Análisis de seguridad y clases de protección en ventanas automatizadas: un enfoque integral

Las ventanas automatizadas se consideran maquinaria según la Directiva 2006/42/CE, lo que implica la necesidad de una evaluación de riesgos exhaustiva durante su puesta en marcha. Esta evaluación, fundamental para identificar peligros potenciales y determinar las medidas de seguridad necesarias, se basa en un análisis de seguridad que sirve como guía para cumplir con la directiva europea. GEZE, por ejemplo, utiliza este análisis para identificar los aspectos relevantes para la seguridad.

La evaluación del riesgo y la determinación de la seguridad de las ventanas motorizadas dependen de varios factores clave:

• Posición de instalación: La altura y la ubicación de la ventana influyen en el nivel de riesgo.
• Uso del espacio: El tipo de edificio (escuela, hospital, oficina) y la población que lo utiliza determinan las medidas de seguridad necesarias.
• Tipo de operación: El modo de control (manual o automático) afecta a los posibles peligros.

En función de estos factores, se asignan clases de protección del 0 al 4, cada una con medidas de seguridad específicas para minimizar los riesgos. Los peligros más comunes incluyen puntos de aplastamiento y cizallamiento en los bordes de cierre primario y secundario de la ventana, especialmente en edificios con alta afluencia de personas o usuarios vulnerables (escuelas, hospitales, espacios públicos).

• Clase de protección 0: Se aplica a ventanas que forman parte de un sistema de extracción de humo y calor o instaladas a más de 2.5 metros de altura. No requieren medidas adicionales.
• Clases de protección 1 y 2: Se aplican a ventanas de ventilación en oficinas y edificios residenciales donde los usuarios pueden recibir instrucciones sobre su uso seguro.
• Clases de protección 3 y 4: Se aplican a usuarios que no pueden ser instruidos, como en centros comerciales, espacios públicos o guarderías. A menudo implican la operación automatizada de las ventanas a través de un sistema de gestión del edificio.

Para alcanzar la clase de protección 3, se pueden limitar la anchura de apertura o la velocidad de cierre de la ventana. Para la clase de protección 4, se recomiendan soluciones como el IQ box Safety de GEZE, que utiliza sensores para detectar obstrucciones y detener o invertir el movimiento de la ventana. El IQ box Safety cuenta con la aprobación de TÜV y cumple con las normas EN ISO 13849-1 y -2, siendo adecuado tanto para sistemas de ventilación como para sistemas de extracción de humo y calor.

La seguridad en las ventanas automatizadas requiere un enfoque integral que abarque la evaluación de riesgos, la asignación de clases de protección adecuadas y la implementación de soluciones de seguridad específicas. Fabricantes como GEZE ofrecen un amplio abanico de soluciones y apoyo técnico a arquitectos y planificadores para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normativas en todo tipo de edificios. La elección de sistemas de seguridad adecuados no es solo una obligación legal, sino también un compromiso ético con el bienestar de las personas.