A pesar del crónico déficit de inversión en agua urbana, España consolida avances en sostenibilidad y digitalización
El presidente de la Asociación Española del Agua Urbana (Daquas), Jesús Maza, presentó el 3 de diciembre los resultados del XVIII Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2025, en el que se han analizado los datos de 36,44 millones de habitantes y 1.784 municipios.
El presidente de Daquas, Jesús Maza, en un momento de la rueda de prensa, celebrada en la sede de la asociación en Madrid.
La principal lectura del estudio es que en nuestro país —que en gran parte de su territorio sufre una escasez endémica y creciente de agua—, es que, de media, el 0,84% del presupuesto familiar se destina a pagar la factura del agua, un porcentaje muy inferior al 3% marcado por la ONU como límite de asequibilidad del Derecho Humano al Agua, un porcentaje que sube al 5% si se tiene en cuenta el abastecimiento y el saneamiento. El coste anual del ciclo integral del agua por persona y año en España se sitúa en 115 euros. Por comparar, datos del INE aportados por Daquas situan el gasto medio en alcohol y tabaco en 179 euros anuales por persona.
De forma más gráfica, con un euro, un residente en España dispone de 400 litros de agua (tanto de abastecimiento como depurada), una cantidad que está muy lejos de cubrir el coste de los servicios y, por tanto, alejadísimo de las exigencias establecidas por la Directiva Marco del Agua. España, de hecho, tiene de media una tarifa de agua urbana que es un 43% inferior a la media europea, cuando es de los países que dispone de un menor y más irregular régimen de lluvias.
El estudio muestra que España cuenta con 1.640 Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) —que suministran 3.966 hm3— y 29.305 depósitos de almacenamiento. Trasladada esta cifra a la población residente en nuestro país, esos 3.966 hectómetros cúbicos, se corresponden a una dotación de agua de 224 litros por habitante y día. Los 248.245 km de redes de distribución presentan un porcentaje de renovación del 0,54%, muy por debajo del 2% considerado ideal. De hecho, lamentó Mazas, con este ritmo de reposición algunas conducciones de agua se renovarían cada mil años, algo a todas luces inadecuado. Por su parte, el volumen de agua no registrada (ANR) alcanza el 19,4%, y las pérdidas reales de agua son del 10,1%.
En saneamiento, España dispone de 2.232 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) que tratan 4.148 hm³ de aguas residuales, lo que equivale a 234 litros/habitante/día. Maza explicó que esos diez litros más de agua depurada respecto a la suministrada son de las lluvias, que llegan a las EDAR a través de la envejecida red de alcantarillado. Los 189.203 km de redes de saneamiento tienen una tasa de renovación de apenas 0,12%, muy lejos del 2% recomendado. Para cumplir con las Directivas de Aguas de Consumo Humano y Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas (TARU), Daquas estima que se necesitarán unos 3.000 millones de euros anuales hasta su implantación definitiva. En este punto Mazas recordó que España acumula desde hace años sanciones económicas debido al incumplimiento de la Directiva 91/271/CEE sobre el tratamiento de las aguas residuales.
Tarifas y consumo doméstico: sostenibilidad pendiente
El precio medio del agua para uso doméstico se sitúa en 2,23 €/m³ (sin IVA), con 1,29 €/m³ destinados a abastecimiento y 0,94 €/m³ a saneamiento. La factura supone el 0,84% del presupuesto familiar, muy por debajo del límite del 3% establecido por la ONU para la asequibilidad del Derecho Humano al Agua. Otro dato destacable de entre los recogidos en el estudio de Daquas es que el consumo medio doméstico nacional ha descendido ligeramente desde él anterior análisis realizado por la asociación hasta 121 litros/habitante/día, uno de los más bajos de Europa.
Según Daquas, “las tarifas actuales solo cubren los gastos operativos del servicio, pero no los relativos a las infraestructuras”, lo que impide una renovación adecuada y pone en riesgo la sostenibilidad medioambiental, económica y social de los servicios. El sector aboga por una subida escalonada de tarifas, armonización nacional y transparencia en los cánones, para reflejar el valor real del agua y asegurar inversiones futuras, fundamentales en un país tan expuesto a las consecuencias del cambio climático como España.
