Siete barreras clave frenan la digitalización del agua en Asia

La digitalización del agua en Asia, una región que concentra a más de 4.700 millones de personas, se perfila como una vía crítica para abordar el estrés hídrico que afecta a millones de habitantes, especialmente en países como China, India, Pakistán o Irán. Pese al avance de tecnologías como los gemelos digitales, el IoT o la inteligencia artificial, el progreso digital en el sector del agua se ve obstaculizado por siete barreras críticas que deben abordarse de forma integral y coordinada.

Distintos informes y expertos sectoriales destacan cómo la transformación digital puede mitigar el impacto del cambio climático, la urbanización acelerada y la sobreexplotación de recursos en zonas como Asia Central, donde ya residen más de 37 millones de personas en situación de estrés hídrico elevado, una cifra que podría duplicarse hasta alcanzar los 75 millones en 2050 si no se toman medidas estructurales.

Asia concentra algunos de los países más afectados por el estrés hídrico del planeta. Según Unicef, “el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos, una disponibilidad de agua impredecible, agravando la escasez de agua”. A esto se suma que, en muchas cuencas, las extracciones de agua ya superan las tasas de recarga natural, lo que conlleva una sobreexplotación insostenible de acuíferos. La agricultura, mediante prácticas de riego ineficientes, intensifica esta situación.

Xylem Vue apunta que herramientas digitales como “los medidores inteligentes, el análisis predictivo y las plataformas de gestión en tiempo real pueden ayudar a optimizar la asignación de recursos, reducir el uso excesivo y proteger la disponibilidad a largo plazo”.

La urbanización en Asia avanza a un ritmo vertiginoso. Naciones Unidas, en su informe ‘Mid-Term Review of the UN Water Action Decade: Input from the Asia Pacific Consultation’, prevé que cerca de 2.500 millones de personas residan en zonas urbanas en 2030. Ciudades como Yakarta, Bangkok, Manila o Delhi crecen más rápido de lo que pueden soportar sus sistemas hídricos, lo que ha generado pérdidas de agua no contabilizada superiores al 60% en algunos casos debido a infraestructuras obsoletas y una inversión pública insuficiente.

Ante esta realidad, la digitalización puede ofrecer soluciones clave. “La implementación de sensores habilitados por IoT, gemelos digitales para modelar infraestructuras y sistemas de detección de fugas basados en inteligencia artificial permitiría a las empresas de servicios públicos una monitorización más eficiente de sus redes de manera proactiva, priorizando reparaciones y planificando inversiones más inteligentes”, señalan desde Xylem Vue.

Los grandes ríos asiáticos, como el Ganges, el Yangtsé o el Mekong, sufren altos niveles de contaminación por vertidos industriales y domésticos no tratados. Esta problemática se ve agravada por la falta de infraestructuras de saneamiento adecuadas en muchos países, lo que compromete la calidad del agua disponible para consumo humano, riego o usos industriales.

Las soluciones tecnológicas disponibles, como los sistemas SCADA y las plataformas de monitoreo en tiempo real, “pueden optimizar las operaciones de tratamiento de aguas residuales y garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales”, mejorando la eficiencia operativa y reduciendo el impacto sobre los ecosistemas acuáticos.

Uno de los principales obstáculos para una gestión eficiente del recurso hídrico en Asia es la fragmentación de los datos. En muchos países, la información sobre agua está dispersa entre distintas agencias gubernamentales, administraciones municipales y proveedores privados, lo que limita la coordinación y la toma de decisiones informadas.

Desde Xylem Vue proponen el desarrollo de “plataformas integradas, basadas en estándares abiertos y arquitecturas modulares”, como solución para evitar los silos de datos, promover la colaboración y permitir una planificación centralizada y basada en información en tiempo real.

Según Unicef, “el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos, una disponibilidad de agua impredecible, agravando la escasez de agua”.

