La nueva LPPDA y la plataforma PlanB marcan el inicio de una nueva era contra el desperdicio alimentario
La nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario (LPPDA) protagonizó una jornada organizada por la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) el pasado 25 de junio en la Fundación Rafael del Pino de Madrid. En ella, representantes de la administración, la gran distribución y el tercer sector analizaron las claves del nuevo marco normativo y conocieron PlanB, la plataforma digital creada por Fesbal para garantizar la trazabilidad, legalidad y eficiencia en la gestión de las donaciones alimentarias.
Bajo el lema ‘Obligación y Oportunidad’, Fesbal reunió a más de un centenar de profesionales del sector alimentario en un workshop técnico que abordó los principales desafíos operativos y regulatorios que plantea la entrada en vigor de la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario (LPPDA).
Una ley para transformar el sistema
La apertura del acto corrió a cargo de Gregorio Pérez Calvo, tesorero de Fesbal, quien destacó el valor de esta jornada como espacio para construir alianzas: “Esta ley es una oportunidad para construir alianzas sólidas entre empresas, entidades públicas y sociales. Hoy alineamos nuestras estrategias para seguir siendo un referente en la lucha contra el desperdicio y la inseguridad alimentaria”.
Uno de los momentos clave fue la intervención de Ana Díaz Pérez, subdirectora general de Calidad y Sostenibilidad Alimentaria del MAPA, quien enmarcó la nueva legislación dentro de la Estrategia Nacional de Alimentación: “No hay producto más caro que el que se tira a la basura. La LPPDA es una ley de prevención, concienciación y responsabilidad compartida. Y en este contexto, iniciativas como PlanB son imprescindibles”.
PlanB: la respuesta tecnológica al desafío del desperdicio
El plato fuerte de la jornada fue la presentación de PlanB, la plataforma digital desarrollada por Fesbal, de la mano de su director, José Manuel Marco: "PlanB es un proyecto innovador y transformador que ofrece, tanto a los Bancos de Alimentos como a todos los miembros de la cadena alimentaria, las herramientas para ser más eficaces en el reaprovechamiento de los excedentes alimentarios, siempre en beneficio de los más vulnerables", señaló.
Para Marco, esta herramienta supone un verdadero salto en la gestión de los excedentes alimentarios: “PlanB transforma la forma en que donantes, bancos y entidades colaboran. No es solo una herramienta tecnológica, es una red humana que conecta necesidades sociales con recursos disponibles, garantizando trazabilidad y eficiencia”.
Así, la plataforma integra digitalmente a los tres eslabones de la cadena de donación:
- Donantes
- Bancos de Alimentos
- Entidades receptoras
Entre sus funcionalidades destacan la posibilidad de gestionar donaciones de forma automática (vía API), mediante hojas de cálculo o manualmente, optimizar rutas logísticas mediante geolocalización, emitir certificados fiscales y calcular la huella de carbono asociada a cada acción.
"Los Bancos de Alimentos somos el estandarte de la lucha contra el desperdicio alimentario y PlanB demuestra que la tecnología sí puede aplicarse al servicio del bien común", subrayó. "Somos una solución real y los datos lo demuestran, en nuestros 30 años de experiencia hemos trabajado con más de 6.000 entidades benéficas y solo en los últimos 6 años, hemos recuperado 471 millones de excedentes alimentarios. Solo en 2024, entregamos 73 millones de kg procedentes de esos excedentes, es decir, un 63%. Además, hemos realizado más de 800 donaciones reales 'end to end' y ya gestionamos más de 430.000 kg de alimentos a través de la nueva plataforma", concluyó
Eroski, caso pionero de integración digital
Uno de los casos de éxito expuestos fue el de Eroski, presentado por su directora de Sostenibilidad, Cristina Rodríguez, junto a José Javier Molina, responsable tecnológico de PlanB. La compañía, que colabora con los Bancos de Alimentos desde hace casi 30 años, ha sido pionera en integrar PlanB vía API, conectando su sistema con el del Banco de Alimentos de Bizkaia.
"Desde Eroski gestionamos el desperdicio en toda nuestra cadena productiva a través de medidas de prevención como una otpima gestión del stock para vender todo lo que adquirimos, una buena gestión del frío para alargar la vida útil de nuestros productos, la entrega de excedentes a terceros como la app Too Good To Go o apoyando la sensibilización y la educación a través de nuestra Fundación", explicó Rodríguez.
Gracias a todo ello, Eroski ya ha donado más de 2.000 toneladas de excedentes en toda España, tanto alimentación humana como animal ya que también colaboran con entidades como asociaciones o zoológicos. Asimismo, han apostado por la transformación de productos para darles nuevas salidas y la gestión circular de los bioresiduos para crear, entre otros, productos como el compost.
“A través de la integración digital, nuestras tiendas no hacen nada distinto, pero ganamos trazabilidad y visibilidad del impacto social de cada donación”, subrayó Rodríguez. Además, deatacó el valor añadido que aporta la ley: “La ley nos obliga a integrar lo que ya hacíamos de forma dispersa, y PlanB nos da esa visión integral. Además, permite extender la colaboración a toda nuestra red, incluso en zonas donde antes era logísticamente inviable”.
Una mesa redonda que refuerza el cambio de paradigma
La jornada culminó con una mesa redonda moderada por Vanessa Espinar, responsable de Fundraising de Fesbal, en la que participaron Ana Díaz Pérez, la representante de Eroski y el director de Fesbal, Francisco Greciano, quien resumió el cambio de era que supone esta herramienta: “PlanB representa el paso de los bancos de alimentos del papel a la era digital. En 2024 ya recuperamos más de 115 millones de kilos, el 63% procedentes de excedentes. Ahora lo hacemos con trazabilidad total”.
El evento dejó un mensaje claro: la LPPDA no solo supone un hito normativo, sino que impulsa una transformación sistémica en la lucha contra el desperdicio alimentario. Tecnología, colaboración público-privada y responsabilidad compartida son los pilares sobre los que se construye esta nueva etapa, en la que herramientas como PlanB se convierten en piezas clave para lograr un modelo alimentario más sostenible, eficiente y justo.


