La Roca Village debate sobre el presente y el futuro de la creatividad en la arquitectura y el diseño de interiores

La Roca Village ha acogido el cuarto encuentro de Construyendo Futuros, un ciclo que tiene el objetivo de poner en valor las tendencias en diferentes ámbitos. En este caso, el encuentro versó sobre la creatividad y el talento aplicadas a la arquitectura y el diseño de espacios.
Ignasi Bisbe, fundador de Teodora; Benjamín Iborra, director de Mesura; Gabriele Schiavon, cofundador y arquitecto de La Granja Design; Gianni Ruggiero, cofundador y arquitecto de Toolstudio; Cristina Mas, fundadora y arquitecta de MasMir Studio; Javi Framis, arquitecto y asociado de L35 y Elena Foguet, Business Director de Value Retail y anfitriona de la iniciativa, fueron los encargados, conducidos por Bibiana Ballbè, de dibujar las aportaciones e implicaciones de uno de los sectores con un impacto más directo en la vida de las personas.
El encuentro, que se celebró en The Apartment, el nuevo espacio privado de La Roca Village, se inició con una reflexión conjunta sobre el objetivo de la arquitectura, sobre el que todos los participantes coincidieron en poner a la persona en el centro y la arquitectura y el diseño al servicio de su bienestar. La complejidad la expuso Gabrile Schiavon, de LaGranja Design, que comparó “el día a día de un arquitecto es como el de un chef con la complejidad añadida, que cada cliente requiere un proyecto singular adaptado a sus necesidades y a sus percepciones. No podemos hacer cada día la misma croqueta”.
Siguiendo este hilo, los asistentes fueron desgranando uno a uno los ingredientes que hacen que una receta arquitectónica tenga éxito y alcance la excelencia creativa. Cristina Mas apreció que “las normativas de las administraciones limitan la libertad creativa, que generó grandes movimientos en las décadas de los 60, 70 u 80. En realidad, los arquitectos, tenemos más capacidad de crear que la que podemos finalmente ejecutar. Si a estas normativas les sumamos los presupuestos ajustados y calendarios cada vez menos realistas, vemos realmente coartada nuestra capacidad creativa”.
A esta reflexión, Benjamín Iborra, de Mesura, resaltó especialmente “el valor del tiempo es absoluto, siempre que hemos tenido el tiempo adecuado nuestros proyectos han sido un éxito. En la vertiente del tiempo encontramos también la propia temporalidad del resultado. Diseñamos para permanecer o diseñamos para la tendencia”. En este interesante diálogo quedó patente que la receta para obtener proyectos creativos incluye, como elementos principales, el tiempo de reflexión y el presupuesto adecuados, cierta flexibilidad en las normativas y por supuesto, la confianza de un cliente que aparque el Pinterest y se entregue al talento del arquitecto o diseñador.
Por otro lado, cuando se habla de arquitectura es imprescindible hacer referencia a la sostenibilidad, como un pilar fundamental de los proyectos actuales y futuros. En este tema Gianni Ruggiero, de Toolstudio, hizo una interesante reflexión: “Creo que realmente es más eficiente y sostenible modificar nuestros hábitos, que modificar nuestros edificios para poder ir en camiseta en casa en pleno invierno. El equilibrio entre unos hábitos sostenibles y unos edificios eficientes acorde con estos hábitos es la clave para aprovechar un clima sin grandes extremos”. Esta reflexión puso de relieve la capacidad de la población actual, que requiere inmediatez, confort, etc., para hacer este tipo de esfuerzos. Lo que quedó claro realmente es que la tendencia de la arquitectura ha virado hacia la sostenibilidad, para adaptarse a la cultura local superando una época de grandes edificios icónicos desconectados del espacio en el que se construyen.
Elena Foguet, Business Director de Value Retail Spain, compañía operadora de La Roca Village en Barcelona y Las Rozas Village en Madrid y anfitriona de este ciclo de charlas, compartió que “la arquitectura y el diseño de interiores es uno de nuestros distintivos. Desde el principio hemos confiado en la creatividad de los mejores diseñadores y arquitectos para convertir nuestro Village y nuestros espacios en lugares de encuentro, en los que vivir experiencias únicas más allá de las propias compras. En este contexto siempre hemos querido traer a nuestra casa el vínculo arquitectónico con el Mediterráneo y por supuesto con Barcelona, cuna indiscutible de creatividad”.
A modo de conclusión de la jornada, todos los participantes resaltaron la gran necesidad de contar con “el buen cliente”, no como el que dice sí a todo, si no en aquel que confía en la capacidad del creativo, para recoger la intuición con la que llega al estudio y transformarla en un proyecto que cumpla e incluso supere sus expectativas.