EE UU impulsa medidas para favorecer a sus fabricantes de maquinaria agrícola
La Casa Blanca anunció esta semana un paquete de medidas dirigido a fortalecer la competitividad de los fabricantes de maquinaria agrícola estadounidenses, una decisión que se enmarca en las políticas económicas de la Administración Trump para respaldar al sector agrícola nacional y a sus proveedores industriales.
El presidente enfatizó la necesidad de “aliviar las cargas regulatorias que encarecen los equipos agrícolas” y promovió cambios en normativas ambientales que, según su administración, dificultan la producción de tractores, cosechadoras y otros equipos esenciales para la agricultura moderna. Esta declaración la hizo en el contexto de la presentación pública de un paquete de ayuda de 12.000 millones de dólares para agricultores, tras el cual los fabricantes “tendrán que reducir sus precios porque el equipo agrícola se ha vuelto demasiado caro”.
Trump calificó de “excesivas” algunas exigencias ambientales que deben cumplir los fabricantes de maquinaria agrícola, y ordenó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) trabajar junto con el Departamento de Agricultura (USDA) para revisar y simplificar dichas normas, con el objetivo declarado de abaratar los costes de fabricación y facilitar la actualización tecnológica de los equipos.
Aunque John Deere comparte el enfoque de la Administración en la reducción de costes para los productores y consumidores, el director financiero, Josh Jepsen, matizó -en declaraciones a medios estadounidenses- que la verdadera forma de reducir costes para los agricultores no es solo a través de cambios regulatorios, sino mediante tecnologías que ayudan a ahorrar en insumos y mejorar rendimientos.













