Avances en resiliencia hídrica y economía circular
El estudio de Daquas evidencia que el sector nacional sigue la Estrategia de Resiliencia Hídrica europea y aplica planes de transición energética y mitigación del cambio climático. Así, el consumo energético medio es 1,25 KWh/m³, y la generación de energía verde alcanza los 705 GWh/año.
Por lo que respecta a la economía circular, se reutilizaron 735 hm³ de agua depurada, el 18,7% del agua suministrada. Del agua regenerada directamente, el 31,1% se destina a agricultura, el 31% a limpieza de calles, el 20,5% a uso industrial, el 11% a riego de jardines y el 6,4% a recarga de acuíferos. En reutilización indirecta, el 69% se destina a agricultura y el 31% a uso ambiental. La producción de lodos asciende a 1.072.419 toneladas de materia seca, de las que el 83% se destina a agricultura, jardinería y silvicultura.
Maza destacó el papel fundamental que desempeña el agua en cualquier actividad económica.
Digitalización del sector y PERTE del Ciclo del Agua
El PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua ha impulsado inversiones de 3.060 millones de euros, incluyendo subvenciones y fondos público-privados. Hasta el momento, se han concedido 550 millones de euros en subvenciones, alrededor del 20 % de los 2.550 millones solicitados.
En parte gracias al citado Perte, el sector ha alcanzado un alto grado de digitalización: 22 millones de contadores, un 38% de los cuales son de telelectura digital. Además, el 83% de la red de abastecimiento está modelizada, el 100% registrada en sistemas de información geográfica (GIS), al igual que sucede con el 97 % de la red de alcantarillado. En EDAR, el 40% aplica métodos de Gestión Patrimonial de Infraestructuras (aquel que aplica un enfoque integral que abarca la planificación, control y optimización de los activos físicos de una organización), mientras que el 100 % de SCADA (‘Supervisory Control and Data Acquisition’, Supervisión, Control y Adquisición de Datos, un sistema de hardware y software para supervisar, controlar y adquirir datos en tiempo real de procesos industriales). La lectura de contadores se realiza en un 53% mediante Terminales Portátiles de Lectura (TPL) y un 43% por telelectura digital. Estos contadores digitales son, junto a la concienciación ciudadano, uno de los factores que han reducido el consumo diario de agua per cápita.
Calidad del agua y confianza del usuario
En cuanto al origen del agua consumida, el 65 % proviene de aguas superficiales, el 25% de subterráneas y manantiales y el 10% restante de aguas desaladas. El control sanitario es exhaustivo y el agua de grifo es segura, con el 82 % de los operadores implantando Planes Sanitarios del Agua y el 18 % en proceso. En áreas metropolitanas, la cobertura alcanza el 96 %.
En cuanto a la población abastecida, se reparte entre la que recibe el agua gestionada por entidades públicas (35 %), privadas (33 %), mixtas (22 %) y servicios municipales (10 %). El empleo directo ha aumentado a 36.300 trabajadores, con altos niveles de cualificación, estabilidad y programas de salud laboral.
Otro punto destacado en la rueda de prensa por el presidente de Daquas es lo difícil que resulta que un domicilio deje de recibir agua potable, puesto que el 86% de la población reside en municipios que cuentan con mecanismos de acción social, porcentaje que llega al 100 % en grandes ciudades. Estos mecanismos benefician al 5,7 % de los usuarios. Estas medidas aseguran el acceso al agua y saneamiento a hogares vulnerables, evitando cortes injustificados y garantizando el Derecho Humano al Agua.
Retos y sostenibilidad futura
El sector reclama una armonización de gobernanza y administración, un impulso a la innovación tecnológica y la digitalización, así como un pacto social y político por el agua que saque el recurso de la confrontación política y refuerce su reconocimiento como derecho humano y servicio esencial. Daquas también subraya la necesidad de mejorar la comunicación pública para mostrar “el verdadero valor del agua y la importancia de los servicios de agua urbana”.






















