'Secanos Vivos' demuestra que recuperar biodiversidad mejora la rentabilidad y refuerza la resiliencia climática del campo español
Madrid fue el escenario escogido para presentar los resultados finales de 'Secanos Vivos', el proyecto pionero de SEO/BirdLife que, tras tres años de trabajo científico y colaboración directa con agricultores, ha demostrado que la recuperación de biodiversidad en los cultivos de secano no solo es posible, sino rentable. El acto tuvo lugar el pasado 2 de diciembre en el Impact Hub de Chueca, donde se reunieron investigadores, productores y agentes del sector agrario para conocer las conclusiones de un trabajo decisivo para el futuro del secano español. La presentación estuvo moderada por la actriz y comunicadora Mónica López, y fue inaugurada por la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, quien subrayó la urgencia de adoptar modelos agrarios que integren naturaleza, ciencia y sostenibilidad.
La iniciativa, impulsada por SEO/BirdLife con el apoyo de la Fundación Biodiversidad (MITECO) y financiación europea, ha trabajado junto a una treintena de agricultores, 14 empresas agroalimentarias y equipos científicos de la Universidad de Jaén, UPM-CEIGRAM, IREC-CSIC y la Universidad de Zaragoza. Entre 2022 y 2025, el proyecto ha gestionado más de 500 hectáreas demostrativas en 30 fincas repartidas entre cultivos de cereal y viñedo y ha construido la primera gran base de datos de biodiversidad en secanos españoles.
El estudio ha sido presentado por los investigadores Pedro Rey (Universidad de Jaén); Beatriz Arroyo (IREC-CSIC); José Ángel Ansón y Sandra Ferreruela (Universidad de Zaragoza), y Ana Iglesias (UPM-CEIGRAM).
Presentación de los resultados de 'Secanos Vivos', introducida por la presentadora y actriz Mónica López.
Evidencias científicas que conectan biodiversidad y productividad
Los datos presentados muestran mejoras significativas en biodiversidad y servicios ecosistémicos. En algunas fincas, la riqueza ecológica ha aumentado más de un 6%, con la detección de hasta 144 especies de aves a lo largo del proyecto, entre ellas especies emblemáticas y amenazadas como el alzacola rojizo, la carraca europea, el sisón común y las gangas ibérica y ortega.
El avance no se limita a la fauna. La restauración de vegetación de pastizal y la implantación de cubiertas vegetales han permitido una captura de carbono de entre 1,23 y 4,34 tCO2eq/ha al año, una cifra que consolida el papel de los secanos como sumideros climáticos cuando las prácticas agrarias se orientan hacia la sostenibilidad.
Para medir el impacto, los investigadores han desarrollado indicadores unificados que permiten evaluar la 'deuda ecológica' de cada finca y el efecto de las medidas de conservación. Los agricultores han participado activamente en este proceso mediante fichas analógicas y seguimientos de campo, integrando ciencia y gestión diaria.
Rentabilidad: reducir costes, diversificar y activar nuevas cadenas de valor
El análisis económico coordinado por la Universidad de Zaragoza revela una situación compleja, pero con un margen claro de mejora.
El cereal sigue mostrando márgenes muy ajustados y fuerte dependencia de ayudas, especialmente tras un 2023 marcado por precios volátiles y elevados costes de insumos. Sin embargo, el proyecto identifica un conjunto de prácticas capaces de mejorar la rentabilidad y reducir gastos, entre las que destacan la reducción del laboreo, las rotaciones con leguminosas, las cubiertas vegetales y el manejo de flora espontánea, la biofertilización y reducción de pesticidas y el aprovechamiento estratégico de ecorregímenes.
En paralelo, el viñedo presenta un mayor potencial para activar cadenas de valor diferenciadas, especialmente gracias a su conexión directa con el consumidor y al desarrollo del enoturismo, lo que le permite asumir mejor el coste añadido de la sostenibilidad.
Los estudios de mercado muestran también una tendencia clara: el consumidor percibe la biodiversidad como un valor añadido real y está dispuesto a apoyar modelos productivos alineados con la conservación del paisaje agrario. Esto abre la puerta a futuras certificaciones basadas en los indicadores ecológicos desarrollados por el proyecto.
Hacia un modelo escalable: ciencia, agricultores y políticas públicas
Uno de los elementos distintivos de 'Secanos Vivos' es la participación directa del sector agrario. Los agricultores han escogido las medidas que querían aplicar a partir de un catálogo técnico desarrollado por el proyecto, reforzando una colaboración que se presenta como condición indispensable para escalar el modelo.
Los investigadores señalan que algunas prácticas -como los barbechos de larga duración, la restauración de pastizales o los refugios de fauna-, están mostrando un potencial especialmente alto para combinar rentabilidad, secuestro de carbono y conservación de especies.
En el plano institucional, el proyecto apunta a la necesidad de que la PAC post 2027 incorpore incentivos más claros para compensar los costes de conservación e incluya indicadores de resiliencia climática y diversidad. Esto permitiría que el modelo agroecológico demostrado por 'Secanos Vivos' tenga continuidad y pueda extenderse a más territorios agrícolas.
Una hoja de ruta para un campo más resiliente
El balance final de 'Secanos Vivos' concluye que los secanos españoles -espacios a menudo olvidados pese a su enorme valor ecológico y productivo-, pueden convertirse en un motor de resiliencia climática y de competitividad si integran medidas de conservación basadas en ciencia.
Tras tres años de trabajo, el proyecto deja una evidencia incontestable: la biodiversidad no es un lujo, sino un recurso económico y una palanca de futuro para el mundo rural.
