movilidad del mañana”.

Durante la sesión se puso de manifiesto que la expansión de la red de estaciones ha provocado que las ventas medias por estación hayan caído, lo que compromete la sostenibilidad económica de muchas pymes.

La participación de Alberto Herrero, director de B2B en Zunder, se centró en la movilidad eléctrica desde una perspectiva pragmática y operativa. Zunder es un operador de carga, con una red que cubre el 90% de los principales corredores de autovías en España y una fuerte apuesta por la interoperabilidad.

Herrero explicó que los ‘hubs’ eléctricos del futuro ya se están desplegando sobre terrenos de titularidad privada o vinculados a estaciones de servicio. “Hay muchos propietarios que están viendo que pueden montar una hidrogenera, una estación convencional y una zona de carga eléctrica en un mismo espacio”, afirmó. Esta integración multienergética se traduce en nuevas vías de ingresos para los gestores, ya sea mediante el cobro de un canon fijo o variable, o bien asumiendo la inversión directamente y contratando la gestión con un operador especializado.

En cuanto a la normativa Afir, que exige interoperabilidad, conectividad y pago físico con tarjeta, Herrero fue claro: “Nosotros ya implantamos TPV en 2021. La norma no nos ha alterado el despliegue, pero sí facilita un ecosistema común para el usuario”. Subrayó también que uno de los factores que ralentiza la adopción del vehículo eléctrico en España es la falta de ayudas directas y ágiles. “No tiene sentido que un usuario tenga que financiar una ayuda pública y esperar a cobrarla 18 meses después”, denunció.

La intervención de Nacho Rabadán, director general de la CEEES y representante de la Plataforma para los Combustibles Renovables, puso el foco en los combustibles neutros en carbono, una tecnología ya disponible que puede jugar un papel esencial en la descarbonización del transporte. “No se trata de una alternativa de futuro, sino de una realidad que ya está en muchas estaciones”, afirmó.

Rabadán explicó las tres categorías principales de estos combustibles: los biocombustibles avanzados, los combustibles sintéticos o e-fuels, y el HVO (aceite vegetal hidrotratado). Este último, subrayó, “es 100% compatible con cualquier motor actual, sin necesidad de modificar la mecánica del vehículo ni la infraestructura de distribución”.

El portavoz reclamó seguridad jurídica y neutralidad tecnológica. Rabadán también aludió a la necesidad de mantener un modelo fiscal sostenible, recordando que el consumo de carburantes representa más de 18.700 millones de euros anuales en ingresos para el Estado.

“Si queremos alcanzar los objetivos de emisiones en 2030, tenemos que utilizar todas las tecnologías disponibles. Y los combustibles renovables ya están listos”, expresó Nacó Rabadán, director general de la CEEES y representante de la Plataforma para los Combustibles Renovables.

Para Nacho Rabadán, la clave reside en escalar la producción y reducir los precios mediante inversiones apoyadas por la administración. “Si queremos alcanzar los objetivos de emisiones en 2030, tenemos que utilizar todas las tecnologías disponibles. Y los combustibles renovables están listos ya”, concluyó.

El cumplimiento normativo fue otro de los grandes ejes de la jornada. Marceliano Herrero Sinovas, especialista en instalaciones de suministro, desglosó las obligaciones derivadas de la ITC IP-04 y los principales incumplimientos detectados en inspecciones reales.

“La ITC IP-04 tiene carácter retroactivo, algo poco habitual en normativas industriales”, explicó Herrero. Entre las obligaciones más relevantes están la instalación de válvulas antirretorno, los sistemas de detección de fugas y las revisiones periódicas. Según el ponente, “se siguen detectando muchas estaciones que no han implementado estas medidas, especialmente entre las de menores ventas”.

El especialista advirtió también sobre el riesgo legal que esto supone: “No cumplir con estas exigencias no solo conlleva sanciones de hasta seis millones de euros, sino también responsabilidad penal por delito ecológico, con penas de hasta cuatro años de prisión”. Mencionó como ejemplo un caso en el Jarama, donde el titular fue condenado por contaminar un acuífero.

Entre los defectos más comunes detectados en inspecciones citó: ausencia de sistemas de detección, falta de mantenimiento de extintores, grietas en el pavimento, instalaciones eléctricas inadecuadas y estaciones desatendidas sin control remoto ni sistemas de vigilancia.

“El mensaje es claro: o se cumple, o se asumen las consecuencias. Y estas pueden ser muy graves”, sentenció Herrero.

Para ilustrar el potencial de las estaciones multienergéticas, Olarizu Olabarrieta, directora de Marketing de Nueva Movilidad en Moeve, presentó el nuevo modelo de Moeve (antes Cepsa) que aúna integración tecnológica y múltiples opciones para descarbonizar el transporte. Este modelo combina puntos de carga eléctrica, dispensación de combustibles tradicionales, suministro de HVO, lavado inteligente y conectado, y servicios digitales.

Olabarrieta explicó que “la clave está en acompañar al usuario en todas las etapas de la transición energética, sin imponer una tecnología, sino ofreciendo opciones”. El diseño de la estación está orientado a la experiencia de usuario, con zonas diferenciadas, sistemas inteligentes de gestión y servicios complementarios.

Iniciativas como esta reflejan un enfoque proactivo ante los cambios del mercado por parte de las grandes empresas, combinando cumplimiento normativo, diversificación de ingresos y fidelización del cliente.

La jornada ‘Estaciones de servicio, horizonte 2030’ dejó claro que el sector se enfrenta a una transformación profunda que exige inversión, formación y una visión empresarial a largo plazo. La electrificación y los combustibles renovables no son opciones excluyentes, sino piezas complementarias de un modelo multienergético viable. El cumplimiento normativo ya no es una recomendación, sino una obligación legal con consecuencias severas. Y la digitalización, junto a la experiencia de usuario, se posicionan como factores diferenciales.