El consumo de bolsas de plástico se reduce un 40% en España desde 2017
Desde 2017, se han utilizado 194.000 toneladas de plástico reciclado, con una reducción asociada de más de 300.000 toneladas de CO2.
Desde la aprobación del Real Decreto 293/2018, que regula la reducción del consumo de bolsas de plástico en España, el número de unidades puestas en el mercado ha disminuido un 40%. En 2017 se consumieron 11.238 millones de bolsas, frente a los 6.890 millones registrados en 2023, último año con datos disponibles. En términos per cápita, el consumo ha pasado de 241 a 142 bolsas anuales por habitante, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El objetivo de la normativa era reducir la presencia de bolsas de plástico tradicionales, fomentar el uso de materiales reciclados y promover el empleo de plásticos compostables para aplicaciones de un solo uso. Desde entonces, sólo están permitidas las bolsas con un espesor igual o superior a 50 micras y al menos un 50% de contenido reciclado —que deben desecharse en el contenedor amarillo— y las bolsas ligeras o muy ligeras fabricadas en material compostable, destinadas principalmente a secciones de frutas y verduras y desechables en el contenedor orgánico.
El desglose por tipo de material muestra una evolución clara: el consumo de bolsas de plástico tradicional ha caído de 11.198 millones en 2017 a 3.677 millones en 2023. Por el contrario, las bolsas compostables, prácticamente residuales en 2017, han aumentado su presencia hasta alcanzar los 3.200 millones de unidades, lo que representa 66 bolsas por habitante. Este cambio refleja una transformación estructural en el mercado, impulsada por los requisitos normativos y por una creciente concienciación ambiental.
También se ha incrementado de forma sustancial el uso de plástico reciclado. En 2017 se emplearon unas 8.000 toneladas de material reciclado para fabricar bolsas, mientras que en 2023 esta cifra alcanzó las 40.000 toneladas. En total, entre 2017 y 2023 se han utilizado 194.000 toneladas de plástico reciclado, lo que ha permitido evitar la emisión de más de 300.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Este cambio ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de la ciudadanía, que ha adoptado prácticas más sostenibles, y de la industria, que ha invertido en innovación, desarrollo de nuevos materiales, rediseño de productos y certificación. Organizaciones como Anaip y ReCaib colaboraron con las administraciones públicas en la formación de inspectores, el control del cumplimiento normativo y la promoción de la certificación de bolsas reutilizables y compostables. Todo ello ha contribuido a un cambio profundo y estructurado en el modelo de producción y consumo de bolsas de plástico en España.
















