Termacol, el forjado térmico ligero de hormigón pretensado

La nueva placa de forjado Termacol en hormigón armado y pretensada tiene un peso de 0,75 kilonewtons por metro cuadrado, lo que la convierte en la placa autoportante más ligera del mercado. Soporta la capa de compresión y 1 kilonewton por metro cuadrado de carga de construcción sin ninguna sopanda. El peso total del forjado una vez terminado es de 1,83 a 2,66 kilonewtons por metro cuadrado en función del canto. Incorpora un aislamiento inmejorable, sin puentes térmicos, y consigue una resistencia térmica de 3,4 m²hºC/kcal.

Puede fabricarse en hormigón armado o pretensado, recortando previamente el poliestireno según la longitud de la placa. Completamente autoportante, consigue unas grandes luces y tiene diferentes opciones de canto.

El forjado es de fácil y rápido montaje, siendo la placa fácilmente adaptable a la geometría de la obra dada su facilidad de corte.

Datos técnicos

Se fabrica en anchos de 1,2 y 0,6 metros, pues la adaptación a anchos menores se realiza cómodamente en obra por su facilidad de corte, aunque puede venir con precorte desde factoría. El canto total H de la placa tipo se compone de las siguientes partes: h1 cm de capa de compresión, hn cm de nervio prefabricado, y ‘eps’ de poliestireno inferior.

La carga total para viviendas es de 0,6 kilonewtons por metro cuadrado compuesta por: 0,2 kN/m2 de peso propio, 0,1 kN/m2 de solado y yeso, 0,1 kN/m2 de tabiquería, y 0,2 kN/m2 de carga de uso.

Con este espesor medio y esta carga de 0,6 kN/m2 se puede llegar cómodamente a luces de 7,5 metros.

Termacol dispone de todos los cantos de forjado terminado: desde 26 a 35 centímetros, ya sea variando el canto del nervio de hormigón o bien variando los recubrimientos de poliestireno por su parte inferior.

Su ligereza de transporte y elevación la hacen más competitiva que la placa alveolar, pues se pueden usar grúas-torre normales.

El reducido peso de la placa permite una mayor rapidez en el transporte y el montaje, consiguiendo con facilidad unos rendimientos de 400-500 metros cuadrados al día.

Los extremos de la placa incorporan por su parte inferior un macizado para evitar que el poliestireno se aplaste al apoyar. Una vez colocadas las placas y sin sopandar, pues son completamente autoportantes, se coloca el mallazo y los negativos, quedando listo para recibir la capa de compresión de 4 ó 5 centímetros según el tipo de forjado utilizado.

Se puede distinguir entre dos tipos: la placa de hormigón pretensada y la de hormigón armado.

Para la pretensada, en primer lugar se fabrica el bloque de poliestireno con el espesor y figura que desee en longitudes de dos metros. A continuación, se colocan las bovedillas sobre la pista de pretensado una detrás de otra, se extienden los cables de acero y seguidamente, se tensan.

Una vez fraguado el hormigón, se corta la placa a la longitud deseada, apilando unas placas encima de las otras, sin necesidad de listones de madera entre ellas.

Por su parte, la placa termacol de hormigón armado se fabrica colocando los bloques de poliestireno sobre una bancada, los cuales ya conforman el alveolo de la placa. Se coloca en el interior la armadura necesaria hormigonando posteriormente este espacio. Se realiza una última operación de vibrado quedando ya la palanca prefabricada.

En viviendas unifamiliares se utiliza sobre muros de carga en adosados o apoyada en tableros de encofrado de jácenas planas unidireccionales. También se usa para forjados sanitarios o cubiertas inclinadas con un gran aislamiento térmico incorporado. Su colocación resulta muy cómoda para los albañiles, ya que los encofrados o sopandas simplemente no existen.

La placa termacol es igualmente de idónea para forjados de edificios de gran altura realizados con jácenas planas in situ. Una vez encofrada la jácena plana de la estructura no es necesario ningún otro tipo de encofrado ni dispositivo de seguridad para la correcta realización.