La Organización Meteorológica Mundial advierte que el ritmo de aumento de las temperaturas en Asia es casi el doble que la media mundial. Esto está provocando un aumento significativo de eventos extremos como inundaciones, tifones o sequías, que afectan tanto a zonas urbanas como rurales, muchas de las cuales carecen aún de sistemas de alerta temprana o planes sólidos de adaptación.

Para mejorar la resiliencia, los expertos apuntan a los “sistemas de alerta temprana impulsados por inteligencia artificial y las redes de monitoreo ambiental”, que permiten una reacción más rápida y una mejor gestión del riesgo, aumentando la capacidad de adaptación a largo plazo frente al cambio climático.

Muchas ciudades y zonas rurales asiáticas no cuentan con los recursos financieros necesarios para modernizar sus infraestructuras o adoptar soluciones digitales. Además, el retorno sobre la inversión (ROI) de estos proyectos a menudo se desconoce o se subestima, lo que frena su adopción.

Según Xylem Vue, “modelos de negocio innovadores como asociaciones público-privadas (PPP), financiamiento basado en desempeño y modelos de financiación orientados a resultados pueden reducir los riesgos de inversión y fomentar la adopción” de soluciones digitales a gran escala.

Ciudades como Yakarta, Bangkok, Manila o Delhi crecen más rápido de lo que pueden soportar sus sistemas hídricos, lo que ha generado pérdidas de agua no contabilizada superiores al 60%.

La transformación digital requiere, además de herramientas tecnológicas, un cambio cultural profundo. En muchas regiones asiáticas existe una clara escasez de profesionales con competencias digitales, así como resistencia al cambio tanto en las administraciones públicas como en las empresas proveedoras de servicios.

Para superar este desafío, Xylem Vue propone “programas regionales de formación, el desarrollo técnico de capacidades y los centros de excelencia”, que pueden facilitar la transición hacia una gestión digitalmente madura del agua.

En palabras de Martin Shaw, Business Development Manager in Southeast and North Asia de Xylem Vue, “no cabe duda de que en Asia-Pacífico se apuesta firmemente por la transformación digital, y veremos cómo progresivamente esta apuesta irá en aumento para mejorar el ciclo del agua”. El experto destaca que “la tecnología se convierte en una palanca del cambio en el objetivo de garantizar a todos la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y de los servicios higiénico-sanitarios”.

El informe del Banco Asiático de Desarrollo (AWDO) apunta a una mejora progresiva en la seguridad hídrica, aunque aún insuficiente. La clave para avanzar radica en una cooperación estrecha entre el sector público y privado, la eliminación de barreras regulatorias y técnicas, y la inversión en sistemas abiertos, escalables y centrados en las personas.

En definitiva, la región asiática no podrá garantizar un futuro hídrico sostenible simplemente incrementando el volumen de agua disponible. Será imprescindible mejorar la forma en que se gestiona ese recurso, apostando por soluciones digitales integradas, resilientes y equitativas. Con la estrategia adecuada, Asia puede liderar a nivel mundial la transición hacia un modelo de gestión inteligente del agua.

Xylem Vue apunta que herramientas digitales como “los medidores inteligentes, el análisis predictivo y las plataformas de gestión en tiempo real pueden ayudar a optimizar la asignación de recursos, reducir el uso excesivo y proteger la disponibilidad a largo plazo”

Para mejorar la resiliencia, los expertos apuntan a los “sistemas de alerta temprana impulsados por inteligencia artificial y las redes de monitoreo ambiental”, que permiten una reacción más rápida y una mejor gestión del riesgo, aumentando la capacidad de adaptación a largo plazo frente al cambio climático

En palabras de Martin Shaw, Business Development Manager in Southeast and North Asia de Xylem Vue, “no cabe duda de que en Asia-Pacífico se apuesta firmemente por la transformación digital, y veremos cómo progresivamente esta apuesta irá en aumento para mejorar el ciclo del agua”