Hendrick’s apuesta por la creatividad con un set de regalo en forma de regadera
Hunter Luxury se ha aliado con la destilería familiar William Grant & Sons para desarrollar un nuevo set de regalo para la ginebra superpremium Hendrick’s. En colaboración con la agencia Boundless Brand Design, han creado una edición limitada presentada dentro de una regadera metálica de estilo vintage, pensada no solo como envoltorio, sino también como objeto reutilizable.
El diseño busca subrayar la conexión entre la elaboración de la ginebra y el mundo botánico, así como reflejar la personalidad singular de la marca Hendrick’s. La regadera, fabricada con materiales aptos para uso alimentario, está pensada para poder usarse tras su vida como envase: desde cultivo de pepinos —un guiño a uno de los ingredientes distintivos de la ginebra— hasta su uso como coctelera o pieza decorativa.
Este set estará disponible exclusivamente en tiendas de travel retail desde mayo hasta verano de 2025. Se distribuirá en algunos de los principales aeropuertos del mundo, incluidos los de Londres, Dublín, París, Madrid, Barcelona, Lisboa, Singapur, Fráncfort, Múnich, Berlín, Hong Kong, Delhi, Nueva York, Los Ángeles, Miami, Melbourne y Sídney, entre otros.
Diseño con propósito
Desde sus inicios, Hendrick’s se ha desmarcado de otras marcas de bebidas espirituosas premium. Fundada a finales de los años 90, apostó por una identidad diferenciada en un momento en el que la ginebra aún no gozaba de su actual popularidad. Su receta incorpora ingredientes tan poco convencionales como el pepino y la rosa, y su comunicación siempre ha jugado con lo excéntrico y lo evocador.
Con este nuevo proyecto, se buscó trasladar ese carácter peculiar al entorno del packaging. Desde Hunter Luxury explican que, ante el reto de crear un envase que también funcionara como regadera y que hablara del carácter botánico de la ginebra, la pregunta no fue “¿por qué?”, sino “¿por qué no?”.
Más allá de la estética
El packaging de lujo es cada vez más una experiencia que va más allá de la función básica de proteger o promocionar el producto. En este caso, el encargo suponía combinar arte, funcionalidad y sostenibilidad en un único objeto.
El diseño tenía que representar visualmente la marca Hendrick’s, proteger la botella de 70 cl durante la distribución global y, además, poder utilizarse como regadera real o coctelera. Para ello, fue necesario desarrollar una estructura metálica robusta, fabricada con acero galvanizado y acero inoxidable, recubierta con pintura negra en polvo para emular el acabado característico de las botellas de Hendrick’s.
El resultado es una regadera negra mate, con una abertura circular en la parte superior que deja visible el cuello de la botella. Incluye detalles como una rosa dorada en relieve, perforada en el extremo del pico, que aportan un acabado cuidado y reconocible.
Un proceso técnico complejo
Pese a su apariencia sencilla y rústica, el desarrollo del set implicó una compleja ingeniería de fabricación. Cada pieza tuvo que soldarse con precisión para garantizar la estanqueidad. Se realizaron múltiples pruebas de funcionalidad: de vertido, de estanqueidad, de vibración para simular el transporte, y de resistencia a la apertura repetida, entre otras.
La versatilidad del envase permite que pueda usarse como decantador, jarrón, adorno o, naturalmente, como regadera. Fuera cual fuera su uso final, debía cumplir con los requisitos de seguridad alimentaria y ofrecer una larga vida útil.
Expertise en packaging metálico
Hunter Luxury ha demostrado en anteriores proyectos su dominio de los materiales metálicos. Entre sus trabajos destacan sets de regalo como el de Jack Daniel’s inspirado en una gramola clásica, un pack de Monkey Shoulder que hacía las veces de colador de cócteles, o una caja de aluminio con acabado cobre para el whisky The Glenlivet de 40 años.
Esa experiencia les permitió abordar el proyecto de Hendrick’s cumpliendo con los exigentes estándares de calidad, dentro del plazo y del presupuesto acordados.
Más allá del diseño y la funcionalidad, desde la empresa subrayan el valor intangible del proyecto: el cuidado en los detalles, la apuesta por la reutilización y la capacidad de transmitir el alma de la marca a través de un objeto.
Ese, afirman, es el verdadero valor añadido del packaging de lujo.
















